"DOBLE VIDA"

Capítulo 34: Conflictos Internos

--Cuando salí del departamento de Gulf, el peso del mundo parecía haber caído sobre mis hombros. Mis emociones estaban en un torbellino de confusión y culpa. Sabía que lo había lastimado, que mis palabras habían profundizado una herida que llevaba mucho tiempo gestándose entre nosotros. El amor que sentía por Gulf era inmenso, pero parecía que cada día nos enfrentábamos a barreras más altas.

--Llegué a casa más tarde de lo habitual. La puerta se cerró con un clic detrás de mí, y el silencio del vestíbulo me recibió con una frialdad que me hizo estremecer. Entré al salón, esperando una noche tranquila para poder reflexionar sobre lo sucedido, pero me encontré cara a cara con Puifai, mi esposa en papel, esperando con una expresión que no podía descifrar.

Puifai: Mew, llegaste tarde,- comentó, su voz neutra, pero con un matiz de reproche que no podía pasar por alto.

Mew: Sí, tuve un largo día,--respondí, manteniendo mi tono distante. No tenía ánimo para una conversación, y menos para justificar mis acciones.

--Puifai me observó por un momento, como si buscara una fisura en mi fachada impenetrable. --He notado que has estado muy distante conmigo. ¿Hay algo que quieras decirme?

--Su pregunta se cernía entre nosotros, pero sabía que no podía darle una respuesta honesta. No podía compartir con ella la turbulencia interna que sentía por Gulf, por la vida que llevaba y la que deseaba.

Puifai:Nada de lo que preocuparse,--dije, cortante, deseando que la conversación terminara ahí.

--El silencio volvió a instalarse, y finalmente, Puifai pareció aceptar mi falta de explicación, aunque su expresión seguía cargada de incertidumbre. Me retiré a mi habitación, cerrando la puerta suavemente tras de mí. La noche fue una mezcla de insomnio y pensamientos que se arremolinaban en mi mente.

--No podía dejar de pensar en Gulf, en su expresión herida cuando me fui. Cada día que pasaba sin hablar con él era una agonía. Le había dado espacio porque sabía que lo necesitaba, pero era difícil resistir la tentación de escribirle, de explicarle mis sentimientos, de hacerle saber cuánto lo amaba.

--Cada mensaje que le enviaba era un recordatorio de mi amor por él. Le decía cuánto lo extrañaba, cuánto deseaba que estuviera a mi lado. Sin embargo, no recibía respuesta, solo un silencio ensordecedor que me decía que aún no estaba listo para hablar.

--En mi desesperación, incluso consideré hablar con Bright. Él había sido mi amigo durante años y conocía mi situación mejor que nadie. Durante una pausa en el trabajo, me acerqué a su escritorio y me dejé caer en la silla frente a él.

Mew: Necesito hablar contigo, Bright-- dije, mi voz sonaba más seria de lo habitual.

--Bright me miró con interés, dejando de lado lo que estaba haciendo.

Bright: ¿Es sobre Gulf?"

--Asentí, sintiendo una punzada de dolor al escuchar su nombre.

Mew: No sé qué hacer. Lo amo tanto, pero parece que cada intento de acercarme a él lo lastima más.

--Bright me estudió por un momento, sus ojos llenos de comprensión.

Bright: Mew, sé que esto es difícil, pero tienes que entender que para Gulf, esto es más complicado de lo que parece. Él quiere estar contigo, pero la situación actual es frustrante para él. Él merece ser reconocido, no solo ser un secreto.

Mew: Lo sé,--admití, el peso de mis propias palabras cayendo sobre mí. --Solo desearía que él supiera que también es difícil para mí. Quiero estar con él, libremente, pero hay tantas cosas que nos impiden hacerlo.