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El sol de la mañana se colaba por las cortinas de la mansión en la que se encontraban, bañando la cocina en una luz cálida y suave. Yoongi se encontraba sentado en la mesa, observando a Jimin con detenimiento mientras este preparaba el desayuno. A pesar de la tranquilidad aparente de la escena, una tensión sutil flotaba en el aire, algo que Yoongi no podía ignorar.

Jimin se movía con precisión, sirviendo café en las tazas y colocando tostadas en los platos, pero su habitual comportamiento parecía apagado. Había algo en su comportamiento que estaba fuera de lugar; sus movimientos eran más normales, sus ojos evitaban los de Yoongi, y sus palabras, cuando las decía, eran breves.

Yoongi frunció el ceño ligeramente mientras tomaba un sorbo de café. No le gustaba esta versión distante de Jimin, si bien, ya había visto su comportamiento reservado este era muy diferente y el silencio entre ellos solo hacía que su preocupación creciera. Decidió intentar romper el hielo, esperando que Jimin se abriera.

—¿Dormiste bien anoche? —preguntó Yoongi, su tono calmado, pero con un trasfondo de inquietud.

—Sí, dormí bien. ¿Y usted señor Min? —Jimin levantó la vista brevemente, luego asintió con una sonrisa que no alcanzó sus ojos.

Yoongi supo de inmediato que Jimin estaba evadiendo algo, no había duda de que algo estaba mal, pero su novio parecía decidido a no compartirlo. Yoongi no era del tipo de insistir cuando alguien no quería hablar y menos cuando se trataba de Jimin, pero Jimin no podía ocultarle sus sentimientos por mucho tiempo; lo conocía demasiado bien para eso.

Mientras Jimin se sentaba frente a él y empezaba a comer en silencio, Yoongi decidió ser más directo.

—Jimin, has estado actuando raro desde el día que desapareciste. —dijo Yoongi con suavidad, tratando de no sonar acusatorio —¿Hay algo que te esté molestando?

Jimin se detuvo un momento, sus dedos tensos alrededor de su tenedor. Sus ojos bajaron hacia su plato, evitando la mirada de Yoongi nuevamente. Después de un segundo de silencio incómodo, negó con la cabeza.

—No es nada, señor Min. —trago. —De verdad, no se preocupe.

Pero Yoongi no podía simplemente dejarlo pasar. No cuando podía ver claramente que algo pesaba en la mente de Jimin. A pesar de las negativas, sabía que lo mejor era darle espacio, pero no podía evitar sentir un nudo de frustración en su pecho.

—Sabes que puedes hablar conmigo, ¿Verdad? —insistió Yoongi, su voz baja, casi un susurro. —No importa lo que sea, estoy aquí para escucharte.

Jimin levantó la mirada por fin, encontrándose con los ojos sinceros de Yoongi. Por un momento, pareció que iba a decir algo, que las palabras estaban en la punta de su lengua. Pero en lugar de eso, Jimin esbozó una pequeña sonrisa, cargada de melancolía, y volvió a negar con la cabeza.

—Gracias, señor Min, pero realmente estoy bien. —hablo. —No hay nada de que preocuparse.

Yoongi sintió una punzada en el corazón al ver cómo Jimin se cerraba de nuevo. Quería romper esas barreras, quería que Jimin confiara en él, pero sabía que forzar las cosas solo lo alejaría más. Así que, con una resignación silenciosa, dejó que el tema cayera, aunque la inquietud persistía en el fondo de su mente.

El resto del desayuno transcurrió en un silencio tenso. Ambos comieron en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Yoongi no insistió más, pero su mente no dejaba de dar vueltas, tratando de entender qué podía estar pasando con Jimin. Aunque no lo dijo en voz alta, decidió que haría lo posible por descubrir qué estaba molestando a su novio, sin importar cuánto tiempo le llevará.

Who is Park Jimin? [Y.M] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora