La Mujer con Armadura Sedujo al Lord (Oscar Tully)

Capítulo 24: La cacería

Capítulo 24: La cacería.

“Es un buen guerrero”.

“Lord Tully quiere llevarla a cazar”, esas palabras la golpearon, ¿es una prueba acaso?

Tras su conversación donde le dejó en claro que no deseaba tener ese tipo de relación él estuvo muy tranquilo, pasivo ante las actitudes rebeldes de Avice.

«Trama algo», no es de los que se rinden fácilmente, sino de los que buscan una salida y pelean por lo que quieren, un rasgo que a Avice fascina en el fondo de su corazón.

Preparó sus muñequeras viejas y se puso un chaleco de cuero con sus pantalones sueltos solo apretados por un cinturón y las botas con punta de acero, por si debe patear algo.

Cuando fue por Florian se encontraba feliz el potro, ella lo acarició y subió a su lomo emocionada por salir del castillo, cabalgó hasta las puertas donde el Lord ya esperaba con su porte sereno y un par de guardias que lo acompañan siempre. Además de Eggil quien se proclamó el custodio de Avice, por no decir su vigilante quien da aviso a Lord Tully de todo lo que haga la joven.

—Eggil —saludó acercándose —. Lord Tully —se dirigió al señor quien no pareció gustarle que salude antes al custodio que a él.

—Vamos —soltó con el rostro hosco.

Cuando las puertas se abrieron y galoparon hacia los bosques quiso tomar el camino principal y desaparecer, tiene una oportunidad a medias, aún así ni siquiera lo intentó. Realmente desea ver las intenciones del joven, ¿el joven que arruinó sus cacerías ahora quiere presumir que se volvió diestro en el arte del arco?

Los guardias eran dos hombres también de cabelleras castañas rojizas, en aguas dulces abundan los “cebezas de zanahoria”, ellos parecían hermanos: Britham y Aldus, más correctos todavía que Eggil quien es menor en edad.

—Hay un animal cerca —informó Aldus tocando las pisadas frescas.

Entre los árboles bajaron dejando sus caballos al cuidado de Eggil y avanzaron a pie, Lord Tully sacó su arco en el cual se presumía diestro, Avice por su lado solo lleva su espada, ni siquiera le importó pues tampoco es que quiera cazar algo realmente.

En un momento Britham y Aldus se separaron rodeando la zona dejando así a una Avice con Oscar quien solo se concentraba en caminar sigilosamente con su arco tensado.

«Nunca fui buena con el arco», y admira mucho a quienes sí, siguió al joven prestandole especial atención.

Dio unos pasos hacia atrás alejándose, puede realmente correr lejos ahora mismo y saltar al arroyo más cercano, es buena nadando.

—¡Ah! —Pisó una roca con musgo y resbaló cayendo con dureza.

—¡¿Qué ocurre?! —Lord Tully olvidó cualquier concentración para correr hasta donde Avice quedó tirada.

De un momento a otro una cara horrible con colmillos largos ascendentes se puso ante Avice, ella abrió sus ojos con temor buscando su daga rápidamente: «¡No la traje!», el jabalí salvaje de gran tamaño salió de entre los arbustos chillando.

Quiso pararse pero su pie se lastimó impidiendo sus movimientos, tomó una roca cercana negándose a ser embestida por esos colmillos y pisoteada por esas pezuñas.

—¡Cuidado! —gritó el joven, el animal parecía colérico y corrió hacia Avice con suma furia.

La flecha llegó de un costado dándole en el ojo al animal, quedó justo a los pies de Avice y ella tragó en seco, levantó la mirada se topó con un Lord Tully el cual respiraba pesadamente con el arco en la mano.