Comienza la maratón.
Capítulo 16: Florián.
“Los caballos recuerdan”.
En el campo cabalgó cerca de lady Baratheon quien recorría los prados juntando pequeñas flores junto a sus doncellas: Amelya y Sussan, estás eran dos hermanas muy protectoras con su señora.
Hagos estuvo a su lado todo el tiempo, gracias a los siete su sangrado se detuvo y pudo deshacerse de la evidencia antes que los ojos se pongan sobre ella.
Esa tarde el viento soplaba con agresividad y Avice ató su corto cabello en una coleta, su rostro quedó despejado, agrade no tener rasgos delicados como los de lady Baratheon o sino todos sabrían que es una mujer.
—¿Crees que lo consiga? —Tenía esa duda —. Él no parece interesado en ella.
Lord Tully ignoró la existencia de lady Baratheon en su castillo aunque se comportó con altura y respeto, no le dio un segundo vistazo más allá de saludar.
«El campo de entrenamiento», pensó. Desde aquel día Avice esquivó lo mejor posible la figura del Lord por los pasillos donde al parecer siempre deambula como un fantasma.
Ya habían transcurrido cinco días y Avice dedujo: “No me reconoce”, y si lo hace la ignora, ¿quién puede admitir que se perdió en el bosque con otro hombre e hizo un montón de cosas obscenas? Quizás planea mandar a matar al canalla Henry en silencio uno de estos días, Avice solo puede esperar como un cordero.
—Tragate tus palabras, pequeño perro —Rió Hagos señalando un grupo que se acercaba a caballo, los lideró un joven que Avice reconoció a la distancia —. Lord Tully vino.
Se llama Oscar Tully y es el señor de otros señores, un líder entre líderes, él comanda también sobre su empleador Benjicot Blackwood, reza porque este último no tome su estadía en el castillo Tully como una muestra de rebeldía.
Ni Hagos ni Avice se quisieron acercar, él fue directo a donde lady Baratheon se paraba serena, su vestido blanco resaltó sus grandes senos: «Chica inteligente».
Viéndolos de lejos conversar y reír no pudo evitar pensar que hacían una gran pareja, una gran matrimonio por el bien común: Si Lord Tully desposa a lady Baratheon los conflictos se acabaran entre ellos.
El Lord parecía partir cuando notó la presencia de los dos guardias no muy lejos, ella se inquietó cuando él caminó hasta ellos. Florian comenzó a agitar su cabeza de un lado a otro frustrado.
—Florian, no —retó por lo bajo, el caballo dio unos golpecitos en la tierra como si estuviera feliz, como si esperara ser reconocido.
Lord Tully dio una sonrisa de lado y avanzó sin temor al potro inquieto, le acarició el hocico y Florian pareció extasiado. Avice no supo en qué agujero meterse, si no la reconoce a ella reconocerá a Florian, aún recuerda que el joven cervatillo jugaba con el potro para matar el tiempo.
—Mi Lord —saludó Hagos a su costado.
Oscar le dio unas palmadas al potro tranquilizandolo y llevó sus ojos al soldado que lo montaba.
—Sir Hagos, Sir Henry —los mencionó —. ¿Por qué no se acercan a mostrar sus respetos cuando su señor aparece ante ustedes?
Avice y Hagos agacharon las cabezas al mismo tiempo mientras pedían perdón, el joven Lord se mantuvo callado un rato solo acariciando a Florian, quien lo viera creería que Florian es un animal muy amigable y Lord Tully tiene una mano delicada para los caballos.
¡Mentira! Florian es orgulloso y agresivo, sin embargo cuando se encariña con alguien actúa como un cachorro mimado, la memoria de Florian es buena también.
Los dos guardias bajaron de un salto esperando que Lord Tully los castigue, si fuese Lord Blackwood ya estarían postrados mientras reciben azotes en los pies por faltarle el respeto.
—Levantense —ordenó —. ¿Es su caballo, Sir Henry?
Avice asintió, Lord Tully ignoró por completo a Hagos y solo le habló a ella, él vio su armadura la cual era más pequeña que las convencionales y parecía fina, muy ligera.
—¿Quién le cedió esa armadura? —interrogó, siempre que pregunta frunce un poco las cejas.
Comprendió que se burlaba o juzgaba su preparación, después de todo un potro dócil y una armadura ligera es signo de un mal empleador. Si Lord Blackwood lo viera la colgaría por dañar su imagen y reputación, agradece que no está presente.
—Respondiendo a sus preguntas, soy el guardia de frontera bajo el mando de Lord Blackwood —informó uniendo sus manos haciendo un puño al frente y sin mirarlo a los ojos —. Todo lo que tengo se lo debo a Lord Blackwood.
Se oyó un ligero bufido saliendo de Lord Tully, Avice supo que era él porque Hagos tenía una voz más grave, ¿acaso dijo algo mal? Levantó un poco la vista y notó que él la miraba con algo de enojo, una molestia oculta.
—¿Quién te dio esa espada? ¿También fue Ben? —preguntó con un tono algo burlista y amargo, Avice creyó oír un poco de sátira, nada propio del agradable y correcto Lord Tully.
Oir como llaman “Ben” a Lord Blackwood casi le causa un escalofrío.
—Herencia —respondió rápidamente —, de mi difunto padre.
—¿Tiene usted familia? —continuó con sus preguntas pasado por las otras personas presentes, Avice se sintió en un juicio y lo tomó como tal —. ¿Hermanos? ¿Cuántos?
—Temo que desconozco el paradero de mi único hermano, mi Lord —contestó con su mejor intento por no dejar ver su nerviosismo.
El Lord pareció pensar un rato sin apartarse nunca del caballo, tenerlo con las manos en las riendas de su caballo la puso todavía más nerviosa.
A este cervatillo le crecieron los colmillos, quizás siempre los tuvo, aunque ahora que lo mira de cerca parece más un pez con escamas filosas como su lengua.
—¿Alguna persona lo espera en casa, Sir Henry? —soltó como si nada, llevó su mano desde el lomo hasta la retaguardia del animal —. ¿Hum?
No supo que responder ante una pregunta tan íntima, ¿una persona? Es extraño que no haya dicho “una doncella, una joven, una mujer”, él mencionó una persona sin revelar el sexo.
—No, mi Lord —Avice pudo percibir su sonrisa casi inexistente ante la respuesta—. Vivo para cumplir mi deber, he jurado servir hasta el último de mis días con mi espada.
Lord Tully sonrió por completo y dejó a Florian, este último rechino al perder las caricias del joven.
—Bien —soltó por fin el joven Lord —. Lo aceptaré por ahora.
Se dio la vuelta y caminó regresando a su propio caballo quien lo esperó con paciencia, Avice respiró aliviada.
“¿Lo acepta por ahora?”, eso sonó como una amenaza.
—¿Qué demonios fue eso, Henry? —soltó Hagos con la boca entreabierta.
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Gran aclaración: Los mapas de poniente me marean, se trata de respetar un poco pero aquí por el bien de la trama se cambiaran algunas cosas.
Esto es un fanfic, nada o casi nada es canon, no se lo tomen muy en serio.
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La Mujer con Armadura Sedujo al Lord (Oscar Tully)
FanficHay un largo camino por delante para convertirse en una guerrera, nunca lo quiso realmente, fue el mundo quien la empujó a la vida de la violencia. Avice, única hija de Hawk, vio a su hermano partir a la guerra hace tanto tiempo, su deber era claro:...