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Mientras el caos reinaba en las calles de Daegu, Jimin y Yoongi planificaban su próximo movimiento con la precisión de dos estrategas veteranos. En el refugio, el aire estaba cargado de tensión y expectación, como si las paredes mismas contuvieran los susurros de sus futuros planes.

Jimin se acercó al mapa, sus ojos rastreando las zonas que aún no habían tocado. Se inclinó hacia adelante, su cabello rosa cayendo sobre su frente mientras sus dedos delineaban un barrio aún intacto.

—Este es nuestro próximo objetivo. —dijo, su voz apenas un murmullo, pero cargada de intención. —Aquí es donde golpearemos la próxima vez.

Yoongi asintió, sus ojos oscuros brillando con una mezcla de cálculo y emoción. —Perfecto, pero esta vez, necesitamos ser más precisos, más contundentes, no podemos dejar ningún cabo suelto.

Ambos se giraron hacia un rincón del refugio donde una serie de dispositivos y artefactos estaban apilados, cada uno con un propósito específico en la siguiente fase de su plan. Jimin agarró uno de los dispositivos y lo inspeccionó con cuidado, un destello de anticipación cruzando su rostro.

—No te preocupes. —dijo, con una sonrisa que no alcanzó a suavizar la dureza en su mirada. —Esto es solo el principio del caos que estamos a punto de desatar.

Con el plan bien definido en sus mentes, se dispusieron a preparar todo lo necesario para su siguiente ataque. La moto rosa sería esencial en su próximo movimiento, su color llamativo ahora un símbolo del miedo que estaban sembrando en la ciudad.

Esa noche, mientras Daegu trataba de recuperarse del último ataque, Jimin y Yoongi salieron del refugio, la ciudad a sus pies, lista para ser moldeada a su antojo. Y mientras las luces de las calles se apagaban una a una, ellos avanzaban hacia su próximo destino, listos para dejar su marca una vez más.

El caos era su arma, y Daegu su tablero de juego. Pero en ese tablero, Jimin y Yoongi eran los únicos jugadores que importaban.

Mientras la noche avanzaba, el silencio en la habitación estaba cargado de un aire de satisfacción y complicidad. Jimin y Yoongi, después de haber disfrutado de su intimidad, se encontraban en la cama, rodeados por la penumbra y la calma que seguía a su apasionado encuentro.

Jimin, con su cabello desordenado y su piel aun brillando por el sudor, se acomodó sobre las almohadas, sus ojos mirando a Yoongi con una mezcla de admiración y curiosidad. Yoongi, igualmente desnudo, estaba recostado a su lado, su mirada fija en el techo mientras meditaba sobre sus próximas acciones.

—Ahora que tenemos las joyas. —comenzó Jimin, su voz suave, pero firme—¿Qué haremos con ellas? ¿Cómo las usaremos para nuestro regreso triunfal?

—Las joyas son solo un medio para un fin, el verdadero poder está en el caos que hemos sembrado y en el control que vamos a ejercer sobre Daegu. —Yoongi giró su cabeza para mirar a Jimin, una sonrisa sutil curvando sus labios. — Necesitamos mantenernos un paso adelante de cualquier intento de frenar nuestro progreso.

Who is Park Jimin? [Y.M] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora