XXIV - Un brindis por la incertidumbre (parte 2)

3 0 0
                                    

N/A (nota de la autora) : Este capitulo contiene algunas escenas un poco subidas de tono, no es mucho pero si es algo spicy muejejeje (también es un capitulo mas largo)

...

Han

Estuvo todo muy bien. Las canciones que van a presentar tienen un gran potencial, y puedo sentir la energía en el aire; estoy seguro de que darán todo en el escenario. Han trabajado duro, y el esfuerzo se nota en cada nota que ensayaron. Sin embargo, hay algo que me inquieta: Minho. Aunque intenta esconderlo tras una sonrisa, puedo ver que está estresado. Sus ojos delatan esa carga que lleva, y me preocupa. Quiero ayudarlo, aunque no estoy seguro de cómo, pero tengo la esperanza de que se sienta mejor pronto.

Por mi parte, sigo lidiando con mi propia sombra, esa depresión que parece seguirme como un perro fiel. Pero hoy, con todo lo que está sucediendo, he decidido que no dejaré que eso me arruine este momento. Estoy aquí con él, y eso tiene que ser suficiente para sobrellevar cualquier malestar que me persiga.

Ahora estamos en su departamento, y no puedo evitar sonreír al pensar en lo mucho que me encanta estar aquí. Hay algo en este lugar, en la forma en que está decorado y en la atmósfera que se respira, que me hace sentir seguro. Mientras lo miro, veo a Minho sonreír, pero su sonrisa esconde un destello de inquietud que me intriga.

—Tú solo sigue siendo bonito, yo cocino y me encargo hoy— me dice, y una risa tonta se escapa de mis labios. ¡Oh, Dios! ¿De verdad me va a cocinar una cena? Esa idea me llena de emoción, es increíble!, La anticipación se agita dentro de mí, y no puedo evitar imaginar el aroma de la comida llenando el espacio, el sonido de los utensilios chocando, y cómo su risa resonará en cada rincón.

Siento una oleada de calidez en mi pecho. Es un momento simple, pero para mí, significa todo. Es más que solo una cena; es un acto de cariño, una forma de conectar con él. La idea de que Minho esté dispuesto a dedicar su tiempo para prepararme algo especial me hace sentir valioso, querido.

Desde el comedor, lo observo cocinar con curiosidad. ¿Qué estará haciendo? No tengo ni idea de qué hay en su mente culinaria, pero creo que es pasta con algo. Omggg,  Amo todo lo que tenga que ver con pasta. La simple idea de que Minho esté preparando un plato de mi comida favorita me hace sentir una mezcla de anticipación y felicidad.

Mientras lo miro, me doy cuenta de algo nuevo: se ve sumamente atractivo cuando cocina. Es increíble cómo un simple acto puede transformar a alguien a mis ojos. La forma en que se mueve por la cocina, concentrado en cada detalle, es electrizante. Sus brazos, siempre cubiertos con esas mangas largas que parecen pegadas a su piel, se ven irresistibles mientras manipula los ingredientes. La manera en que mezcla la pasta y la salsa, con una precisión casi artística, me tiene hipnotizado.

Su expresión despreocupada es una vista que me llena de alegría. Esa atención excesiva que le dedica a cada cosa me hace admirarlo aún más. Puedo ver cómo su mente se sumerge en el proceso, y me encanta que se entregue a lo que está haciendo. Y ese delantal... Dios mío, ese delantal. Acentúa su figura y hace que su cuerpo se vea aún más atractivo. Cada movimiento que hace, desde revolver la olla hasta ajustar el fuego, despierta una chispa en mi interior.

He de parecer pendejo de tan embobado que me veo viendolo.

—¿Qué tanto me ves?— me dice Minho con una sonrisa algo pícara, y me doy cuenta de que ya me ha atrapado. ¡Ups!

—Te ves atractivo— le respondo directamente, sin dudar. Lo miro de frente, disfrutando de cómo su rostro se sonroja ligeramente. Me encanta que, a pesar de su actitud dominante e intimidante, esos elogios provenientes de mí logren hacer que se sonroje. 

Aprendiendo a amar [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora