Capítulo 8

5.6K 385 13
                                    

              •Familia hecha por dioses•

Rose.

Estoy literalmente en shock. Todo esté lugar emana elegancia, poder y sobre todo, peligro.

Hombres con trajes elegantes por todos lados y mujeres tan atractivas y poseedoras de joyas que tendría que vender mi riñón para poder comprar alguna de ellas. Pero, lo más sorprendente de todo, es la familia de Max, literalmente, parecen todos sacados de alguna película de mafia o peor aún, de una erótica.

-Y dime Linda, ¿La bestia de mi hijo se ha portado bien contigo?- hunde su ceño con molestia

He estado hablando con la madre de Maximiliano por un rato, es una mujer realmente inteligente, intimidante y a leguas se nota que ha sufrido mucho. Pero con todo y eso, no deja de ser una de las mujeres más hermosas que he visto en mis cortos dieciochos años.

La pregunta ronda por mi mente dejándome ver lo preocupada que está. ¿Acaso está enterad de todo?

-Oye linda, puedes confiar en mi, yo jamás permitiría que alguien te hiciera daño. No importa si se trata de mi hijo- afirma con certeza

-Es de Max de quien hablamos- suelto una risilla- Se ha comportado razonable.

Miento y ella lo nota enseguida, me toma de los hombros obligándome a encararla

-Te daré un consejo Rose. Mi hijo es una bestia, él no tendrá piedad contigo, así que espero que tú no tengas piedad con él.- sonríe- Aun que para ser sincera, creó que están hechos uno para el otro- suelta su agarre y lleva sus manos hacia su cabello rojo moviéndolo con elegancia

Sus palabras retumban en mi mente sin poder evitarlo. ¿Que no es su madre?, supongo que ahora se de dónde saco lo bestia Max, ella no se queda atrás. Además, son básicamente iguales, mismas facciones, mismo tono de piel blanca, mismos labios carnosos, lo único que los diferencia es que ella es pelirroja y tiene ojos azules, Max es castaño y ojos grises, sin contar los mil tatuajes que decoran su cuerpo.

-¡Mami!- Chilla eufórica interrumpiendo nuestra conversación. La señora Cassandra se gira con una sonrisa en el rostro

-Oh, ¡Mi pequeña bastarda!- dice dándole un abrazo a una chica de cabello entre rojo y castaño, ojos azules y cuerpo de infarto. Parece literalmente la versión joven de la señora Cassandra.

-Moría de ganas por venir a verlos. ¿Y papá?- observa a su alrededor captado mi presencia, me dedica una mirada rápida y hunde su ceño

¿Intimida?, por supuesto, es diga hija de un Massaro y digna hermana de Maximiliano. La chica me observa de arriba a abajo y da un paso hacia mi con los dientes apretados. Joder.

-¿Y tú eres...

Contengo la ola de nervios que me inunda y levantó la mirada a ella con firmeza. La señora Cassandra sonríe mientras extiendo mi mano

-Rose, un placer.- ella la toma con duda y mira a su madre con evidente molestia

-Es la novia de Max- dice como si nada y yo parezco que estoy híperventilando. La chica reacciona y me mira con una sonrisa enorme dejando ver una perfecta dentadura

-No soy su...

-¡Oh por Dios!. Pensé que moriría antes de que esto fuera posible. Y mírate, eres tan hermosa- Me corta las palabras mientras se acerca y me da un abrazo dejándome anonada- Espera- se separa tomándome de los brazos- ¿El idiota no te ha hecho nada malo o si?

Si, me secuestro.

Hundo mi ceño mientras ella clava sus ojos azules o de un color extraño, en los míos.

ARDER Where stories live. Discover now