Capítulo 36

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Cuando volvemos por fin a casa, entre todas invadimos el salón de mi casa, que tratamos de comprar las entradas baratas para hacer una visita al templo.

Antiguamente las visitas eran día sí y día también, generaba una cantidad de turismo impresionante. Ya no solo por parte de los eruditos que se pasaban todo el día ahí y de las visitas guiadas, además de toda la información que se puede sacar, sino artísticamente hablando, es un museo muy rico en arte y cultura. Ahora, casi siempre lo mantienen cerrado debido a los adolescentes que les parece muy divertido dañar el patrimonio cultural del interior mediante el vandalismo y sprays de pintura. Ahora ya no es gratis la entrada, además de tener que pasar por un control de seguridad.

Igual podríamos utilizar la carta de la princesa. —Sugiere Ondine, cansada de tanto revuelo.

''Podríamos, sí.'' —En la cara de Astra asoma una pequeña sonrisa traviesa.

De hecho, si Astra llama al museo, usando su posición de realeza, todo sería mucho más rápido y sencillo.

— ''Sí, pero deben ser discretos. Nadie puede saber que estás ahí, no vaya a ser.''

Astra está de acuerdo con lo que pido, ella mejor que nadie sabe lo complicada que se pondría la situación en caso de que alguien más se enterara de que está aquí. Supondrían muchas cámaras siguiéndonos, la pérdida total de nuestra intimidad y el fin de unas bonitas vacaciones. A pesar de eso, es la idea que más nos atrae a todas, así que la rubia no tarda en tomar su móvil para llamar a la dirección del lugar.

Mi hermana se asoma por la puerta de la cocina, con un delantal de color rosa puesto con motivos florales y una espátula en la mano. Tiene su pelo recogido con una pinza para que no le moleste. Se ve bastante ridícula, así que debo contener mi risa para no ofenderla, que luego me quedo sin comer.

''Ya es casi la hora de comer, pero veo que estáis muy ocupadas con lo que sea que estéis haciendo, así que haré yo la comida. Eso y porque Astra es princesa.''

Ambas miramos a Astra, que seguimos hablando por teléfono. Deida sigue en la misma posición, escuchando lo que dice Astra. Sus ojos se entrecierran ligeramente.

''¿Tratáis de ir al museo?'' —Yo asiento.— ''¿Por qué?''

''Anila quería ir, simplemente.'' — Está muy rara.— ''¿Pasa algo?''

''Qué aburridas sois. Hay mil cosas para hacer y queréis ir a un museo.''

Ondine murmura algo que no soy capaz de entender porque no logro leerle los labios a tiempo, pero mi hermana asiente, satisfecha. No le contesto, no quiero irme de la lengua y decirle algo que la moleste, otra vez.

Mi hermana tampoco es fan de los museos, en general no es fan de la cultura. A veces me pregunto si de verdad es mi hermana o si la han criado de la misma manera.

Supongo que es debido a que mi madre, que era una gran fan de los libros y todo es mundo, influyó más en mí que en ella, al ser yo más mayor y tener memoria de las cosas.

''Por cierto...'' —Me señala con la espátula y la mete en el bolsillo de su delantal.— ''Te tengo que enseñar algo, creo que te va a gustar.''

Durante los siguientes minutos, mi hermana insiste en que la siga hasta el tenebroso sótano, donde mi padre tiene todas sus cosas almacenadas. Mientras tanto, Astra se queda arriba con el resto, tratando de convencer a alguien, quien fuera, de que ella es una princesa y tiene autoridad para acceder al museo.

Try Me © [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora