Capítulo 53

2.8K 194 21
                                    

•Jack Massaro•

Maximiliano.

Me levante de la silla de golpe en cuanto un grito desgarrador se hizo presente. Fruncí el ceño sin entender que ocurría y mi padre se quedó en un silencio sepulcral

-¡¿Que pasa?!- espete con molestia por no saber qué ocurre

-Rose acaba de romper fuente, ¡Necesito que pongas a tu hermano al teléfono!

Lo dice tan rapido que me cuesta asimilar lo que dice. Romper, fuente, Alex, Rose

Oh mierda.

Max pon el puto teléfono a Alex!- chilla de nuevo por el móvil y mis manos tiemblan

Pero... Mierda, apenas tiene seis meses, ella no, ella no debería estar en labor de parto todavía. Mi mente es un jodido caos y estoy literalmente en shock. Alex me quita el móvil con incertidumbre y habla con mi padre a través de la línea

-Dile que se respire con calma y que si las contracciones sigue, las enumeren y que trate de no pujar.- habla con seriedad

Empiezo a caminar hacia la salida con el corazón en la garganta. ¿Están siendo atacado?, ¿dará a luz?. Todo es demasiado para mi pobre mente y alma

En cuánto estoy fuera de la mansión mis hombres me siguen y Alex sigue dando indicaciones que prefiero no escuchar. Joder, ¡esos malditos hijos de puta no sabe en lo que se mete!

-Es el padre de Isabela- habla Andres llevando a mi con el celó hundido y la mirada en la tableta que yace en sus manos

Me tensó hasta los huesos, mi mente solo piensa en ella y juro por mi alma que voy a volverme loco de tantas preocupación. En menos de dos minutos, equipos médicos de toda clase entraron en la avioneta mientras mis hombres, tomamos asiento adelante

Apreté los puños y cerré los ojos con demasiada fuerza. No entendía que carajos pasaba, pero tenía que llegar a ellos lo más pronto posible antes de que algo le pase a mi pequeña. Tome mi arma y la cargué, respiré hondo y mi mente no dejaba de trabajar

Mis hermanos nos seguían en un helicóptero. Teníamos todo tipo de armas, entre bombas y metralletas, llegarías con absolutamente todo para acabar con ese hijo de puta

-Estamos llegando. Esto es planeado, atacaron a Rose mientras estábamos fuera- habló Andres a mi lado con la mandíbula tensa

Yo en mi cuerpo estaba horrorizado y con la adrenalina al mil. La ira me cegaba y la preocupación me oprimía el pecho

-¡Por supuesto que está planeado!- Espetó golpeando cualquier cosa que estuviera frente a mi. Mis nudillos sangraron pero la ira que me inundaba ahora, me estaba cegando por completo todo sentido racional

-¡Dos minutos para aterrizar!- habla el piloto. Me levantó sin pensarlo dos veces y observo cómo la isla, la isla donde crecí y viví por tantos años, estaba en llamas

Ya no había rastro de bosques, no había ni un solo lugar que no ardiera, mi corazón se calló al suelo y literalmente, deje de respirar.

Quede tan sumido en mis pensamientos, en aquellos horribles que me habían inundado de miedo. Ella estaba allí, ella estaba en medio de esa guerra y mi hijo... él

Solté un grito de horror, ira, frustración, dolor, todos aquellos sentimientos que me negué a sentir, pero que ella sacó a flote. Y por primera vez, estaba horrorizado y lleno de miedo

Miedo a perderlos, a perder aquello que necesitaba como un maldita droga personal. Ella, ella era mi talón de Aquiles, sin quererlo, sin planearlo, sin desearlo, ella era mi debilidad y nuestro hijo, ese nene que llegó tan inesperadamente.... no, ¡maldita sea!, ¡no puedo perderlos!

ARDER Where stories live. Discover now