Capítulo 6

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             •Tentando a la bestia•

-¿te fumaste algo?.- gruñe- Te crees que yo hago esas estupideces?

Me encojo de hombros. Me levantó de la cama, aquellos ojos penetrantes me detallan y en un segundo, se oscurecen y su hombros se tensan

-Ok. Entonces dejaré que tú guarda me observe mientras me cambio o mejor aún- pasó mis dedos sobre su torso- dejaré que me vea en bragas o...

En cuánto mis palabras salen de mis labios, me toma de la mandíbula ejerciendo fuerza con sus dedos impidiendo que me mueva.

Joder. Querías provocarlo, acepta las consecuencias.

Mi corazón se me va a a salir y os juro que si no me estuviera sosteniendo ya habría caído al piso ante este formidable. Ladea la cabeza y se acerca lentamente, su exquisito olor, aquel que me hipnotiza en un segundo, inunda mis fosas nasales

Llega hasta mi oído y escucho como respira, tan simple acto me eriza la piel.

-Pagarás por esto- gruñe y me suelta. Sin más, gira su cuerpo mientras se deshace de su camisa metiéndose en el baño.

Suelto todo el aire y dejo caer mi cuerpo sobre la cama. De algo estoy segura, le importo más de lo que él mismo desea, y eso por supuesto que lo usaré, todo, usaré al mismo lucifer para salir de su infierno.

Siento mis ojos pesados y el cansancio me inunda. Me acomodo en la cama y unos minutos después, me quedo profundamente dormida.

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Me remuevo y pongo mis  manos sobre su piel, esta caliente, escuchó su corazón latiendo con tranquilidad. Siento sus manos alrededor de mi cintura y me aferro a él. La noche está fría y entre sus brazos puedo obtener el calor que me relaja de inmediato

Me muevo un poco cuándo su agarre es demasiado fuerte, tanto que incluso siento que mis huesos crujen bajo sus manos, levantó la mirada soñolienta, observo cómo su rostro y músculos están por completo tensos y su ceño hundido

Se aferra más a mi cintura y hago una mueca de dolor. Trato de zafarme pero su agarre es certero y cada vez es más fuerte.

-Max...

Se remueve un poco pero su expresión es molesta. ¿Tiene una pesadilla?

-Max, oye... Reacciona- levantó mis dedos hace él temerosa, contengo las respiración cuándo sus ojos abren lentamente

No disminuye de su agarre, sigue aferrado a mi. Un escalofrío me recorre hasta los huesos cuándo recuesta su cabeza en mi manos, quiero alejarme por el temor, pero, no me lo permite. Me toma de la muñeca con suavidad y hunde más su mejilla en ella

Su expresión es seria, distante y aún me mira con el ceño hundido. Gotas de sudor se posan en su frente, su pecho sube y baja pesadamente. La preocupación me inunda sin entender que le ocurre

-Shhh. Solo déjame.- susurra cuándo nota que intento decir algo.

Por extraño que parezca, se ve... ¿relajado?, ¿amigable?, ¿tranquilo?. Tal vez todo junto. Sonríe de lado y ese simple hecho me deja el corazón dando gritos emocionados.

Pierdo por completo la noción del tiempo, sus ojos se cierran lentamente mientras da un largo y pesado suspiro aferrándose a mi. Observó su rostro tan Perfecto y varonil

Detalló aquellas facciones, noto sus pestañas largas y algunas manchas alrededor de su nariz perfilada. Sus labios carnosos, exquisitos y tentadores. Así dormido incluso, no parece tan peligroso o una bestia.

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