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El sonido de golpes firmes en la puerta interrumpió el momento íntimo entre Jimin y Yoongi. Ambos se quedaron en silencio por un instante, el ambiente en la habitación transformándose de uno cargado de pasión a uno de tensión palpable. Sabían lo que eso significaba. La policía había llegado.

Yoongi fue el primero en reaccionar. Se separó de Jimin y, con una calma que solo alguien como él podría mantener en una situación así, caminó hacia la ventana, observando por un segundo las luces azules y rojas que se reflejaban en la pared. Luego, giró la cabeza hacia Jimin, quien ya se había puesto en movimiento, recogiendo sus pertenencias con una eficiencia que hablaba de preparación y determinación.

Se miraron a los ojos, una comunicación silenciosa pasando entre ellos. No había miedo, no había pánico. Solo la aceptación de la realidad que habían elegido, una realidad en la que las confrontaciones como esta eran inevitables.

—Parece que la fiesta acaba de empezar. —dijo Yoongi con una sonrisa torcida, su tono ligero, pero con un trasfondo de emoción que solo Jimin podía detectar.

Jimin respondió con una sonrisa igual de oscura, mientras deslizaba un arma en su cinturón, sintiendo el peso familiar que ahora le resultaba casi reconfortante. Se acercó a Yoongi, sus ojos brillando con una mezcla de adrenalina y deseo. Ambos sabían que este podría ser el final o el comienzo de algo aún más grande.

—Siempre supe que este día llegaría. —dijo Jimin, su voz serena mientras ajustaba el cargador de su arma.

No había remordimientos, solo una resolución implacable. Antes de que pudieran intercambiar más palabras, escucharon pasos acelerados por los pasillos, sus hombres estaban llegando. Los refuerzos que Yoongi había preparado con antelación, siempre un paso por delante, siempre listo para cualquier eventualidad.

La puerta tembló nuevamente bajo los golpes insistentes de la policía, y esta vez, una voz autoritaria exigió que abrieran. Yoongi se movió con la gracia de un depredador, su mano ya envolviendo el metal frío de su arma mientras sus ojos se volvieron hacia Jimin una última vez antes de la batalla.

—Nos vamos juntos de esta, como siempre. —dijo Yoongi, su voz baja, pero cargada de una promesa que ambos entendían perfectamente.

Jimin asintió, su sonrisa aún presente mientras su corazón latía con fuerza en su pecho. No había vuelta atrás, y en ese momento, ambos aceptaron el caos que estaban a punto de desatar.

La puerta se abrió de golpe, y en ese instante, el tiempo pareció ralentizarse. Las miradas de Jimin y Yoongi se encontraron una vez más, un último instante de complicidad antes de que todo estallara a su alrededor. Sus hombres entraron en acción, tomando posiciones mientras ellos se preparaban para lo que venía.

Con una última sonrisa, ambos alzaron sus armas, listos para enfrentar juntos a la tormenta que habían provocado.

Who is Park Jimin? [Y.M] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora