II - Rarito

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Minho

Todo pasó tan rápido que no tuve tiempo de procesarlo, pero mientras corríamos por el pasillo, algo llamó mi atención. Justo en la esquina, sentado en una silla, estaba ese tipo raro que Jeongin había traído al ensayo.  Ahora, su presencia me resultaba desconcertante. No se movía, ni siquiera parecía registrar lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Tenía una expresión completamente ausente, los ojos perdidos en algún lugar que no pude descifrar del todo en esos breves segundos en que lo vi. Era como si estuviera atrapado en su propio mundo, completamente ajeno al caos que se desarrollaba. Ni un parpadeo, ni un gesto que indicara que notaba lo que pasaba.

Pero no tuve tiempo de analizarlo más, repito, estaba a dos parpadeos de sacar hasta el flan que me comí en el 2002.

La situación era bastante caótica. Había estado bebiendo y el ritmo frenético de la noche había comenzado a hacer efecto en mí. No estaba seguro si fue el alcohol o simplemente el estrés de la noche, pero mi estómago ya comenzo a revelarse, y ahora aquí estoy,  me encontraba corriendo por el pasillo orientandome con la sensación de que iba a desmoronarme en cualquier momento.

No sé exactamente qué me impulsó a seguir adelante, pero en ese momento, mi mente estaba centrada en un solo objetivo: encontrar el maldito baño. Casi no podía ver claramente por el mareo, y cada paso parecía ser un desafío monumental. Lo único que podía hacer era aferrarme a Chan, que estaba a mi lado, con una expresión de preocupación pero a la vez acostumbrado que parecía más seria de lo que normalmente mostraba.

Finalmente, llegamos al baño de la sala de ensayos. don líder con su habitual sentido de responsabilidad, me ayudó a entrar y me dejó allí, prometiéndome que me esperaría afuera. La puerta se cerró tras de mí, y en cuanto me incliné sobre el inodoro, todo el malestar y el alcohol que había consumido comenzaron a salir. Era un alivio, aunque también me hacía sentir una rara combinación, en parte esto me daba risa, pero otra parte me hacia sentir un poco miserable.

Ya en el baño, me enjuagué la cara y la boca, tratando de borrar cualquier rastro del desastre reciente. Mojé un poco mi cabello y traté de peinarlo, aunque el esfuerzo era casi en vano; seguía viéndome algo despeinado. Sin tiempo para preocuparme demasiado por mi apariencia, saqué una menta del bolsillo que probablemente llevaba allí un buen tiempo. Era lo único que tenía para refrescarme antes de regresar al ensayo. Aunque todavía me sentía algo mareado, estaba decidido a dar lo mejor de mí y no dejar que la noche terminara en un fracaso total.

Finalmente, el ensayo comenzó. Tarde, pero comenzó. Mi papel en la banda es ser uno de los vocalistas y el guitarrista principal. Bangchan, nuestro increíble y fácil de desesperar líder, se encarga de la dirección general. Hyunjin, otro vocalista, maneja el teclado con habilidad. Jeongin toca el bajo (el me cae bien mal, lo voy a admitir ), y Changbin es el baterista.

Aunque no es fácil, ahí estamos, esforzándonos por mantener cuerdos y todo en racha.

—Ya llegó por quien lloraban, empecemos con esto de una buena vez, ¿les parece? —solté directamente al micrófono, tratando de sonar con la seguridad que no sentía en ese momento, creo que me pase de pena ajena, pero no me importa.

Jeongin, que estaba justo a mi lado, me lanzó una mirada que claramente decía "a veces me pregunto por qué sigo en esta banda". La sensación era mutua, en parte. No entendía cómo alguien como él seguía allí. Pero, al final del día, supongo que era parte del encanto y el caos que hacía que todo funcionara, de alguna manera.

Aprendiendo a amar [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora