Aprendiendo a amar [Minsung]

XXX - Llévame de vuelta a la noche donde nos conocimos

Minho.

Japón es genial, ya llevamos unos días aca, Cada rincón de este lugar parece sacado de un sueño. Las calles están llenas de luces brillantes y colores vibrantes, creando una explosión de vida que me deja sin aliento. Desde los carteles luminosos de neón hasta los tradicionales faroles de papel, todo se siente como una experiencia sensorial envolvente. La arquitectura es un hermoso contraste entre lo antiguo y lo moderno, con templos históricos que se alzan majestuosos al lado de los rascacielos contemporáneos. Cada paso que haces es como si estuvieras explorando un nuevo mundo, lleno de posibilidades.

La comida aquí es simplemente increíble. Desde el ramen humeante hasta los takoyakis crujientes, cada bocado es una celebración de sabores. Sin embargo, no todo ha sido perfecto, obvio, A nuestro amigo Hyun le cayó algo pesado un sushi que decidió probar, y no puedo evitar reírme un poco al recordar su expresión. Su cara se transformó en una mezcla de desdicha y arrepentimiento, como si cada decisión que había tomado en ese momento lo hubiera llevado a un abismo de malestar. —"Me arrepentí de cada decisión que tomé", me pareció escuchar en sus pensamientos.

 Pero, afortunadamente, le dimos una pastilla y, tras un breve tiempo de espera, volvió a estar como nuevo. Nos reímos aliviados, sabiendo que lo necesitábamos al 100% para el espectáculo.

Ahora mismo, estamos en el vestuario, terminando de cambiarnos y preparándonos para nuestro gran momento. La emoción en el aire es palpable; Puedo sentirla vibrar en mi pecho. La adrenalina me recorre, mientras reviso mis instrumentos una vez más. Las guitarras, el bajo y los micrófonos están listos, y cada uno de nosotros tiene un brillo en los ojos que refleja la anticipación. Miramos en silencio hacia el escenario, donde en unos momentos estaremos mostrando al mundo lo que hemos estado trabajando y que cada crisis que le dio a Chan valió la pena.

El escenario nos espera, y estoy ansioso por mostrarles a todos lo que valemos. Este es nuestro momento, el que hemos estado esperando. La idea de que todos nos vean, y de que recen porque no cometamos un error, me hace sentirme como una estrella de rock, aunque todavía no haya logrado dominar mi guitarra sin parecer un pulpo enredado. Recibí mensajes de Han llenos de palabras de aliento, y con eso me siento completamente bendecido. Aww, mi niño es realmente especial. No sé cómo lo hace, pero siempre me anima, incluso a la distancia.

Todo está listo: guitarras afinadas, bajo en su lugar, el piano y la batería preparada para hacer vibrar el lugar. Mi micrófono está perfecto. Todo saldrá bien, todo saldrá como tiene que salir. La adrenalina corre por mis venas mientras me concentro en lo que está por venir.

—Respiren hondo, sean fuertes y aprieten la cola, Ya saben absolutamente todo: qué hacer, qué no hacer, qué canción va primero, cómo es la intro, cómo es la outro. —Chan nos reúne en círculo, luciendo como un líder de equipo de deportes que intenta motivar a sus jugadores antes de la gran final, da un poco de pena, pero ahora todo vale.

—No me dejen comer sushi de nuevo— menciona Hyun, que se está recuperando. Su cara de preocupación es tan exagerada que casi me hace reír.

—Que pidamos sushi de celebración dijiste?, muy bien, así va a ser— dice Chan, haciéndonos reír un poco

—Si te atreves a pedir sushi otra vez, que alguien me avise para que me esconda bajo la mesa— le responde Bin, cruzando los brazos.

—Chicos, al menos no me dejen pedir ramen. La última vez que lo hice, casi me muero por el picante— agrega Jeong, frunciendo el ceño.

—Cualquiera que se atreva a pararse frente a nosotros hoy, mejor que se prepare, por que yo me tropiezo hasta respirando— añade Bin, ay este tipo. Su confianza es tan exagerada que siento que podríamos vencer a un ejército con solo mirarlos.