Aprendiendo a amar [Minsung]

XXVI - No te hagas el héroe Minho

Han

Me dormí llorando y medio mal viajando. Tengo 18 años ya, ¿por qué sigo siendo tan sensato? Debería ser más fuerte, ¿no? Como si la vida no tuviera suficiente con su propio drama y yo no ayudara en nada poniéndome así.

...

una semana después y apenas, pero bueno, no me quejo.

Como si el universo escuchara mis pensamientos amargados de que últimamente están teniendo muchos ensayos y nunca nos invitan, Chan mandó un mensaje al grupo. Ese grupo raro que Jeong creó borracho. Una buena anécdota... cuando todavía había cosas que parecían tener algo de sentido.

Decía que hoy había ensayo, que estaban puliendo las canciones, bla, bla, bla. Cosas de siempre. Ni sé por qué me importa tanto. Tal vez porque últimamente estar solo se siente demasiado silencioso. Pero, a la vez, algo me frenó; como si parte de mí prefiriera quedarme en el mismo sitio, congelado. Ya con todo lo que sé, los pensamientos que se me están pegando... Dudo si ir. No sé, suena raro, pero siento como si estos fueran los últimos ensayos que veré. Una sensación que prefiero ni analizar.

Lee knoww

Hannie

cariño0o0o

iras a verme? 😸💖

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Ah sus mensajes, son una pizca de felicidad para mi corazón, ni como decirle que no

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Han J

JKSJAKSJA 

Obvio bonito

💖💖

Lee knoww

Va

Los arreglos que hicieron a las canciones

muy buenos

 ..

Mi noviecito, gracias.

Pues bueno, ya después de esa conversación, hare lo que tenga que hacer hoy, al menos hoy toca hacer despensa con mi mama, buena forma de que el tiempo pase rápido.

...

Estoy en el carro con mi mamá, camino a donde siempre. El aire se siente medio pesado, pero verla aquí, al lado, me da un pequeño consuelo. Me doy cuenta de que al menos no todo es tan horrible. Mi relación con ella ha mejorado mucho. Nunca fue mala en sí, pero sí había tensión. Incluso en los momentos difíciles, cuando se enojaba, jamás era hiriente. Siempre intento comprenderme. Ahora, siento que hay menos cosas sin decir entre nosotros, y eso... eso es bonito.

—¿Y cómo estás, Jisung? ¿Cómo va todo? —me pregunta, rompiendo el silencio y mis pensamientos. Me sorprende un poco, pero platicar con ella siempre está bien. Supongo que me ayuda a recordar que hay alguien que me escucha.

«¿Cómo estoy? Pues, últimamente me siento cansada, mamá. Cansado de verdad, como si llevara un peso encima de todo el tiempo. Me levanto y ya me siento agotado, mental y básicamente, como si cada día fuera una subida interminable por la misma cuesta. Si vieras bien mi cara, notarías las ojeras; parezco alguien que desayuné drogas en lugar de cereal, aunque, si te soy honesto, ni siquiera desayuné hoy. Estoy harto, mamá. Hartísimo de todo y, más que nada, de mí mismo. Me siento mal, pero a la vez estoy bien, ¿sabes? Como si en cualquier momento pudiera explotar, pero también resistir. Estoy bien, solo que a veces se me vienen pensamientos raros, como que quiero dejar de existir por un rato. Estoy bien, aunque a veces se me va el hambre. Estoy bien, pero a veces me pregunto si cada día será igual que el anterior».