ASOCIASIÓN

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Nuevamente la en la casa se sentía esa armonía como quince años atrás, con sus dos hijas y su esposa pero había un miembro más en la familia, el chico Heng al cual habían encontrado después de mucho tiempo, él ya estaba listo, con sus veinte años de edad era un chico atractivo, al principio cuando llego a la mansión se sintió extraño y desconfiaba de todos, pero con la convivencia le fue agarrando cierta confianza al jefe de la familia incluso sus hijas lo trataban como un hermano menor, lo cuidaban y mimaban hasta cierto punto, él sabía que el señor no era nada suyo, pero por la relación que había mantenido con su padre en el pasado le decía que le dijera tío o como el prefiriera, le dijo todo acerca de su familia de sangre, al principio se mostró incrédulo, pero le mostraron pruebas e incluso lo llevaron a escondidas sin que nadie más lo viera a la residencia de su padre.

Con las historias que le contaban poco a poco fue alimentando su odio y rencor hacia su padre, él era el culpable de la muerte de su familia, incluso era el culpable de la muerte de los padres y el sufrimiento de la mujer que él quería, pero el hombre con el que estaba viviendo le dio la opción de recuperar todo lo que tenía y que su padre se quedara sin nada, tener lo que por derecho es suyo, además le conto la traición de su padre en contra de la familia de aquel hombre, se preguntaba porque su padre haría tal cosa a un hombre que lo quiso y cuido como un hijo.

Durante el tiempo que llevaba en esa familia, comenzó a entrenar para tener resistencia, saber defenderse entre otras cosas, incluso le comenzaban a enseñar diferentes cosas, le enseñaban a leer y a escribir, le enseñaban matemáticas entre otras cosas, para cuando el decidiera tomar posesión de sus cosas nadie pudiera estafarlo, cosa que el agradecía, todos se mostraban muy amables con él. Incluso le enseñaban diferentes oficios para que no robara más y pagara su estadía en la mansión, al principio pensó que lo ayudaban por lastima o porque lo querían utilizar, pero con las enseñanzas de los diferentes oficios borro ese pensamiento dentro de su mente.

Era un chico hasta cierto punto ingenuo, los planes que tenía la familia para con el chico era hasta cierto punto macabro, pues el plan era alimentarlo de odio rencor y entrenarlo como un soldado más para sus filas en la mafia, pero lo más importante, ellos querían que se deshiciera por completo del peor enemigo, del traidor.

- Cómo dormiste pequeño – pregunto la hija mayor de la familia

- Muy bien señorita Faye – respondió un poco tímido – aun no me creo que por fin duermo en una cama tan suave y cómoda, con sabanas con las que pueda taparme –

- Pues debes creerlo, además que es eso de señorita Faye, solo dime Faye –

- Esta bien señorita –

- F-A-Y-E, solo así vamos no es difícil- una risa invadió el comedor

- Es mejor que le hagas caso chico, que esa mujer es una loca cuando nadie le hace caso – Freen se sentó en la mesa para comenzar a desayunar – créeme no quieres lidiar con esa loca que se le escapó del manicomio –

- Mira quien lo dice, la persona más cuerda de la familia –

- Pero si yo soy la más normal – miro al chico – tú que dices pulga, lo soy o no... ah y cuidado con tu respuesta –

- Ya tranquila hija, no ves que asustas al chico – hablo la madre – no te preocupes cariño, no les hagas caso las dos están locas –

- Hey... eso no es cierto, bueno un poco o talvez mucho, no sé, no interesa el punto es que no nos molestes – Faye se hacia la indignada

- Tranquila corazón, pero debo estar de acuerdo con tu madre ustedes están locas, tanto que hay veces que quiero matar a las dos – comento Yoko con toda la tranquilidad del mundo

Yo soy InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora