RUMORES

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Todos estaban emocionados por el evento que se celebraría, era el aniversario de la fundación del pueblo, en cada persona se notaba la alegría por fiesta, en todos los puestos tenían adornos conmemorativos, lucían más coloridos vivaces. Todos aportaban su granito de arena.

Con la aproximación de la celebración Freen y Becky no pudieron reunirse seguidamente, esto frustraba a ambas, con cada tiempo que pasaban separadas era un sufrimiento para las dos chicas. Irin estaba feliz de que su esposa estuviera más tiempo con ella, incluso trabajaron juntas, pero había algo que no entendía y eso era ver a su esposa un poco decaída y eso le preocupaba.

Algunos de sus trabajadores se dieron cuenta de su estado de ánimo de su jefa, se preguntaban qué era lo que le preocupaba.

- Señora, ¿le podemos ayudar en algo? –

- No gracias – no podía concentrarse en su trabajo, pensaba que habría hecho mal o será una fecha que se le paso, eso era imposible – me retirare, los veo mañana –

Se despidió de sus empleados para ver a su esposa, necesitaba verla y preguntarle que le entristecía y ofrecería su ayuda, paso a una florería a comprar cualquier flor que se viera bonita, incluso algunos dulces, teniendo todo se fue al lugar donde trabajaba Becky, pero lo encontró cerrado, cosa que se le hizo extraño, checo la hora en su reloj, vio que apenas eran las doce del miedo día.

- Tal vez este dentro – toco un par de veces el timbre, pero nada - ¿Dónde estarás? – iba a caminar a su casa, pero una señora, vecina de Becky le hablo.

- Señora Irin busca a la señora Becky ¿verdad? –

- Así es, de casualidad sabe dónde está –

- Hace como dos horas que se fue señora – informo la mujer – salió con una amiga –

- Gracias – se le hizo extraño, su esposa no tenía amigas – ¿de casualidad sabe a qué horas regresara? –

- No lo sé, pero por lo que vi no planea regresar –

- Esta bien, muchas gracias –

Camino rumbo a su casa, las flores que había comprado las puso en un jarrón con agua, se dispuso a preparar la cena, quería sorprender a su mujer con algo lindo, vio que le faltaba el vino, tomo el tiempo para que la comida estuviera lista, cuando calculo su tiempo fue a la tienda para adquirir el mejor vino que tenían.

Cuando tuvo todo listo, sirvió los dos platos, espero a su esposa sentada, pasaban los minutos y su esposa no llegaba, pasaron una, dos, tres horas y no llegaba todavía. La comida estaba fría, cuando vio que no llegaría pronto empezó a comer sola y guardo un poco para Becky

Cuando dieron las nueve de la noche, su puerta fue abierta y por ella entro la persona que tanto había esperado, pero no venía sola, venia acompañada.

- Hola amor – saludo su mujer – mira a quien me encontré –

- Buenas noches, señora -

- Es bueno verte Yoko –

- Lo mismo digo – en realidad le desagradaba, pero no lo diría – bien me iré que mi mujer me espera –

- Hasta luego, y dale mis saludos –

- Claro - se despidió de su amiga, pero no de Irin

- ¿Dónde estabas, te espere por horas? –

- Tranquila, me encontré con Yoko, salimos y se nos pasó el tiempo – explico – además no venimos solas, su novia nos acompañó –

Yo soy InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora