ANASHIA
Mi mente empezó a procesar todo lo sucedido el día de ayer, quería olvidarme de lo que me hizo ese desgraciado, no puedo sacar de mi cabeza cuando me beso, aun siento un horrible asco en solo pensarlo. Por otro lado, tenía que decirle a Alexei lo sucedido no tenia de otra.
Alexei me conoce también que rápidamente supo que algo no andaba bien conmigo, sé que el hará algo al respecto, pero tengo miedo que por mi culpa pueda meterse en problemas. Me acerco mirándolo fijamente, duerme plácidamente a mi lado, quisiera saber si así duerme junto a su esposa. Sus manos alrededor de mi cintura, su cabeza reposando en mi pecho.Siento celos al Imaginarlo de esta manera con Natalia.
Lo amo tanto, pero tengo miedo que se aleje de mí, por culpa de lo sucedido o que su esposa se enterré de lo nuestro. Suspirando dejo de lado todos mis pensamientos para dejarme llevar por el sueño.
Al despertar busco Alexei desesperada en la cama, pero él no está por ningún lado, escucho chorros de agua, me imagino que se esta bañándose, a lo que me despabilo de la cama, despacito entro a cepillarme los dientes, esta despaldas a lo que puedo admirar su hermoso trasero, muerdo mi labio inferior por semejante semental, me quito la poca ropa que ando puesta para luego entrar a la ducha, rápidamente se gira mirándome con una sonrisa torcida, sus ojos recorren mi cuerpo desnudo y de un jalón me hace entrar al chorro de agua, besa mis labios, desesperado toca mi centro, varios espasmos cruzan en mi interior.
—Me vuelves loco Anashia – Susurra bajando sus besos en mi cuello, sus manos acarician mi piel mojada, provocando chispas de placer.
—Has me tuya de una vez – respondí excitada, Alexei me elevo para luego enroscar mis piernas alrededor de su cintura, su pene palpita en mi entrada provocando que me retuerza, él juega conmigo, su boca muerde mi pecho, me arqueó necesitando que me penetre de una vez.
—Amor lo siento, pero, te necesito –Pido urgente al sentir que pronto llegare a mi orgasmo. Al parecer tenía que decírselo ya que invade mi ser, haciéndome gemir de puro placer otorgado. Me encanta sentirlo, me fascina cuando lame mis pechos y cuando se aprieta dentro de mí.
—Anashia, me fascinas, me vuelves loco, te amo mi luna – expresa sin dejar de moverse dentro de mi, pongo mis manos en su cara para que vea como me tiene a mí, a lo que sonreímos en medio de nuestra entrega, sujeta mi cadera profundizando sus movimientos exquisitos, Alexei es el único hombre que me hace ver las estrellas. Yo también lo amo como él no tiene idea, muerdo su fuerte hombro cuando llego a mi clímax, al instante él llega, me baja despacio en el azulejo sus ojos aun no dejan de verme con tanto deseo y amor.
—Nunca te alejes de mi lado, eres mía cariño, mi bella luna, serás todo lo que necesito siempre. Me haces vibrar mi corazón cada vez que te veo. Así que recuerda que no habrá otro hombre en tu vida más que mi persona −Asiento sonrojada cada vez que me dice palabras dulces.
—No podría mi amor.— Respondí besándolo nuevamente
Al finalizar nuestro momento de placer Alexei se dispuso en bañarme, su toco es excitante sin embargo desistimos en entregarnos de nuevo.
Quedamos recostados en la cama del hotel, era domingo por lo menos no teníamos que preocuparnos por ir a trabajar, mientras que decido en llamar a mamá. Odio mentirle pero por esta lo tendré que hacer.−Hija me quede preocupada, dormiste bien en la casa de tu amiga. −Aclaro la garganta para que ella no sospeche de mi.
−Mama, eh si dormí muy bien incluso desayune delicioso− Eso si no fue mentira ya que mi platillo de la mañana fue súper deliciosa.
Mamá ríe despacio a lo que digo.
Luego de colgar la llamada suspiro al pensar en cómo la diré que soy la Amante de Alexei mi ex novio.
Que vida la que me ha tocado, antes era su novia ahora resulta que soy La Amante.
—¿Se puede saber que tanto piensas?−Alexei inquiere preocupado.—En nosotros dos, en que como estamos en este juego tan peligroso.
—No digas eso amor. Quizás si es algo prohibido y tengo que resolverlo de eso no te preocupes, no podría estar con ella toda la vida, no la amo pero…
—¿Pero que te detiene? – Quise saber. Aunque quizás sea por la niña, o puede haber otra razón más explicable.
–Anashia no podría por mi hija y más que todo porque ella esta esperando un hijo mío por el momento debo estar a su lado hasta que llegue el momento en que ella tenga a mi hijo.
Mis ojos se abren con sorpresa, ¿Qué acaba de decir? Niego levantándome de la cama, él trata de tocarme pero me alejo.
—Anashia escúchame —Negué molesta.
—Ósea como es eso, si no la amas como puede estar embarazada, eso quiere decir que tienes relación íntimas, obvio si es tu esposa. Lo siento Alexei pero no quiero seguir siendo la otra y ser una destruye hogares— Lo encare bufando.
—Escúchame, se que no te debería decir esto pero soy hombre y estoy casado, después que tu y yo nos volvimos a ver no la he tocado porque no podría al tenerte a ti.
Camino hacia la ventana del hotel, observo a varias palomas caminando encima del techo de debajo de este piso.
Quisiera ser como ellas, libre sin preocupaciones.—No se que decirte, no va funcionar— Comento desanimada.
—Pensé que eso no te afectaría— Dijo bajito.
—Pues resulta que si me afecta, como voy a estar contigo sabiendo que tu esposa esta esperando otro hijo tuyo. No soy tan sinvergüenza arruina hogares. Ahora que lo pienso, no debí entrar en tu juego.
—Basta Anashia, ya te dije que no la amo, mis hijos son la única razón por el cual estoy con ella.
—Por esa misma razón. Tu crees que Luna estará feliz al ver a su padre con una mujer que no es su madre.
Alexei bajo la cabeza soltando un suspiro, su mirada por un momento se perdió en sus manos. Se que la piensa y yo igual. No quiero ser una mujer que destruya a su pequeña hija y al que pronto nacerá.
Lo amo tanto, que creo que no sería la misma sin él, sin embargo la vida me estaba mostrando que este hombre no será para mí, ni siquiera debería desearlo.
—Solo espérame a que nazca mi hijo para luego pedirle el divorcio a Natalia.
Mis ojos empiezan a picar, quiero llorar al no saber que decisión tomar.
—No lo se Alexei, debemos darnos un tiempo para resolver este asunto.—Alexei no respondió nada, se muy bien que no quiere eso pero yo no no quiero ser la bruja de este cuento.
—Voy a buscar la ruta, creo que lo mejor pensar bien lo que realmente queremos los dos.
Alexei se levantó de la cama para venir hacia mí y abrazarme con fuerzas, quería alejarlo he irme de una vez, no obstante, lo amo y este amor es más fuerte que cualquier pensamiento de mierda. —No me dejes por favor. No quiero volver a perderte, eres el amor de mi vida, esta vez creo que no podré aguantar estar lejos de ti— Su voz sonó suplicante.
Y eso fue la última gota que derramo el vaso para hacerme llorar como toda una persona enamorada de una amor prohibido.

ESTÁS LEYENDO
La Amante.
Roman d'amourAnashia creía que ser la otra sería una ventaja para dejar atrás las inseguridades de su pasado, pero aún no estaba segura de querer ser el segundo plato. Ser la amante es como ser un diamante oculto, difícil de exhibir.