Yo soy Inocente

ESCANDALO

El cuerpo de Freen lo pusieron en la camilla para ser trasladada en ambulancia a la clínica, los paramédicos hacían todo por cuanto podían para estabilizar sus signos vitales y detener la hemorragia. En el camino el corazón de Freen se detuvo dos veces procediendo a reanimarla, ellos no dejarían que Freen muriera en el camino aun con más razón de tener a una Faye totalmente desesperada por salvar a su hermana menor, que cuando vio que los paramédicos se rendirían a la primera los amenazo con su arma jurando matarlos a todos si su pequeña moría, cuando llegaron a la clínica fue llevado directo a el quirófano para extraer la bala.

Yoko quien estaba en una camioneta con los hombres que su mujer comandaba iban detrás de la ambulancia, estaba realmente preocupada por su cuñada, nunca pensó que Irin se atrevería a disparar, llego a donde estaba su novia quien la recibió con un abrazo, sabía que Faye era una mujer fuerte, pero también sabía que la persona que la hacía débil era Freen y ella.

Dentro del quirófano estaban batallando con retirar la bala que había dañado una pequeña parte de su corazón, solo un milagro podría suceder, la pérdida de sangre de la joven era un factor en contra, tuvieron que llevar al quirófano muchas unidades de sangre y plaquetas, rezaban por un milagro.

- Avísale a la familia de la joven que se preparen para lo peor, porque creo que de esta noche ella no pasara –

- Si doctor –

El medico encargado de informar salió a buscar a la familia del paciente.

- ¡Familia de la señorita Freen Malisorn Chankimha! – al escuchar el llamado Faye junto con Yoko llegaron con el medico

- Somo nosotras, es mi hermana – su voz delataba la desesperación que sentía - ¿Cómo esta ella? –

- Lo siento señorita, pero me temo que debe prepararse para lo peor – abrió sus ojos por la sorpresa, su corazón comenzó a latir de manera errática, sus manos comenzaron a temblar.

- ¿Qué quiere decir con eso? – hablo Yoko al ver el estado de su pareja - ¿dejaran que muera? – se acercó al médico de manera amenazante – escúcheme bien doctor, si esa chica muere usted y todos los que están aquí también –

- Señorita entienda por favor, estamos haciendo lo mejor -

- ¡ENTONCES HAGAN UN MALDITO MILAGRO! – exclamo furiosa, no dejaría que su cuñada falleciera

- Por favor tranquilícese, créame que queremos que la paciente este a salvo – trato de razonar el medico

- Le regalare un incentivo para que trabajen mejor – miro a su alrededor donde estaban sus hombres - ¡LEVANTEN ARMAS! – todos los que estaban bajo su mando obedecieron la orden - ¡MATEN A TODOS LOS QUE ESTEN AQUI CUANDO YO DE LA ORDEN! –

- ¡señorita por favor no es necesario hacer esto! – el doctor se preocupó al ver que las palabras dichas por la mujer iban enserio.

- Queda advertido, asi que regrese a la sala de cirugía y salve a mi cuñada de lo contrario matare a todos... ahora ¡VAYASE! –

El pobre corrió asustado, estaba determinado a salvar la vida de su paciente, él no tenia en sus planes morir esa misma noche.

- Señor tenemos que salvar a como dé lugar a la paciente, no importa que pase, pero debemos salvarla –

- Eso es imposible, la hemorragia no para –

- Pues tenemos que, porque si no todos estamos muertos hoy, muertos –

- No exageres tanto, si bien es un paciente, pero no es para que te pongas así – le dijo una enfermera.

- Ve y dile lo mismo a la familia de esta chica a ver si piensas lo mismo –