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El enfrentamiento con la policía estalló en un torbellino de ruido y caos. Las balas surcaban el aire mientras Jimin y Yoongi se movían con precisión letal, sus cuerpos sincronizados en una danza de violencia que parecía casi coreografiada. Sus hombres, leales y preparados, formaban un escudo humano a su alrededor, pero la policía era implacable y estaba decidida a no dejar que escaparan.

Las paredes vibraban con cada disparo, y el aire se llenaba del olor acre de pólvora y sudor. Por momentos, la situación parecía desesperada. Estaban superados en número, rodeados y con pocas salidas viables. Sin embargo, ni Jimin ni Yoongi mostraron signos de desesperación. Sus ojos permanecían fijos el uno en el otro, encontrando fuerza en la presencia del otro.

—¡Por aquí! —gritó Yoongi, señalando una puerta lateral mientras recargaba su arma, su mente siempre trabajando en busca de una estrategia.

Jimin asintió, su mente acelerada pero sus movimientos calculados. Sabían que no podrían resistir por mucho más tiempo, pero también sabían que si mantenían la calma, siempre habría una forma de salir de esa situación.

De repente, un sonido ensordecedor llenó el aire. Una explosión resonó, sacudiendo el edificio hasta sus cimientos. Fue un estruendo tan poderoso que por un momento todo se sumió en el caos absoluto. Fragmentos de paredes y escombros volaron por el aire, creando una cortina de polvo que cegó a todos en la sala. La policía se detuvo en seco, sorprendida por la intensidad de la explosión.

Yoongi aprovechó el momento. Agarró a Jimin por la muñeca, tirando de él hacia una salida que había quedado parcialmente expuesta tras la explosión.

—¡Es ahora o nunca! —exclamó, su voz apenas audible sobre el estruendo.

Ambos se lanzaron hacia la puerta, esquivando escombros y sorteando cuerpos mientras el caos reinaba a su alrededor. Al salir del edificio, se encontraron en un callejón lateral. La moto rosa que Jimin había robado de la universidad estaba allí, esperándolos, reluciente y completamente fuera de lugar en medio de toda esa destrucción.

Sin perder un segundo, Jimin saltó sobre la moto, con Yoongi detrás de él. Con un giro rápido de la llave, el motor rugió a la vida, y antes de que la policía pudiera reagruparse, ya estaban volando por las calles de la ciudad. Las luces de neón pasaban a toda velocidad mientras Jimin maniobraba con habilidad por el tráfico, su corazón latiendo con una mezcla de adrenalina y emoción.

—Nunca pensé que terminaríamos escapando en una moto rosa. —dijo Yoongi, su voz apenas audible sobre el rugido del motor y el viento que les golpeaba el rostro.

Jimin soltó una risa, el sonido libre y lleno de vida.

—Le da un toque especial, ¿No crees? —respondió, acelerando aún más mientras se alejaban del caos que habían dejado atrás.

La ciudad se extendía ante ellos, y aunque la amenaza aún no había desaparecido, por ese momento, estaban libres. Mientras la moto rosa surcaba las calles bajo la luz de la luna, Jimin y Yoongi compartieron una mirada rápida y cómplice, sabiendo que su historia, aunque peligrosa, estaba lejos de haber terminado.

Who is Park Jimin? [Y.M] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora