Recreación a primera persona
Realidad modificada.En los tres meses que habían transcurrido, mi vida se había convertido en un constante ir y venir de ansiedad y paranoia. Los mensajes anónimos, llenos de fotos y videos de mi relación pasada con Ricardo, me perseguían sin descanso. Cada notificación que sonaba en mi teléfono me hacía saltar, temiendo lo que pudiera encontrar en la pantalla. Había intentado ignorarlo, pero la insistencia del chantajista era implacable. Finalmente, comprendí que no podía seguir huyendo y que debía enfrentar este problema antes de que arruinara mi vida por completo.
Esa tarde, decidí que era hora de confrontar a Ricardo. No tenía pruebas de que él estuviera detrás de los mensajes, pero sabía que él debía saber algo. Me dirigí a su oficina, un lugar que nunca pensé volver a pisar después de nuestra ruptura, pero el peso de la situación me empujaba a actuar. Mis pasos resonaban en los pasillos como un tambor y cada eco parecía gritar una advertencia de lo que estaba a punto de hacer.
Cuando llegué, Ricardo me recibió con una mezcla de sorpresa y confusión. No esperaba verme allí, y menos con una expresión tan grave en mi rostro. Antes de que pudiera siquiera saludarlo, solté lo que tenía en mente.
—Ricardo, alguien está enviándome mensajes anónimos con fotos y videos de nosotros dos... del día en que terminamos. —Respiré profundamente, intentando controlar mi voz temblorosa—. Me están chantajeando, y necesito saber si tú sabes algo al respecto.
Por un momento, Ricardo me miró sin comprender, como si no lograra conectar lo que le estaba diciendo. Su rostro se contrajo en una expresión de incredulidad.
—¿De qué estás hablando, Ariana? Yo no tengo nada que ver con eso. — Se cruzó de brazos. El tono en su voz era de defensa, pero también había algo de preocupación.
Saqué mi teléfono del bolso y le mostré los mensajes. Sus ojos recorrieron la pantalla, pasando de la incredulidad a la furia cuando comprendió la magnitud de lo que estaba ocurriendo.
—¿Quién está haciendo esto? —su voz se tensó, apretando los labios con rabia contenida—. ¿Y por qué no me dijiste nada antes?
Tomé aire, preparándome para lo que venía.
—Porque... ya no estamos juntos, Ricardo. Ya no somos parte de la vida del otro, y no quería involucrarte en algo que creí que podía manejar sola. Pero ahora que las cosas están tan mal, necesito tu ayuda. Además, estoy en una relación con alguien más, y esto podría arruinar todo si no lo detenemos a tiempo.
La mención de mi relación con James provocó un cambio inmediato en la expresión de Ricardo. Sus ojos se estrecharon, y noté cómo se tensaba. El aire en la habitación pareció volverse más pesado.
—Así que es eso... —dijo en voz baja, casi como si hablara consigo mismo—. Ahora estás con otro, y vienes a mí porque temes perderlo. ¿Qué crees que va a pensar de ti cuando sepa lo que hemos hecho?
—Esto no es sobre James o sobre nosotros, Ricardo. — Levanté la voz, frustrada por su falta de comprensión—. Esto es sobre alguien que está tratando de destruir mi vida, y quiero saber si sabes algo que pueda ayudarme a detenerlo.
Antes de que pudiera reaccionar, Ricardo dio un paso adelante y me agarró por los brazos, inclinándose hacia mí con una intensidad que me sorprendió.
—¿Crees que me importa lo que pase con tu nueva relación? —Su voz estaba cargada de celos y amargura—. Si alguien quiere arruinarte la vida, no soy yo quien va a detenerlo. Y si eso significa que él verá quién eres realmente, entonces mejor.
Y sin previo aviso, Ricardo me besó. Fue un beso lleno de frustración y desesperación, un intento de aferrarse a lo que ya no existía entre nosotros. La sorpresa me paralizó por un segundo, pero pronto reaccioné y lo empujé con todas mis fuerzas, liberándome de su agarre.
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Antes de que el Sol Toque el Horizonte
Ficção AdolescenteCiclos Astrales #1 Ella vivió un primer amor que parecía perfecto, pero pronto descubrió que estaba construido sobre mentiras. Este amor, que la llevó a aceptar estudiar medicina en lugar de seguir su verdadera pasión por la escritura, se desmoronó...