MinhoGenial, otro día?, si, otro día.
Ya es casi una tradición para mí despertar con un dolor de cabeza que parece estar celebrando una fiesta en mi cráneo, con tambores y fuegos artificiales incluidos. A veces me pregunto si la banda que está tocando en mi cabeza se toma algún descanso, pero parece que no. Intento ignorarlo, pero es como intentar ignorar a un vecino ruidoso a las tres de la mañana: imposible. Levantarme de la cama es un desafío olímpico, y lo peor es que ya sé cómo va a terminar esta competencia. Spoiler: no va a mejorar. No de inmediato, al menos.
El mundo puede esperar. Pero yo no puedo quedarme aquí todo el día, aunque lo desearía. Así que, con toda la resignación del mundo, arrastro los pies para empezar el día. Paso por el espejo y, para mi sorpresa, mi reflejo tampoco tiene ganas de existir hoy. Genial, estamos en sintonía. No es que sea el fin del mundo, todavía, pero sí que parece una larga espera para algo más... algo que ni siquiera sé si quiero que llegue.
"Si la vida te da limones, hazte un mojito y sigue adelante... aunque no tengas ron", me repito, medio en broma. Porque, siendo sinceros, me encantaría tener el ron. Pero en este caso, ni limones tengo, solo ese dolor de cabeza y una lista de cosas que preferiría evitar. Como siempre, toca ponerle cara al día, aunque por dentro esté pidiendo una pausa.
Lo de anoche es algo borroso, típico. Salí con mi novia, plan relajado, solo ir al antro como siempre a fingir que me importa. Al principio, todo fue normal: copas, risas... lo de siempre. Ella se fue temprano, nada raro, y yo, sin mucho más que hacer, pensé que sería buena idea quedarme un rato más. El ambiente seguía prendido, y no había motivo para irme. ¿Para qué apresurarme? Aún había noche por delante y yo lo iba a disfrutar.
Unas cuantas copas más, la música haciéndose más envolvente, y antes de darme cuenta, ya estaba bailando con otra chica. No fue como que lo planeé, pero tampoco es que lo evitara. Todo simplemente fluye cuando el alcohol y las luces hacen su parte. Las decisiones ya no parecen importantes en ese punto, solo te dejas llevar por el momento. Y claro, yo lo hice.
El resto de la noche se fue en fragmentos: risas coquetas, miradas que duraron más de lo necesario, como si el tiempo pasara distinto dentro del antro. El baile se fue acercando poco a poco, hasta que a estas alturas eso de "guardar distancia" dejó de existir. Sus manos, mis manos, moviéndose sin pedir permiso. Todo se volvió un juego, uno en el que ambos sabíamos exactamente a dónde iba a terminar.
Al final, terminamos en mi departamento. Ni siquiera recuerdo cómo llegamos, pero ahí estábamos, como si todo hubiera estado planeado desde el principio. Lo típico: luces apagadas, piel sobre piel, y las palabras se volvieron innecesarias. Dejamos que el silencio y la oscuridad hicieran el resto. No hubo nada que pensar, nada que discutir. Simplemente sucedió, tal como esperaba. Después de todo, no es la primera vez que me encuentro en una situación así, y no será la última. Ella se fue apenas terminamos, lo asumo. Me levanté en la mañana y no había ni rastro de ella. Tampoco es que me importara demasiado, la verdad. No hubo preguntas, ni despedidas, ni promesas vacías.
Cuando desperté, lo primero que noté fue ese chupón en mi pecho. Una marca, casi un recordatorio de lo que había pasado. Como si realmente necesitara algo que me lo aclarara. Me miré en el espejo, con el mismo gesto de siempre: una mezcla de indiferencia y rutina. "Vaya, otra más", pensé. Me reí un poco. No es la primera vez que algo así pasa, y no será la última. Siempre es lo mismo. No tengo ningún problema con eso. Al fin y al cabo, todo salió como tenía que salir.
De tal palo, tal astilla, igualito.
detallessssss
Agarro mi celular y, por supuesto, no espero demasiado. Quizás algún mensaje o esas notificaciones de redes que no importan a nadie. ¿Qué podría ser? Seguramente solo más memes de gatos o alguna noticia irrelevante que el mundo olvida cinco minutos.
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Aprendiendo a amar [Minsung]
Random«Creo que es lo que pasa cuando de verdad quieres a alguien, solo...cambias» En el momento menos esperado, dos almas perdidas se topan, Jisung, atrapado en su propio dolor y luchando por simplemente sobrevivir a su vida, se cruza con Minho, quien...