Capítulo 23: Queremos a Benjicot Blackwood

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Capítulo 23: Queremos a Benjicot Blackwood.

“¿Qué ideas locas tiene esa cabeza de pescado?”.

Con las duras palabras de Avice el joven abrió la boca y la cerró varias veces sin entender, su expresión era de desconcierto puro.
La comida se desperdició junto con el jugo, los dos jóvenes no querían probar bocado más.

—¿Cómo te atreves a decir eso luego de nuestra unión? —Lord Tully fue el primero en hablar, su expresión se veía descolocada ahora mismo y el enojo comenzó a surgir.

«¿Nuestra unión?», ¿cree que aceptar por error su regalo fue una unión? Vaya tipo insensato, eso era el joven para Avice.

—La única “union” que puede existir entre un hombre y una mujer es el sangrado matrimonio —afirmó, notó como él tragó nervioso —. Todo lo demás es solo... un juego.

Las manos del joven Lord se apretaron con nerviosismo sobre la mesa, se lo vio hacer un pequeño y casi imperceptible gesto de enfadado, aunque era más que eso: «Está triste», esas cejas se fruncieron como si algo le doliera.

—Tengo una última pregunta —El tono indeciso llamó la atención de Avice —. ¿No hubo frutos de nuestra unión en el bosque? Si es así, ¿lo dio a luz o...?

Ella abrió sus ojos tan sorprendida e impactada, ¿de qué unión y de qué frutos está hablando? ¡Es un demente!

No quiso alterar más las aguas ya turbias y solo negó con la cabeza, eso nunca sucedió, sin embargo presiente que no quiere tocar el tema.

El Lord pareció algo aliviado: “Habrá tiempo”, se lo oyó susurrar.

Desde aquella cena los días en el castillo Tully fueron los más extrañamente pacificos, montó por el campo rodeado por murallas de piedra buscando de nuevo una grieta que pueda usar para huir.

—Por favor, regresemos —pidió el joven pelirrojo que ahora sabe se llama “Eggil”, el joven es una especie de guardaespaldas siempre pegado a su sombra.

—Bien —De todas formas no quería salir ese día, la cocina prepara sopa de pescado condimentada, no es su favorita pero sí muy rica en energía, se quedará otro día más.

Conforme transcurrían los días tuvo que ver la odiosa cara de Lord Tully todo el tiempo, aunque se la pasa más en su sala de consejo o el estudio atendiendo asuntos con respecto a las recientes revueltas. La tierra de los ríos se mantuvo en su totalidad firme y leal, por otra parte otros reinos comenzaron a actuar bajo la mesa.

Luego de la muerte del guardián del norte, quien según se dice peleó contra un gigante saliendo victorioso pero con graves heridas, el norte lo lideró como regente la señora Alysanne proveniente de la casa Blackwood, el heredero del norte es apenas un bebé de pecho.

Al menos algo bueno salió de todo esto: Perdió su trabajo, su estatus, su identidad, pero puede respirar sin una armadura y las apretadas vendas que le restaban años de vida.

Claro que por más hermosos vestidos que lleguen misteriosamente a su habitación no los usa, ¿cómo puede aceptar obsequios de un hombre que la tiene cautiva? Además, no son de su agrado. Está segura que si se coloca algo de esta finas telas a la noche la citará a su alcoba para para quitarselo con sus propios manos.

Lord Tully estuvo concentrado en sus asuntos políticos aunque eso no impidió que se molestará y provocara nuevas escenas estos días: “¿Por qué no te pones los vestidos que te he dado?”, ya no le habla con ningún tipo de respeto, el “sir” quedó olvidado.

“No soy una mujer que use vestidos, mi Lord”, y Avice ya no temía responder.

Solo puede esperar desesperarlo tanto que se aburra de su presencia en el castillo y decida echarla, no obtendrá nada de ella más que una resistencia, o eso creyó.

Empujó la puerta y supo que había otro objeto en su cama, harta de las insistencias del joven tomó rápidamente lo que sea que sea y quiso tirarlo por la ventana, sin embargo se sintió pesado y bajó la cabeza: Una armadura nueva.

—¿Qué... ? —«¿algo así existe?», oyó que lady Rhea Royce usaba armadura, Lady Blackwood como arquera, en las mismas historias la reina Visenya Targaryen tenía una armadura y una espada negra.

Las mujeres comunes no pueden, solo jóvenes de alta cuna rebeldes y con apoyo de sus padres, nunca una joven de baja cuna. Tocó los grabados tallados con delicadeza: “Peces nadando en un río”.

En comparación de la primera armadura que le dio Lord Tully, esta es para una mujer, tiene un pecho formado y hombreras más pequeñas, también un cinturón pesado para apretar la figura.

Su corazón se calentó, no pudo tirarla por la ventana, es todo lo que quería: “Diste en la diana”, susurró.

Lo rescatable fue el tono del material, no era el bronce claro como el del Lord, sino uno muy oscuro asemejando su cabello, «¿lo hizo a propósito?», también parecía tener unos detalles en las hombreras con pequeños remolinos... como si soplara el viento.



En el seto de piedra un viejo Lord buscaba todos los días a las personas que puedan respaldarlo, ¡solo necesita suficientes pruebas!

Lord Bracken recibió la visita de otros lores quienes supieron de sus búsquedas imparables, ¿qué busca? Al maldito que asesinó a traición a su amando hijo.

“Y nosotros queremos a quien dio la orden de acabar con los jóvenes Bracken en el santuario... Al cuervo que atacó a la religión en nombre de sus antiguos dioses. Nosotros queremos a Benjicot Blackwood, usted a su perro rabioso”.






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Comienza la maratón, son muchos capítulos así que lean tranqui 👍

Disculpen las faltas de ortografía, es que en serio son muchos capítulos, tardaré en actualizar entre capítulos para revista un poco.

¡Agarrense las tangas!

La Mujer con Armadura Sedujo al Lord (Oscar Tully)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora