Capítulo 35

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El paseo se nos hace largo y el viento hace que Ondine se despeine una y otra vez, cosa que no le hace ni pizca de gracia. Lo ha dejado claro en varias ocasiones. La única a la que parece no molestarle es a Anila, a quien siquiera se le mueve un maldito pelo.


''Por un día que venimos a la capital, hace mal tiempo, espero que mañana se esté mejor.'' —Se lamenta Astra mientras nos resguardamos bajo un porche, esperando a que pasara la ventolera.

— Astra... Estamos casi en invierno, es normal que haga frío.—Explica Quinn con paciencia mientras se acomoda la chaqueta. — Además, tú eres la que más tapada va, solo se te va la boca.

— ''Y se ve solo porque de alguna manera debo comunicarme con Allegra, para que lea mis labios.''


Realmente va un poco ridícula, como si las pintas que lleva no llamaran la atención: Lleva una gorra, la cual siempre baja cada vez que nos cruzamos con alguien, unas gafas de sol, aunque NO hace sol, una bufanda, un abrigo... Bueno, ya me entendéis. Además, los guardias que nos siguen a 5 metros no pasan desapercibidos tampoco, aunque ellos se piensen que sí por haberse cambiado a una ropa más normalita.


— Bueno, ¿no podemos ir a alguna otra parte a resguardarnos?—Añade Ondine, interrumpiendo la conversación sobre el tiempo de las otras dos.—

''Podríamos aprovechar que hace muchísimo viento e ir al museo central o a la biblioteca universitaria, están abiertos al público a estas horas.'' —Sugiero yo. Es un plan interesante que nos puede ayudar a no congelarnos.

''Me gustaría ir a ver la biblioteca esa, dicen que es una de las más antiguas del mundo.'' —Pide Astra, cohibida como nunca antes. — ''Así de paso miro cosas sobre Dior para mi trabajo, aquí tiene que haber algo interesante''.

— ¿Estamos de vacaciones y te vas a poner a buscar información sobre eso? —Pregunta Ondina sin poder creérselo.

''¿Qué más te da?''

Las bibliotecas son aburridas.

''Son cultura. Además, ya he dicho que puedo ir yo sola y luego me vuelvo con vosotras.''

''No te preocupes, la biblioteca es preciosa y es cultura, como bien has dicho. Muchos historiadores de arte recomiendan verla por el ornamento que tiene. Vamos primero a la biblioteca y luego hacemos otro plan. Además, que tenemos un par de días aquí, da para mucho.''


No pienso dejar que un tiempo de mierda arruine un buen día. Voy en cabeza del grupo, guiándolas a todas, al fondo vuelven a estar Anila y Ondine, otra vez.

Mis pies caminan solos, me sé el camino de memoria de todas las veces que lo he recorrido con mi madre. Desconecto unos segundos, el silencio me hace volver a recordar la pesadilla que he vivido en el tren hace unas horas. Sé que no es real, pero la imagen es imborrable, está en mi retina a fuego. Sobre todo, no dejo de preguntarme de quién se trata aquella figura sobre mis brazos.

Vuelvo a la realidad que me rodea en cuanto siento dos pequeños toques sobre mi hombro. Miro alrededor, ya casi hemos llegado y ni siquiera me acuerdo de haber caminado hasta aquí. Me giro a Maylea, quien se muestra preocupada ante mi estado de ánimo.


''¿Te encuentras bien? Te noto distraída.'' —Asiento a la pregunta.

''No te preocupes.''

Try Me © [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora