"DOBLE VIDA"

Capítulo 22: Corazones Rotos y Esperanza

Narra Mew:

-Todavía recuerdo los ojos tristes y decepcionados de Gulf cuando Puifai le dijo que era mi esposa. Esa mirada, llena de dolor y confusión, me perseguía cada noche. Le mandé un mensaje justo después de la fiesta, pero no me respondió. Con el pasar de los días, continué enviándole mensajes, suplicándole que me dejara explicarle, pero no obtenía respuesta. Era lógico que no lo hiciera, pero me gustaría que me diera la oportunidad de explicarle.

-Cada día en el trabajo se sentía más pesado. La culpa y el remordimiento eran una carga constante en mi pecho. Una mañana, mientras desayunaba con Puifai, intenté mantener una conversación normal.

Mew:-¿Te gustaría hacer algo especial este fin de semana? -le pregunté, tratando de desviar mis pensamientos de Gulf.

Puifai:-Claro, amor. ¿Tienes algo en mente? -respondió ella, con su habitual sonrisa.

Mew:-Pensaba que podríamos ir a ese restaurante nuevo que abrieron en el centro. He oído que es muy bueno.

Puifai:-Suena genial. Hace tiempo que no salimos solo los dos. -Su respuesta fue cálida, pero yo sentía un vacío que no podía llenar.

--Al llegar al trabajo, mi ánimo no mejoró. Caminaba por los pasillos de la oficina como un fantasma, sin poder concentrarme en nada más que en la tristeza en los ojos de Gulf. Al entrar a mi despacho, me encontré con Bright, que me saludó animadamente.

Bright:-¡Oye, Mew! ¡Gulf cantó muy bien en la fiesta del jefe! Fue una sorpresa increíble, ¿no?

Mew:-Bright, no me lo recuerdes, por favor -le respondí, bajando la mirada.

Bright:-¿Qué pasó? -preguntó, notando mi malestar.

Mew:-Gulf se enteró de que estoy casado. No tenía ni idea de que él iba a estar en la fiesta.

--Bright me miró con preocupación.

Bright:-Pero... ¿no le habías explicado ya? Yo pensé que como estaba en la fiesta y hablaron, ya lo sabía.

Mew:-No, Bright. No sabía que Gulf iba a estar allí. Planeaba decirle la verdad, pero no de esta manera. Todo salió mal -admití, sintiendo la presión en mi pecho aumentar.

Bright:-Te dije que le dijeras, Mew. Esto es complicado.

Mew:-Lo sé, Bright. Tenía la intención de decírselo. Pero no pensé que nos íbamos a encontrar en esa fiesta. -Suspiré, sintiendo el peso de mis decisiones.

--Bright me dio una palmadita en el hombro y se fue, dejándome solo con mis pensamientos. Me senté en mi escritorio, mirando la pantalla de mi computadora sin ver realmente nada.

--Este dolor me recordaba a la vez que algo similar pasó con Alex. Había sido un desastre entonces y no quería que lo mismo pasara con Gulf. Me gustaba de verdad, me sentía bien con él, y no quería perderlo.

--La memoria de Alex me golpeó con fuerza. Había sido otro amor complicado, otra relación marcada por secretos y malentendidos.

--Había jurado no repetir esos errores, pero aquí estaba, cometiendo los mismos fallos una vez más. No quería que la historia se repitiera con Gulf. Él merecía algo mejor.

--El día transcurrió lentamente, cada minuto se sentía como una hora. A la hora del almuerzo, intenté concentrarme en mi comida, pero mi mente seguía volviendo a Gulf. Sus ojos, su sonrisa, la forma en que me hacía sentir. Todo eso estaba ahora teñido de dolor y traición.

--Después del trabajo, volví a casa y encontré a Puifai esperándome con una sonrisa.

Puifai:-Hola, amor. ¿Cómo estuvo tu día? -preguntó, con su habitual entusiasmo.

Mew:-Bien, lo de siempre -respondí, forzando una sonrisa.

Puifai:-¿Seguro que estás bien? Te noto un poco distante últimamente.

Mew:-Sí, solo un poco cansado. Muchas cosas en la oficina -mentí, sabiendo que no podía decirle la verdad.

--La noche pasó lenta y silenciosa. Después de cenar, me retiré a nuestra habitación y tomé mi teléfono. Una vez más, escribí un mensaje para Gulf.

Mew💬: Gulf, por favor, déjame explicarte. Necesito que me escuches.

--Esperé una respuesta que nunca llegó. Me quedé mirando el techo, incapaz de dormir, pensando en Gulf y en cómo arreglar las cosas. La tristeza era un peso constante, y el miedo a perderlo me mantenía despierto.

--Los días pasaron, cada uno más pesado que el anterior. Seguía enviando mensajes a Gulf, pero la falta de respuesta era como una daga en el corazón. No sabía cuánto tiempo más podría soportar esta incertidumbre y el dolor de su silencio.

--Una tarde, mientras estaba en mi oficina, recibí un mensaje de Puifai:

Puifai💬:Amor, tus padres nos han invitado a cenar esta noche. ¿Te parece bien?"

-- Respondí afirmativamente, aunque la idea de socializar me parecía insoportable.

--Esa noche, en casa de mis padres, la conversación giró rápidamente hacia los nietos, como siempre.

--Esa noche, al llegar a casa, me sentí más perdido que nunca. Me despedí de Puifai y fui a nuestra habitación, tomando el teléfono una vez más. Escribí otro mensaje a Gulf, más desesperado que nunca.

Mew💬:Gulf, te lo suplico escúchame si?

--Una vez más, no hubo respuesta. Me quedé despierto, mirando el techo, mi mente llena de recuerdos de Gulf y la tristeza en sus ojos.

--Sabía que había hecho mal, pero también sabía que debía intentar arreglarlo. No quería perderlo, no quería que esta historia terminara en más dolor y arrepentimiento.

--La mañana siguiente me encontró cansado y abatido, pero determinado a seguir adelante. Sabía que debía enfrentar mis errores y encontrar una manera de enmendar lo que había roto.

--Pero por ahora, todo lo que podía hacer era esperar y esperar que Gulf me diera una oportunidad para explicar, para arreglar lo que había hecho mal.

--Las tardes compartidas con él eran un recuerdo lejano pero dulce, y aunque me sentía perdido y asustado, sabía que debía seguir luchando por lo que realmente importaba.

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