"DOBLE VIDA"

Capitulo 8: El Peso de la Realidad

Narra Mew:

-El sábado por la mañana, me desperté con una sensación de alivio. Lo bueno del fin de semana es que podía descansar, alejado del bullicio y las expectativas de mi trabajo como periodista.

--Sin embargo, a pesar de la aparente tranquilidad, aún me sentía con un nudo en el estómago por esa fachada que mantenía día tras día. Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina para preparar café. Mientras el aroma del café llenaba el ambiente, mis pensamientos volaron hacia el pasado, hacia el momento en que me di cuenta de que era gay.

--Tenía 16 años cuando conocí a Alex, un chico nuevo en la escuela. Era divertido, inteligente y carismático. Al principio, nuestra amistad era como cualquier otra, pero con el tiempo, comencé a sentir algo más profundo por él. Era la primera vez que experimentaba algo así, y no sabía cómo manejarlo.

-El miedo pudo más al punto que termine lastimando a Alex

--TIEMPO ATRAS--

--Mis días en la escuela secundaria eran monótonos y predecibles hasta que conocí a Alex. Desde el primer día, hubo algo en él que capturó mi atención. Era nuevo en la escuela, con una sonrisa deslumbrante y una confianza natural que lo hacía destacar.

--Un día, mientras estábamos en la cancha de Fútbol después de las clases, Alex se me acercó.

Alex: -¿Quieres jugar un partido de baloncesto? -me preguntó con una sonrisa, lanzándome una pelota.

Mew: -Claro, ¿por qué no? -respondí, intentando sonar relajado.

--A medida que jugábamos, empezamos a hablar más. Descubrí que teníamos muchas cosas en común: nuestro amor por la música, las películas de ciencia ficción y el fútbol. Pronto, comenzamos a pasar más tiempo juntos, tanto en la escuela como fuera de ella.

--Un viernes por la tarde, decidimos ir al cine. Mientras esperábamos en la fila para comprar las entradas, Alex se inclinó hacia mí y susurró:

Alex: -Espero que te gusten las películas de terror.

--Me reí, nervioso, y respondí:

Mew: -Sí, me encantan. Aunque no lo parezca.

--Durante la película, noté que nuestras manos se rozaban accidentalmente en el portavasos compartido. Sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo. Me di cuenta de que no solo disfrutaba de su compañía, sino que también me atraía de una manera que nunca antes había experimentado.

--Unas semanas después, mientras estudiábamos juntos en mi habitación, el ambiente se volvió más íntimo. Estábamos sentados en la cama, rodeados de libros y apuntes, cuando Alex se volvió hacia mí con una mirada seria.

Alex:-Mew, hay algo que quiero decirte -dijo, su voz temblando ligeramente.

Mew: -¿Qué pasa, Alex? -pregunté, mi corazón latiendo con fuerza.

Alex: -Creo que me gustas... más que como un amigo -confesó, mirándome directamente a los ojos.

--Me quedé sin palabras por un momento, sintiendo una mezcla de felicidad y miedo. Entonces, reuní el valor para ser honesto con él.