LIBERACIÓN

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Parkpao estaba encerrado en una jaula como un animal en el sótano de una bodega, desde hace dieciocho años que él no veía la luz del sol, ni sentía el aire fresco, durante todo ese tiempo había sufrido diferentes clases de tortura, lo mantenían con base de agua y pan con moho, cuando tenía suerte le daban solamente arroz en un traste especial para perros.

Muchas veces se intentó quitarse la vida, pero no le dejaban, siempre lo curaban, le administraban los mejores medicamentos para mantenerlo vivo, la doctora que lo atendía le daba los peores tratos, pero con una sonrisa en el rostro, miles de veces le suplico que acabara con su sufrimiento o que lo ayudara a escapar, hubo una vez que ella "accedió" por lastima, su intento se vio frustrado y la doctora fue "castigada".

Lo que él no sabía es que la doctora que lo atendía lo odiaba a muerte por lastimar a Freen. Engfa sabia la historia de la chica por su esposa, no podía creer que tal crueldad sea llevada a cabo por un hombre que decía cuidar a los niños, por eso se ofreció a cuidar del monstruo.

Antes él vestía con ropas lujosas, tenía dinero poder, pero nada de eso le ayudo. Ahora estaba desnudo en deplorables condiciones, vivía con miedo, el pánico le recorría por el cuerpo cuando escuchaba la puerta ser abierta y escuchar los pasos de alguien bajando, tenía terror de que "la salvaje" bajara y se desquitara con él.

Durante años el abuso sexualmente de esa chica, la maltrato y durante muchas ocasiones casi la mata, pero ahora los roles se habían invertido, el había sido abusado sexualmente por diferentes hombres que en muchas ocasiones les desgarraron su parte anal, lo cual tenía que tener revisión médica para tratarlo, incluso presento diferentes laceraciones en su pene que igual fueron tratados. Lo tenían como una mascota, todas las violaciones que había sufrido había sido por esa chica que había lastimado durante años, sin el permiso de ella nadie le podía tocar al menos que ella diera la orden, ella siempre disfrutaba verlo suplicar por piedad, pero sus suplicas nunca fueron escuchadas, siempre pedía a gritos que se detuvieran, pero cuando veía a Freen a los ojos él podía ver el placer que sentía con verlo sufrir.

De tantos ruegos que él había hecho Freen le ofreció un trato a cambio de que lo dejaran en paz y dejar de utilizarlo como un juguete sexual, ella haría con él lo que quisiera, le prometió ser piadosa, en sus ojos pudo ver sinceridad incluso en sus palabras lo que confiara en ella, pero eso fue su peor error, a partir de ese día los abusos contra el pararon por un mes pensando que la chica nunca le haría daño.

Que equivocado estaba, Freen solo esperaba las indicaciones de Engafa para iniciar con las torturas que tenía especialmente para él. Narissa le había regalado diferentes tipos de cuchillos y navajas sabiendo la afición que su pequeña tenía por esas armas. Kiang Krai le regalo a su hija diferentes tipos de artefactos pequeños de tortura, cosa que agradeció enormemente. Solo esperaba con ansias el poder utilizarlo en una persona.

Cuando le dieron de alta, su infierno comenzó, no había día en que Freen lo golpeara con un palo de madrera, con sus manos, probo en él diferentes clases de torturas, él pedía ayuda a gritos, pero sin duda el peor día fue cuando escucho la voz de su esposa e hija, escuchaba como su esposa era torturada y mutilada hasta morir e incluso su pequeña tambien, Freen en compasión le dio las ropas ensangrentadas de su mujer y de su pequeña. Mientras mataban a su familia a él lo tenían encerrado en un cuarto en donde podía escuchar los gritos, suplicas, el trato con todas sus fuerzas abrir la puerta, pero no pudo, en su desesperación comenzó a rasguñar las paredes para abrir un agujero como sí realmente se pudiera, gasto sus uñas incluso con sus esfuerzos algunas uñas fueron arrancadas, dejando la pared ensangrentada. Por días lloro la muerte de ambas.

Cuando habían terminado los hombres sacaron al sujeto del cuarto solo para ver como los perros comían la carne, incluso vio la sangre que escurría de la mesa de metal, todo el cuarto estaba lleno del líquido rojo.

Yo soy InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora