Capítulo 29: El Rey de las islas de hierro

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Capítulo 29: El rey de las islas de hierro.

“Mi hermano me traicionó, puedo aceptarlo, pero que haya negado a nuestro dios ahogado es simplemente... ¡inaceptable!”.

Al bajar del barco en aquel lugar cubierto por neblina y un manto frío Avice notó a un anciano parado en la orilla, su figura alta y su cabello largo casi en tu totalidad a no ser por unos mechones negros creería que es albino.

De su correa caminó casi a rastras, por poco cae de cara al bajar del barco, el anciano tenía en su cabeza una extraña corona blanca hecha de huesos que le inquietó: «¿El autoproclamado rey de las islas de hierro?», luego de la muerte de la rey Viserys los Greyjoy volvieron a usar ese título que tanto conflicto provoca aunque nadie se molestó en ello, solo son piratas, ¿qué tierra pueden gobernar?

“Nosotros regimos sobre el mar”, fue la respuesta del actual rey en aquel momento, lo supo por lo chismes y habladurías.

Bajó la cabeza ante la mirada acusadora del anciano, él se acercó con una expresión extraña alejando a todos los que estén en su camino hasta tenerla muy cerca de frente.

—Padre, he regresado —dijo feliz Tyron con su sonrisa algo modesta, Avice supo que este anciano es un superior ante el indomable príncipe.

«¿Por qué sigue viendome?», esos ojos le quemaron, el anciano frunció el labio con una molestia y asombro increíble.

—Estuvimos por la salida de los Tully y me encontré este curioso animal —prosiguió sin embargo él anciano no oía, solo se quedó estático —. ¿Padre...? ¿Sucede algo?

Tyron se dio cuenta de la extrañeza que llevó su padre, al viejo le temblaron las manos primero de miedo y luego ese sentimiento se volvió ira, levantó sus manos y con ellas rodeó el cuello de la prisionera.

—¡Padre! —Tyron no sabía que pasaba, solo vio a su siempre recatado padre tirarse sobre la joven con un odio absoluto.

—¡Maldito traidor! —Apretó con fuerza y Avice sintió el aire abandonar sus pulmones —. ¡Por esa puta!

Tyron jamás se entrometia cuando su padre quería hacer algo como matar o pelear, pero justo ahora temía que acabe con su mascota, así se puso en medio y sujetó las manos de su padre, eso le valió la bofetada más fuerte que pudo recibir en toda su vida.

—¿Qué ocurre? —Escupió la sangre que llenó su boca gracias al corte interno —. Es solo una perra que traje, si así lo deseas la tiraré al mar ahora mismo —mintió, de verdad no quiere tirarla al mar.

El rey bufó asqueado y apuntó a la chica, todos los hijos del hierro presentes guardaron silencio expectantes.

“Por fin perdió la cabeza”, “siempre estuvo loco”, se oía entre los más jóvenes.
Fueron los más ancianos entre ellos quienes pusieron un semblante serio y estoico, algunos se asombraron: “¿Se parece a...?”, “¡Shu, no lo menciones!”.

—¡Responde! —El viejo rey se acercó con su boca lanzando veneno, Avice se paró firme a pesar del dolor y el cansancio —. ¿Cómo se llama la rata que te engendró?

«¿Mi padre?», pensó en su honorable padre y enfrentó al anciano con un gesto de repudio.

—Fue un hombre digno mi padre —dijo con firmeza, levantó el mentón con altivez para mirarlo desde arriba —. Aunque no haya tenido apellido le decían... —Antes que pudiera terminar la bofetada la calló.

El rey le dio dos golpes más con suma ira, ella no entendía qué pasaba por la cabeza de ese anciano loco.

—¡El maldito Hawk! —exclamó —. Reconozco su puta cara reflejada en la tuya —Las palabras salieron con colera.

La Mujer con Armadura Sedujo al Lord (Oscar Tully)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora