Estaba de regreso en Grecia, tras dejar su marca en Rusia, su reputación como el Dragón crecía cada día más. Mientras observaba el horizonte desde el balcón de su mansión, su teléfono sonó. Al responder, la voz grave y seria del General León, su superior en la FEMF, lo llamó a una reunión urgente.
Llegó a la central poco después. El general, lo esperaba en su oficina.
-Coronel Galanis, tengo una misión para ti - aspecto sin rodeos.
Ares lo miró, sin mostrar ninguna emoción.
-Dime.
-Debes viajar a la selva de Zanghara, en África. Hemos detectado una célula de mercenarios que están operando en territorio controlado por la FEMF. Están robando armas y tráfico de información militar sensible. No necesitamos prisioneros, sólo resultados. Y quiero que elimines la amenaza.
Se cruzó de brazos, asintiendo ligeramente.
-Entendido.
-Llevarás al Capitán Mayer contigo -añadió el general, señalando al oficial que aguardaba en la puerta-. Será un apoyo táctico, pero tú estás al mando.
El coronel miró brevemente a Mayer, reconociendo su valía como soldado, aunque para él, nadie era más eficiente que él mismo. Sin embargo, no dijo nada al respecto.
-Nos pondremos en marcha de inmediato -respondió Ares, tomando los documentos con los detalles de la operación.
Al día siguiente, el coronel y el Capitán Mayer estaban ya en la selva de Zanghara. La humedad del aire era sofocante, y la espesa vegetación no les daba tregua. A pesar de las condiciones adversas, Ares se movía con precisión, sus sentidos agudos y alerta.
-Coronel, ¿cuál es el plan? -preguntó Mayer mientras ajustaba su arma.
Ares estudió el mapa que tenía en las manos.
-Primero, localizamos su base de operaciones. Luego, nos infiltramos. No dejaremos a ninguno vivo. Rápido, limpio y letal.
Mayer asintió, confiando en la experiencia de su coronel.
Después de horas de rastreo, finalmente dieron con el campamento enemigo. Estaba bien oculto entre la maleza, pero no lo suficiente para pasar desapercibido a los ojos del griego.
-Ahí está -susurró Ares-. Movámonos.
Ambos avanzaron con sigilo, eliminando a los guardias con movimientos precisos y silenciosos. En cuestión de minutos, ambos habían logrado entrar al campamento. La ejecución fue perfecta. Mayer se encargó de desactivar las comunicaciones del enemigo mientras Ares se infiltraba en la sala de control, eliminando al líder de los mercenarios con un disparo limpio en la cabeza.
-Misión cumplida -dijo Mayer, limpiándose el sudor de la frente cuando todo estuvo bajo control.
Ares asintió, recogiendo los documentos y pruebas que necesitaban.
-Regresamos a Grecia.
Ambos volvieron en dónde se habían quedado para la misión y a la mañana siguiente estaban en el avión para estar De vuelta en Grecia, al llegar, el General los recibió con una sonrisa de satisfacción.
-Buen trabajo, coronel Galanis. La FEMF agradece tu eficiencia.
Ares inclinó la cabeza ligeramente, sin demasiados cumplidos. Para él, solo era un paso más hacia su objetivo final.
★★★†★★★
Ares estaba en su oficina, revisando una pila de documentos que detallaban operaciones recientes de la FEMF. El tic-tac del reloj de pared y el suave murmullo del aire acondicionado eran los únicos sonidos que llenaban la habitación. Encendió un cigarro, dejando que el humo se esparciera mientras su mente procesaba las estrategias futuras.

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El dragón
Fanfiction"Ares Galanis, el enigmático líder de Los Dragones, se sentaba en su trono , sus ojos azules brillantes dominando la habitación con una autoridad implacable. Su cabello negro y despeinado caía sobre su frente, y su sonrisa era una mueca de desdén qu...