Who is Park Jimin? [Y.M] [✓]

40

Sin dar tiempo a que el miedo lo consumiera, Yoongi tomó la mano de Jimin y lo llevó al borde. Los pasos de los perseguidores resonaban más cerca, y no había tiempo para dudar. Con un último vistazo a los ojos de Yoongi, Jimin asintió.

—Vamos a saltar juntos, ¿de acuerdo? —dijo Yoongi, apretando la mano de Jimin con fuerza.

—De acuerdo... —respondió Jimin, intentando ignorar el nudo en su estómago mientras Kitty lo alentaba a seguir adelante.

—Podemos hacerlo. —le decía Kitty. —Yoongi está con nosotros.

Sin más demora, Yoongi contó hasta tres y ambos saltaron al vacío. El aire rugió a su alrededor mientras caían, el mundo girando en un torbellino de miedo y adrenalina. Por un momento, todo lo que Jimin pudo escuchar fue el latido de su corazón y el grito de Mochy en su mente. Pero justo cuando pensaba que todo estaba perdido, sintió el fuerte tirón de una cuerda que los detuvo a mitad de la caída.

—¡Estamos a salvo, Jimin! —gritó Yoongi mientras ambos colgaban a medio camino, sujetos por un arnés que Yoongi había preparado.

A sus corazones aun latiendo con fuerza. Los sonidos de sus perseguidores se desvanecieron en la distancia, y por un momento, todo estuvo en silencio. Jimin respiró profundamente, sintiendo el alivio recorrer su cuerpo.

—Lo logramos... —susurró Jimin, apenas capaz de creerlo.

—Lo logramos juntos —respondió Yoongi, sosteniéndolo firmemente.

Kitty y Mochy permanecieron en silencio, pero Jimin sabía que ambos estaban ahí, aliviados de haber superado este desafío. Con Yoongi a su lado, sentía que podían enfrentar cualquier cosa. Jimin respiraba con dificultad, el sonido de sus latidos resonando en sus oídos mientras trataba de recuperar el aliento. El alivio de haber escapado de la persecución aún palpitaba en su pecho, pero algo llamó su atención. Yoongi, que había estado tan calmado y en control durante toda la fuga, de repente se detuvo, inclinándose ligeramente hacia un lado, con una expresión de dolor en su rostro.

—¿Yoongi? —preguntó Jimin con preocupación, dando un paso hacia él.

Yoongi intentó disimular, pero no pudo evitar emitir un leve quejido cuando movió su brazo. Jimin se acercó rápidamente, y fue entonces cuando lo vio: una mancha oscura extendiéndose por la tela de la camiseta de Yoongi, justo en su abdomen. El color rojo profundo era inconfundible.

—¡Yoongi, estás herido! —exclamó Jimin, su voz cargada de pánico.

Se arrodilló frente a él, sus manos temblorosas mientras intentaba levantar la camiseta para ver la herida. Yoongi intentó detenerlo, pero la fuerza lo abandonó por un momento, y se dejó caer contra la pared del edificio, apretando los dientes para contener el dolor.

—No es... no es nada, Jimin. —dijo Yoongi con dificultad, tratando de restarle importancia. — Solo un rasguño...

Pero Jimin sabía que no era cierto. La sangre brotaba de la herida, una señal clara de que había sido alcanzado por una bala durante la persecución. Kitty intentó mantener la calma, instando a Jimin a no entrar en pánico, pero el miedo de Mochy empezó a hacerse más fuerte.

—Yoongi, esto no es un rasguño... —susurró Jimin, su voz quebrándose mientras trataba de presionar la herida para detener el sangrado.

—No puede ser, no puede ser... —pensaba Mochy, su ansiedad desbordándose. —No podemos perderlo...