| C A P I T U L O [XXXXI] |

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| CAPITULO [XXXXI] |

━ ❝ Por favor. ❞

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━━━ Narrador.

Al llegar a Estados Unidos, abuelo y nieta, no tardaron demasiado y comenzaron con todos lo preparativos para el tratamiento del mayor. Los doctores que los vieron dijeron lo mismo que el doctor que vieron en Corea, que lo habían diagnosticado a tiempo. 

Eso era más que suficiente para que Na-ri, su nieta, pudiera sentirse aliviada y para que pudiera realizar un buen rendimiento en el trabajo. Tal como lo planearon, nadie fuera del circulo de confianza ni siquiera su familia, sabía de la verdadera razón del motivo de su viajes. Es más, solo se dijo que se tenía que arreglar unas cosas en las empresas de este lado y con eso, nadie hizo más preguntas.

— ¿Cinco años?. - Preguntó el mayor de edad algo sorprendido a su doctor. - Es demasiado tiempo. 

— Lo es, pero dado a que es un tratamiento largo y además, tenemos que tenerlo en constante vigilancia, es el tiempo adecuado. - Respondió el médico un tono profesional. - Si no quiere llegar a un trasplante de corazón, esta es la mejor opción.

Luego de que le hicieran la biopsia al señor Choi, los médicos trataron de descartar algunos tratamientos para quedar con los más eficientes pero dada las condiciones, el tiempo prolongado era demasiado. — Cinco años no son nada. - Respondió Na-ri, quien se había mantenido en silencio escuchando al médico. - Lo haremos.

— Na-ri. - Llamó su abuelo algo molesto. -

— Abuelo. - Interrumpió poniendo su mirada sobre él. - No vinimos aquí para que te negaras a recibir el tratamiento, dijiste que lo harías.

— Es demasiado tiempo fuera de Corea, demasiado tiempo lejos de la empresa. - El mayor trató de excusarse. - Es mi salud, es mi vida.

La menor no pudo evitar sorprenderse y sentirse dolida por las palabras que había dicho su abuelo. Antes estaba de acuerdo con todo esto, y ahora, el que se hiciera para atrás, le dolía. — ¡Eres un egoísta!. - El grito de Na-ri sorprendió a los presentes y más aún, al verla liberar sus lágrimas. -

El doctor junto con las enfermeras decidieron dejarlos solos y al escuchar la puerta cerrarse, ella volvió hablar. — Sabes que no tengo a nadie más a que a ti, sabes que sin ti voy a querer abandonar todo por lo que una vez tú luchaste. - Murmuró limpiando sus lágrimas. - No puedes.

— Na-ri. - Nombró su abuelo soltando un suspiro para luego poner una de sus manos sobre su hombro. -  

— Abuelo, recibe el tratamiento. - Dijo. - Recibe el tratamiento y esperemos el tiempo que haya que esperar, por favor, te lo suplico.

Al decir lo último, la menor se puso de rodillas ante su abuelo mientras afirmaba sus manos cerradas en puños sobre sus piernas, manteniendo la cabeza agachada. — Aún no hemos hecho ni la mitad de las cosas que prometimos. - Murmuró. - Por favor, no me dejes sola.

— Antes te he ensañado que no debes arrodillarte ante nadie, ¿verdad?. - Preguntó el mayor mientras soltaba un profundo suspiro. - Lamento hacerte llorar.

Él comenzó a acariciar el cabello de su nieta sintiendo una punzaba en el pecho al verla en ese modo. Cuando se enteró de su enfermedad, pensó que estaba demasiado viejo y que no hacía faltar gastar esfuerzos en mejorar. Y Na-ri tenía razón, estaba siendo egoísta en olvidarla y pensar que ella estaría bien sola.

— Haré el tratamiento. - Anunció. - Ahora no llores, me duele verte así. 

Escuchar aquellas palabras salir de la boca de su abuelo la aliviaron. Rápidamente ella se levantó del suelo para abrazarlo y una vez ambos pudieron calmarse, llamaron al medico para comenzar por los preparativos. 

Mientras el tratamiento comenzó, la joven no tardo en comenzar su trabajo y también, de estar al tanto de cada cosa que le informaban de Corea. Si, era demasiado trabajo para alguien que tan solo hacía semanas que fue anunciada como sucesora, pero no podía defraudar ni preocupar a su abuelo.

El señor Boo, su consejero que quedó designado en Corea, tuvo ciertos problemas debido a la presencia de los familiares quienes intentaron tomar todas las riendas. Pero ni él ni el resto de los amigos de su padre se doblegaron y continuaron trabajando con normalidad. Ya que, ellos no querían preocupar a la señorita.

Su abuelo también, notó el esfuerzo de su nieta, tanto en el trabajo como en las clases que seguían tomando para ser una buena sucesora y si, él también se vio motivado en hacer un buen trabajo. Hizo caso al pie de la letra todas las instrucciones de su médico y todo, para mejorarse y ayudar a su nieta.

— Sabes que no es necesario que me llames todos los días, ¿verdad, Kang Ha?. - Preguntó Na-ri sonriendo a la pantalla. - Recuerda la diferencia de horarios, debes descansar. 

— Lo sé, pero es a esta hora que puedo saber de ti. - Contestó sonriendo. - Además, no puedo quedarme atrás sabiendo que los otros también te llaman.

Escuchar aquello le hizo preguntarse, si no había dejado atrás esa tonta rivalidad que tenía por culpa de ella. — ¿Todo esta bien?. - Preguntó él sacándola de sus pensamientos. - Te noto cansada.

— Estuve teniendo unos problemas con mi ingles, entonces aumente mis clases y ahora apenas tengo tiempo para dormir. - Respondió ella restándole importancia mientras continuaba viendo unos papeles. - Pero, estoy mejor que antes.

— Tu salud es lo más importante. - Escuchar eso le sacó una pequeña sonrisa. - Debería colgar, mañana hay clases y tu seguro estas ocupada.

— Un poco, pero si, ve a descansar. - Dijo ella mirando a la pantalla. - Además, tengo una llamada entrante. 

— Adivino, ¿Woo-jin?. - Preguntó y en respuesta afirmó con la cabeza sorprendida de que haya adivinado. - Me mandó un mensaje diciendo que te cortara la llamada, en serio es molesto.

— Voy a saludarlo y a seguir con mis cosas. - Contestó mirando la llamada entrante. - Descansa.

Ambos se despidieron y a los segundo ya se encontraba hablando con el otro chico, quien como siempre, le preguntaba del estado de su abuelo y el de ella.

Eso se había vuelto parte de la rutina de casi todos los días. Videollamadas, mensajes y llamadas normales, todo eso a lo largo del día. La verdad es que era pesado para ella y a veces estaba tan casada que no les respondía, pero aunque sea hacía el esfuerzo porque en esos minutos, se sentía feliz.

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⏰ Última actualización: 8 hours ago ⏰

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𝐉𝐄𝐑𝐀𝐑𝐐𝐔𝐈́𝐀 [𝐛𝐨𝐲'𝐬]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora