Ares se deslizó por la ventana del tercer piso, su mirada escaneando la habitación en busca de cualquier signo de movimiento. Su misión era rescatar a los rehenes tomados por un grupo de terroristas, pero Ares no se molestaba en ocultar su desinterés."Rehenes, terroristas... todos son iguales para mí" pensó mientras se movía sigilosamente hacia el interior.
De repente, escuchó un susurro detrás de él. -¿Quién anda ahí?-
se dio la vuelta y vio a una joven rehén temblando en un rincón.
-Soy el ángel de la muerte- respondió con una sonrisa oscura. -O al menos, eso es lo que dicen-
La joven lo miró confundida.
-¿Eres aquí para rescatarnos?-
Ares se encogió de hombros.
-Más o menos. Mi objetivo es eliminar a los terroristas, no necesariamente salvarlos a ustedes-
La joven abrió la boca para hablar, pero Ares la interrumpió.
-No te preocupes, no te haré daño... a menos que te muevas de manera extraña. Entonces, te mataré sin dudarlo-
Con una sonrisa siniestra, Ares se movió hacia el siguiente cuarto, listo para enfrentar a los terroristas y cumplir su misión. Los rehenes eran solo un detalle secundario en su juego.
se desplazó silenciosamente por el pasillo, eliminando a los terroristas uno por uno con precisión y eficiencia. Su mirada se encontró con la de la joven rehén, que lo observaba con una mezcla de miedo y fascinación.
Cuando terminó con los terroristas, Ares se acercó a la joven y la miró con una sonrisa engañosa.
-¿Ves? Te dije que no te haría daño... a menos que te muevas de manera extraña-
La joven asintió, aún temblando.
-Gracias... gracias por salvarme-
Ares se rió internamente. "No me des las gracias todavía", pensó.
Con una velocidad y fuerza sorprendentes, Ares la tomó en brazos y la llevó consigo, como si fuera un héroe rescatando a una damisela en apuros. La joven no se resistió, creyendo que estaba a salvo.
Mientras se alejaban del lugar, Ares susurró en su oído
-No te preocupes, te llevaré a un lugar seguro... donde podré utilizar tus habilidades para mis propios fines-
La joven no entendió el doble sentido de sus palabras, pero Ares sabía que pronto lo descubriría. Por ahora, era importante mantener la fachada de héroe, para que todos creyeran que el era bueno.
Llevo a la joven a dónde se encontraba giorgos quién ahora trabajaba para el.
-bajate niña- ordeno.
Ella lo miro para luego hacer lo que el ordeno, miro la casa que estaba enfrente y trago en grueso al imaginar que no iba a recibir ayuda.
Ares la tomo del brazo con un poco de fuerza y la metió a la casa, estaba amueblada y decorada al estilo griego.
Tiro de ella hasta el sillón dejándola sobre el.
- escucha bien por qué solo lo diré una jodida ves, ahora trabajas para mí- aspecto.
Al escucharlo su cuerpo comenzó a temblar, no podía volver a pasar por lo mismo se negaba a ser usada de la misma manera.
- por favor no.. yo por favor..- pidió en súplicas.
Ares la miro enarcando una ceja, al entender por qué lloraba la joven.
-no voy a usarte para mi placer, tu trabajo será ser leal a mi y te pagaré por ello- explico con la poca paciencia que habia en el.

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El dragón
Fanfiction"Ares Galanis, el enigmático líder de Los Dragones, se sentaba en su trono , sus ojos azules brillantes dominando la habitación con una autoridad implacable. Su cabello negro y despeinado caía sobre su frente, y su sonrisa era una mueca de desdén qu...