9. La Fiesta de Halloween 🎃

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Cuando tienes un mal día y te has pasado la mayor parte del tiempo llorando, si tienes que acudir a una fiesta, lo mejor es que sea de Halloween. Así, tus ojeras y la mala cara pueden formar parte del disfraz.

Rebusqué en mi armario hasta que encontré una camisa negra de encaje y una capa. Para completar el disfraz me pondría una falda, medias y mis botas negras. Sencillo y bastante cómodo.

Sonó el timbre de casa, era Cami.

-Hola Cami. ¿Ya estáis aquí? - asomé la cabeza buscando a Marc, pero no había ni rastro de él. - ¿Dónde está Marc?

-Hola desconocida - me abrazó - Marc está con Jack. Le he dicho que necesitábamos estar solas y que les buscaríamos en la fiesta. Y por la cara que me traes parece que necesitas hablar.

No era lo que más me apetecía del mundo si bien era cierto que le debía más de una explicación a mi amiga así que me desahogué con ella.

Le conté todo, besos y arrumacos incluidos y lo más sorprendente de su reacción era que no estaba sorprendida en absoluto.

Por lo visto, sabía de buena tinta que Jack y yo no éramos solo amigos, según ella la química flotaba en el aire cada vez que compartíamos espacio físico y eso solo podía terminar de dos maneras:

-Una de dos, o folláis.

-¡Camiiiiii! - la regañé.

-¡O folláis de una puta vez u os vais a vivir a distintos estados! - prosiguió divertida- No se os puede aguantar más tía, se os cae la baba cuando os miráis. Cuando no estáis cerca no paráis de buscaros. Te mueres de celos al verlo con "su mascota" y de sus ojos salen chispas cada vez que Nate te está rondando. ¡Venga ya! ¿Crees que los demás no tenemos ojos?

-Fantástico, pero eso no va a suceder. Jack lo dejó claro, antes se mudará a otro estado.

-Tiempo al tiempo... - dijo mi amiga pensativa.

Media hora más tarde, atravesamos las puertas del instituto. Como en toda buena fiesta de adolescentes, las bebidas oficiales son los refrescos, pero en realidad, hay un generoso mercado negro y prácticamente todo el mundo los combina con alcohol.

Marc y Jack estaban con el resto de chicos del equipo. Se habían disfrazado de una banda de moteros, llevaban armillas a juego en las que habían escrito: Sons of Eagles. El juego de palabras tenía sentido porque "Las águilas" era el nombre del equipo de baloncesto del instituto.

El primero en acercarse fue Nate, me dio un beso en la mejilla y me arrastró a la pista de baile. Me dejé llevar y enseguida me crucé con la mirada de Jack. El color de sus ojos se había oscurecido. Me miró de forma penetrante y yo no aparté la mirada de él hasta que desapareció de mi campo de visión.

Estuvimos un buen rato bailando, me lo pasaba muy bien con Nate. Bromeábamos y bailábamos haciendo el tonto. De pronto un chico vino a buscarle, le tocó el hombro, y él se alejó disculpándose.

Cuando regresé hacia donde estaban Cami y Marc, Jack ya no estaba. Marc me trajo una bebida y permanecimos todos juntos durante bastante tiempo.

Tan pronto como terminaba una copa alguien me ofrecía otra. Después de unas cuantas horas empecé a sentirme un poco mareada y decidí salir a tomar el aire.

Al salir, vi que Marc estaba intentando que Jack subiese a la parte trasera de su coche, y aunque este se resistía, al fin lo consiguió.

En cuanto me vio me llamó y yo me acerque tambaleándose un poco:

-Jack va fatal y no me hace ni puto caso. No creo que a sus padres les parezca bien que se presente en casa en estas condiciones. Por favor, quédate aquí mientras voy a buscar a Cami.

Me quedé contemplando la escena, porque a ver, yo iba pedo, pero al menos me tenía en pie. De lo que no era capaz seguro era de mantener una conversación que no fuese absurda.

Y teniendo en cuenta que tampoco lo íbamos a recordar al día siguiente, me monté en el vehículo a su lado y permanecí en silencio hasta que vinieron Cami y Marc.

-Estás preciosa esta noche, lástima que no hayas querido compartir tu primer baile conmigo - dijo Jack susurrando y poniendo una sonrisa pícara.

-Sí, tú tampoco estás mal. Lástima que hayas desaparecido tan pronto - le respondí con el mismo tono de voz mientras le guiñaba un ojo.

Entonces, Marc y Cami empezaron a debatir acerca de donde debía pasar la noche Jack. Yo ya me había abstraído del ruido de su conversación. Solo me podía fijar en la respiración de Jack. En cómo le subía y le bajaba el pecho. Era evidente que se había quedado dormido con su cabeza apoyada en mi hombro.

-Podéis quedaros todos en casa. Mi padre no estará- les sugerí y les debió parecer bien porque se dirigieron hacía allí.

Nos costó un poco sacar a Jack del coche, pero una vez conseguido convenimos que lo mejor era tumbarlo en mi cama. Ellos dos se quedarían en el salón.

Yo estaba demasiado borracha como para que me incomodase lo suficiente así que descarté el irme a dormir a otra cama y me autoconvencí de que era la mejor opción para ambos.

Era evidente que jamás volvería a dormir en la Sean y tampoco quería ocupar la habitación de mis padres así que con cuidado le fui quitando la ropa y le puse una camiseta de mi hermano. Le di agua y lo tapé. Yo también me cambié, me puse el pijama y me acosté junto a Jack.

Estábamos en extremos opuestos de la cama y ni siquiera nos teníamos que rozar porque era lo suficiente amplia para dos personas.

No es que fuese la primera vez que dormíamos juntos, pero ciertamente, no lo habíamos hecho desde que perdimos la inocencia.

No pasaron ni diez minutos y ya tenía a Jack invadiendo mi espacio, seguía dormido, aun así, me pasó un brazo por encima y sentía su respiración en mi nuca.

Estaba claro que el alcohol que tenía en sangre no era el mejor aliado para frenar los impulsos de girarme y encontrar sus labios con los míos.

Ahora bien, sabía que Jack estaba bastante más perjudicado que yo y aunque estaba convencida de que no se resistiría, la seguridad en mí misma también iba incluida en el paquete de mi embriaguez, me asustaba volver a sentirme rechazada al día siguiente.

Así que me contuve mas disfrutando de su calidez, poco a poco fui acompasando mi respiración con la suya hasta que yo también me dormí.


Destellos de aguamarina y mielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora