Try Me © [LIBRO 1]

Capítulo 38

La semana se nos ha hecho demasiado corta, para cuando nos hemos dado cuenta, ya estamos en marcha, yendo hacia nuestra última excursión de las vacaciones. 

— ‘’Ya estamos en el centro otra vez, chicas.’’

Todas bajamos del autobús en orden para no empujar al resto de la gente. Soy la primera en salir y la primera en fijarse en que el cielo se ha despejado por completo.

— ‘’Ya no parecerás tan tonta con las gafas y la gorra puestas, Astra’’. —Me burlo. Ella me imita, molesta, haciendo reír aún más a las demás.

En cuanto el bus arranca, cuando ya ha salido todo el mundo, deja un rastro de olor rancio, seguramente por culpa del motor, que se habrá sobrecalentado, además que el calor que hace no ayuda en nada.

Conforme avanzamos por las mismas calles que la última vez, más o menos tomando la misma dirección, me doy cuenta de que el olor ese asqueroso persiste. El estar en una callejuela provoca que ese olor quede atrapado entre ambas paredes, haciéndolo más fuerte. Es un olor familiar pero desagradable. 

El dicho que dice que el olfato es el sentido que mejor se adapta resulta ser cierto, ya que el intenso olor se va volviendo gradualmente más leve con el tiempo. Hasta doblar la esquina de la calle, ya que la brisa trae consigo, una vez más, ese olor. Esta vez tiene algo distinto, tiene un toque similar a las brasas, como si se estuviera quemando algo. No me extraña nada, toda esta zona turística está llena de restaurantes y puestos, puede ser que se les haya quemado algo. 

— ‘’¿Tú también lo hueles, no?’’ —Me pregunta Maylea, como si la respuesta no fuera evidente.

Nosotras no somos las únicas en darnos cuenta, la gente a nuestro alrededor alza la cabeza, como si trataran de captar más del olor. Tanto aquellos sentados en las terrazas, como la gente que pasea por la zona.

Seguimos por la calle principal esta vez, debemos seguir esta dirección, es la única forma de llegar al museo. Ondine utiliza su brazo izquierdo para pegarme a la pared, los coches tratan de dejar camino a la ambulancia y a los bomberos, que pasan por nuestro lado a máxima velocidad, con las sirenas encendidas.

— ‘’¿Bomberos?’’

Con el mismo brazo con el que me ha retenido contra la pared, señala el cielo y luego baja la mano hasta el techo de los edificios, siguiendo el hilo de humo negro elevándose dos calles más lejos. Esa es la razón por la que huele tanto a humo ahora que nos hemos ido acercando a esa zona.

Definitivamente se trata de un incendio grande. Mierda. ¿Qué se ha podido quemar por esa zona? ¿Una casa? ¿Un restaurante?

Aligero el paso, más temerosa de lo que podamos ver conforme más nos acercamos inevitablemente a la zona del humo.

— ‘’¿Seguro que hay que coger por aquí? Estamos yendo directas al humo ese.’’ —Maylea está tan preocupada como yo, no puede apartar sus ojos del humo, que cada vez es más negro.

— ‘’Por ahí está el museo, no hay otra forma de llegar.’’

Maylea se detiene de golpe. Yo me paro igualmente y me giro hacia ella para ver qué ocurre. Todas se han detenido. Al igual que ella, miran a Astra, que lee algo en voz alta desde su móvil.

Toco al hombro de May para preguntarle qué ocurre, pero me hace un gesto de espera.

Cuando termina de hablar, Astra nos enseña la pantalla de su móvil. Soy la única que se acerca para leer lo que pone ya que desde la distancia soy incapaz. 

‘’Incendio en el museo de la capital de Umanlyra’’

Ese es el titular de la noticia. Rápidamente me giro para mirar el humo negro que sigue ascendiendo. Me niego a leer el resto de la noticia, salgo corriendo en dirección al museo. Necesito verlo para creerlo.