ARDER

Capítulo 7

•Jugando con fuego•

Maximiliano.

Esa pequeña peli negra me pagará todas sus estupideces. Ella es la que siempre me provoca con sus actitudes de mierda. No puede comportarse ni porque estemos en un lugar público y con gusto la enfrentaría delante de todos si no fuera porque dar demasiados shock es arriesgado.

Observo su redondo y Perfecto trasero ajustado a ese short que deja medio culo por fuera. Maldita mujer.

Por más que trato de contenerme, esa niña estupida se las ingenia para tentarme cada que se le antoja y luego se hace la mustia.

¡Joder!, por más que meto mi polla en otras, sólo la deseo a ella.

No sé ni cómo es que he aguantado tanta tentación, mucho menos cuando en las últimas noches he dormido con ella, sintiendo su culo frotarse, su maldito olor que me marea y me pone a trabajar al mil.

Escuchó mi móvil, lo tomo y la peli negra me mira de reojo mientras Mari le habla sobre las maravillosas compras que hizo. Y cómo no, si estuvimos toda la jodida mañana viendo los almacenes para al final no comprar nada, es tan molesto. Me remuevo en el asiento y observo que es Andrés

-¿como vas con tu salida de chicas?- Se burla

-¿Que quieres?- gruño molesto por su estupidez

-Tenemos que ordenar los últimos detalles para la reunión de esta noche.- afirma ya más serio.

Cuelgo la llamada y Rose no deja de mirar por su rabillo de su ojo. ¡Mierda!, ¿ Quien carajos entiende a las mujeres?

Actúa como si no quisiera y después al fin si, y luego que no, y se pone rabiosa pero después me provoca. ¡Joder!, me va a dar un maldito estreñimiento con esta mujer.

En cuánto llegamos a la mansión, ambas baja del auto y uno de mis hombres las ayuda con las mil bolsas. Le doy indicaciones a Mari para que la ayude en lo que necesite y salgo directo a mi club central.

Espero en verdad que esa mocosa se comporte esta noche.

En cuánto llego Andrés me espera en la oficina. Tomó asiento y nos ponemos en seguida a trabajar.

-Irina ha estado preguntado por ti- habla recostando su cuerpo en la silla frente a mi- ¿Quien crees que gane?

Levantó la mirada sin entender a qué se refiere haciendo que sonría con malicia.

-¿De que hablas ahora?, sabes Perfecto que Irina trabaja aquí, y que con ella es solo sexo- afirmo serio

-¿Y?, no se supone que Rose también.- sonríe y ruedo los ojos molesto

Tiene razón. Ambas son solo sexo, ambas hermosas y ambas mías. Pero, no se puede comparar a Irina con Rose, ella no es tan arrogante e irritante como la peli negra.

-Supongo que gana Rose. Ya sabes, una pelea por ti. Se ve bastante rabiosa- afirma hablando con él mismo- Oye y por cierto. Sophia llega en un rato.

Vuelo la mirada a mis papeles y asiento con la cabeza.

El resto del día me la paso encerrado en la oficina con el pesado de Andrés. Entre papeleo y demás cosas, además de organizar los detalles de la fiesta de esta noche.

Entro en la mansión, me doy una ducha rápida y acomodó mi traje de negro. Muero de ganas por ver a Rose, espero que tantos cambios de vestuario no le tomen mucho tiempo, soy muy poco paciente.

Bajo las escaleras, y busco con la mirada a la mocosa pero no hay nadie más que Mari, quien sonríe

-¿Quieres que vaya por ella?- pregunta mientras acomoda mi saco negro