Capítulo 20: Quítate la ropa

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Capítulo 20: Quítate la ropa.

“Jamás creí que vería a mi mujer en la cama de otro hombre... Es el peor sentimiento del mundo”.

La herida en su brazo dolió con intensidad, Hagos la pudo atrapar a tiempo para cargarla lejos, lady Baratheon había huido apenas pudo junto a sus doncellas.

Mientras la cargaba Hagos solo le decía: “No duermas”,sangre escurría por su armadura, la herida estaba casi en el hombro y no paraba de sangrar.

—No moriré —dijo Avice apenas consciente, supo que él quería quitar su armadura para sacar la flecha una vez llegaron a una habitación —. No —pidió ella.

Hagos no hizo caso y puso sus manos al frente mientras quitaba la parte superior con rapidez, tiene que sacar la flecha y detener el sangrado o Henry partirá a los siete infiernos.

Hubo un silencio una vez que Hagos sacó su armadura, pudo sentir las manos en su espalda recorriendo hasta las vendas de sus pechos, luego continuó con su deber de salvarle la vida.

—Debí haberlo sabido —se oyó el susurro de Hagos, sus movimientos fueron rápidos y muy ágiles, en un segundo sacó la flecha y la recostó en la cama.

La pérdida de sangre la dejó en un pozo oscuro y confuso, se retorció en la cama como un pez fuera del agua sumida en dolor, similar a que te rompan varios huesos a la vez... varias veces, la agonía al borde de la muerte.

Avice no supo cuánto tiempo transcurrió pero cuando despertó había un verdadero lío en su puerta, los hombres Tully abrieron las puertas dando paso a un joven Lord quien avanzó rápidamente hasta la cama y la miró cubierta con las mantas.

—Hagos —susurró Avice, quería saber dónde estaba su amigo y por qué Lord Tully la amenazaba con esos ojos tan feroces.

Entre abrió sus ojos con confusión, ¿qué hace Lord Tully en su habitación? Oh, no es su habitación sino la de Hagos quien ahora es retenido por algunos guardias contra el suelo.

“¡Dejenlo!”, quiso gritar.

Lanzó un quejido pero no salió palabra alguna, aún estaba muy débil, Lord Tully giró a ver a Sir Hagos con furia.

—¿Qué hace en tu habitación? ¿Siempre lo supiste? —interrogó, se limpió la cara por lo nervioso que se hallaba —. ¡Insolente! ¡Saquenlo de aquí!

Avice no sabía lo que ocurría pero se llevaron a Hagos quien solo agachó la cabeza resignado, Lord Tully regresó su atención a Avice quien solo movía su cabeza de lado a lado.

Él se acercó a la cama y metió una mano debajo de la manta corroborando que ella no tenía puesta la parte superior de su uniforme, pegó un bufido y salió a grandes zancadas conteniendose.

Más tarde Avice se pudo sentar con normalidad y bebió agua por su cuenta, es como despertarse de una larga siesta.
Pronto llegó una anciana enviada por su superior para revisar su herida, todavía delirando se dejó tocar sin importarle que sus pechos queden libres al aire.

Una doncella la cual no la miraba directamente cruzó la puerta para presentase, su habitación se llenó de mujeres de un momento a otro, solo la ayudó trayendo agua y ropa, Avice vio las telas y le parecieron inapropiadas para un guardia, aunque aún eran una camisa y un pantalón.

Fue hasta la puerta con gran cansancio e intentó abrirla una vez las mujeres se marcharon, tenía que averiguar lo que ocurría fuera.

—¿Ah? —Tiró de la cerradura una y otra vez pero no cedía, no está tan débil, esta puerta está cerrada.

Tuvo un mal presentimiento, ahora se encuentra recluida en la habitación de Hagos y no vio al hombre barbudo tampoco, todo se cubrió por un tinte macabro.

«No pienses de más», ¿será acaso que perdieron la batalla y se llevaron a lady Baratheon? Como sus guardias tienen la responsabilidad, si es así entonces la aguarda la decapitación.

“Hagos, Hagos, Hagos”, oía en su mente. Él sabe su secreto, aunque este detalle es muy menor considerando si lady Baratheon esta viva o no.

Avice se sentó en la cama de Hagos esperando su sentencia, por la pequeña ventana se vio el sol esconderse y con ello los pasos pesados en el pasillo se hicieron presentes. Se levantó con su uniforme puesto lista para ver a los guardias, si irá a la horca lo hará con su viejo uniforme por más que este dañado a raíz de la pelea.

El ruido de las llaves la puso alerta y se paró firme, lo que esperó que sean guardias en realidad fue el joven Lord Tully quien entró, él tenía algunas heridas dispersas por su rostro y las manos lastimadas de tanto tensar el arco en la batalla.

—¿Mi... mi Lord? —llamó ella con su voz rasposa, estuvo un gran tiempo inconciente, no sabe con exactitud cuánto.

El joven cruzó por la puerta y ordenó a sus escoltas retirarse, no los quería ni en el pasillo, una vez con solos de nuevo Avice se inclinó ante el señor.

¿De verdad algo tan horrible le ocurrió a lady Baratheon para que Lord Tully venga en persona a interrogarla?

—¿Hmm? —lanzó él paseando por la habitación —. ¿Dormiste bien?

“¿Dormir bien?”, qué tipo de pregunta maliciosa era aquella.

Pudo apreciar unas manchas negras bajo los ojos del joven Lord, supo que si ella durmió mucho él no lo hizo para nada.

—Estuve herida, desconozco la situación, mi Lord —informó enseñando su hombro —. Pido que me explique que está ocurriendo, ¿algo malo le sucedió a lady Baratheon?

El dio un bufido en ese momento y lanzó una risita para nada divertida sino cínica, el cervatillo que recuerda era mimado, no este joven lleno de malicia.

—No pienses en Lady Baratheon —le aconsejó —. Tienes problema más graves que Cecily Baratheon.

Él no le habló con respeto, no la llamó “sir”.

—No entiendo, mi Lord.

Avice no se movió, bajo la presión de Lord Tully quedó quieta como una estatua, si Cecily está a salvo entonces no ve razón para tal actitud.

Esa noche el frío se hizo presente con soplidos que dejaron a Avice tiritando, quizás es el dolor por mantenerse tanto tiempo parada firme, él pareció notar aquello y levantó su mano en dirección al rostro cubierto por el cabello de Avice, sin embargo se arrepintió a medio camino.

Ella no estaba preparada para las siguientes palabras de Oscar Tully, con voz decidida y temple frío, tal vez era ira contenida: “Quitate la ropa”.














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El verdadero tóxico ya llegó.

Aclaro, Oscar tenía dudas y celos desde siempre por Hagos pero al saber que Avice fingían ser hombre no lo tomaba súper a pecho, sin embargo cuando los descubre juntos toda su cabeza se da vuelta y bueno... La va a kgar en el próximo capítulo.

Repito, su reacción no es por haberlos hallado en una posición comprometedora sino porque supuso que Hagos siempre supo que Avice era mujer y quizás, solo quizás, ambos compartían una relación.

La Mujer con Armadura Sedujo al Lord (Oscar Tully)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora