ARDER

Capítulo 37

•¿Dónde está?•

Maximiliano.

Despierto por el dolor en mis costillas que insoportable como una mierda. Trate de levantarme pero todo mi cuerpo parecía no responderme. La desesperación empezó a colarse por todo mi cuerpo y me tensé cuando los recuerdos de lo sucedido en el muelle me golpean con fuerza

Observó a mi alrededor e intento nuevamente ponerme de pie, pero de nuevo, todo dolía. Maldita sea, ¿que me pasa?

-Tranquiló, ya estamos en casa- susurró una voz masculina que reconocí de inmediato. Alex me observaba con preocupación mientras revisaba mi cuerpo

-¿Dónde esta?- pregunté sin rodeos con la mandíbula apretada. Necesito verla, necesito saber qué está bien antes de que pierda la paciencia

Me deshago de la maquina de oxigeno y me incorporo. Hago una mueca y mi abdomen está sangrando. Mierda, mi mente es un completo caos pero mi corazón no deja de darme pulsadas indicándome que algo muy grave esta ocurriendo

-¿¡Donde está Rose?!- espetó y me estoy volviendo loco. Alex llega hasta mi y sus manos me toman del rostro con demasía fuerza. Siento la ira crecer por mi sistema por su maldito silencio

-No lo sé- y se siente peor que un maldito disparo a quema ropa.

Lo intento, intento mantenerme en calma pero, mis pensamientos son un caos. Me imagino lo peor y mi pecho arde de absoluta frustración. De tan solo imaginarlo, de tan solo pensar que está en peligro, ¡maldito hijos de puta!

Estoy seguro que él se la ha llevado. ¿¡En que momento sucedió todo esto?!,¡no!, yo la tenía en mi pecho, es lo último que recuerdo, asesine a miles de hombres y llegue a ella, la cubrí hasta que corrió ha mis brazos. La tenía tan cerca, le dije que estaba bien, que todo estaría bien y ahora...

Niego con la cabeza tantas veces que duele. Alex sigue sosteniéndome, me percato de la venda que tiene en el brazo y el recuerdo de una explosión me hizo levantarme abruptamente de la cama

-¡No seas tan bestia!, Tienes que descansar, Max no estás bien- intenta mantener la calma y a mi me vale verga lo que él quiera. Tengo que buscarla, tengo que encontrar a Rose o voy a volverme loco.

-¡¿Donde está Rose?!, ¡ Tráela!, ¡ella no!, ¡por favor!.. solo tráela- siento como el nudo en mi garganta se intensifica haciendo difícil respirar.

Maldita sea, todo esto es mi culpa. Mi pecho arde y la necesitas de buscarla por el maldito mundo me hacen respirar con dificultad.

-¡¿Por que carajos la dejaste?!, ¿qué pasó?!- suelto con ira en la voz. Alex se rasca el entre cejo buscando paciencia, porque en verdad estoy fuera de mi.

-Nicholas estaba cerca, así que él nos encontró y nos trajo a la isla. Él no tenía idea de qué habías llevado a Rose. Todos estábamos inconscientes por la explosión, el solo trato de protegernos.- explica con calma. Mis músculos se tensan y tengo que hacer mucho esfuerzo para ponerme de pie.

Quedo a su altura y me acerco a él con los puños apretados.

-Tengo que encontrarla así me tardé un maldito siglo.- es lo único que digo y es lo único que mi mente proceda ahora mismo. El dolor en mi costilla se intensifica pero no me importa, no puedo quedarme de brazos cruzados, no después de todo lo que ella debe estar sufriendo