Capítulo 27: Juicio

363 64 8
                                    

Capítulo 27: Juicio.

“Solo obedece y todo estará bien para nosotros dos, ya no importa mentir si es por ti... El honor no es tan importante comparado contigo. Yo realmente te amo”.

Ellos llegaron en la madrugada, el joven se levantó estirando sus brazos y sacó el miembro del interior de su novia, no le importó que le doliera como el diablo por la excesiva presión, no creyó que sería tan incómodo.

—Mi Lord, un puñado de casas de los límites han venido a pedir audiencia, Lord Humfrey Bracken los lidera —le informó apenas salió de su habitación un anciano quien corrió a buscarlo, el viejo casi se desmaya de tanto subir escalones.

¿Una audiencia? La imagen de su amigo en el asentamiento de los cuervos pasó por su cabeza, que él sepa Benjicot estuvo muy tranquilo estos últimos tiempos a raíz del nacimiento de su tercer hijo al cual llamó en su honor. Bajó hasta el gran salón donde los lores de diferentes casas se pararon como estatuas, Oscar pasó sus ojos por todo ellos hasta hallar los feroces y decididos de Humfrey Bracken.

“Venimos a presentar una queja”, esas palabras desconcertaron a Lord Tully, algo le gritó que su paz está a punto de terminar.

—¿Henry el perro? —preguntó con desconcierto —. No hay tal persona en mi castillo.

Lord Bracken no retrocedió y aseguró: “Es la mujer que protege en su alcoba, Lord Tully”, esas palabras fueron tan agrias y asqueadas, la atención se puso en la figura desalineada de Lord Tully, no tuvo tiempo de arreglarse y su cuello debe estar lleno de arañazos.

—Reunan al consejo —le ordenó al anciano quien fue por él apurado.

Ante ellos se posicionó el jurado de ancianos, los lores de otras casas llegaron como una jauría hambrienta, Lord Bracken estuvo mucho tiempo esperando atrapar al maldito que remató a su hijo una vez este se rindió.

Avice dormía en la cama del Lord con placidez tocó a su lado notando la falta de su amante, se levantó extrañada pues él siempre se queda un rato retozando por más de estar despierto.

«Debe tener asuntos con esos ancianos malhumorados», se dijo. Para su sorpresa el joven regresó rápidamente y cerró las puertas, al verlo al rostro pudo apreciar una expresión casi aterrada.

—Escuchame —la tomó por los hombros —. Los Bracken están aquí, trajeron a los lores y testigos.

Avice se quedó quieta y solo resopló cansada, esto es un desastre de nuevo, ¿cómo pudo creer que los dioses estaban siendo piadosos al enviarle a este gran hombre solo para ella?

—¡Lo negaras! —exclamó Oscar —. Te apoyaré, tú no eres esa persona —habló rápido y con desespero, sus manos temblaron sobre los hombros de Avice.

«¿Mentir?», todos lo saben ya.
La imagen de un joven con ropaje amarillo se le hizo presente como un fantasma, el semental rojo barrido por el lodo de aquel templo.

—Pero sí soy esa persona que buscan —respondió —. Soy culpable de todo lo que me acusan, Oscar.

Él la soltó y miró desde arriba, también lo sabía, solo esperaba que le siga su mentira.

—Eso no importa.

La cabeza de Avice dio vueltas y lo supo: Ella lo arruinara a él.

“Familia, deber y honor”, Lord Oscar Tully, señor supremo del tridente y comandante de los señorios del ríos está a punto de manchar su honor por ella.

¿Qué clase de animal es? Un buitre rondando al rededor de un noble señor esperando a arrancarle las doradas escamas, sin piedad y sin conciencia.

Avice se levantó sin decir nada, asintió y ambos bajaron donde los ancianos y lores de diferentes casas de sentaron, junto a Lord Bracken se hallaba el nuevo señor del nido de águilas y un Lannister, todos observaron a Avice quien se puso una simple túnica.

La Mujer con Armadura Sedujo al Lord (Oscar Tully)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora