Who is Park Jimin? [Y.M] [✓]

24

—Me sorprende que me recuerdes. —dijo.

—¿Por qué habría de olvidar al hijo preferido de mi madre y padrastro? —preguntó.

—Tú lo fuiste. —respondió.

—¿Yo? —soltó una carcajada. —¿Te parece ser el favorito que permitan que te abuse sexualmente desde los 5 años?

—Tú sedujiste a mi padre. —le dijo.

—Típico de personas ciegas que dicen eso. —lo vio de pies a cabeza. —solo diré que si no los mato yo lo hará Agust D.

—¿Agust D? —soltó una carcajada. —Esto no es un cuento de hadas donde el mafioso se enamora de un prepago como tú, además estoy seguro de que él no me gustan los traseros usados como el tuyo.

—He sabido cómo manejarlo. —lo vio. —una marioneta que cumple con todo lo que pido sin excepción alguna.

La puerta se abrió dejando ver a una mujer y a un hombre que al verlo sonrió, el chico también los vio y solo se rio.

—El pequeño Minnie ya es un hombrecito y muy bien desarrollado. —habló el hombre.

—¿Por qué no vienes y averiguas qué más tengo papi? —dijo.

La mujer se acercó y le dio repetidas cachetadas al chico el cual solo se reía ante los golpes qué recibía por parte de la mujer.

—También te extrañé mami. —dijo con burla.

—Sunoo dale una lección y luego lo preparas para el primer cliente. —salió con el hombre.

El chico se acercó y le dio un fuerte puñetazo en la cara a Jimin, el cual solo se reía ante los golpes qué recibía, su boca tenía sangre, pero lejos de disgustarse; le encantaba sentir ese sabor en sus papilas gustativas.

—Ya veo porque no sirves de prepago. —hablo Jimin. —No sabes dar placer y en los golpes se demuestra.

—Tú no sabes nada. —le dijo. —no lo sabes.

—Con solo verte sé lo patético que eres. —hablo. —vivías bien a costa de mi sufrimiento por eso huí para que sufrieras lo mismo que yo.

—¿Y si te mato? —le dijo.

—Creo que sería lo adecuado. —lo vio. —porque yo no dudaría en hacerlo.

—Sabes que hay personas que te extrañan. —lo tomó del mentón. —¿Recuerdas a todos los tipos que estuvieron entre tus piernas?

Jimin solo lo vio y no dijo nada él fue dejado ahí y luego de unas horas un hombre entró y vio al chico el cual no se movía para nada.

—Park Jimin. —le dijo. —mírate la última vez que te tuve tenías cuántos, ¿Seis años?

—Siete, señor Kim. —abrió las piernas y sonrió.