| C A P I T U L O [XXXVII] |

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| CAPITULO [XXXVII] |

━ ❝ Estoy contigo. ❞

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━━━ Narra Choi Na-ri.

Cuando me comencé a involucrar aún más en los temas de la empresa, me di cuenta que no solo había que enfrentarse a los de nuestro mismo mundo, sino que también a los molestos políticos. 

Todos eran viejos y no me tomaban para nada en serio en las reuniones que teníamos, es más, preferirían hablar con mi tío, quien solo era un metiche en esas reuniones, que conmigo que era a sucesora de mi abuelo. ¿Surgieron problemas?. Si. Pero los pude manejar gracias al equipo de mi abuelo y aquellos que desde un comienzo, estaban conmigo.

— Sobrina, no te esperaba en esta reunión. - Exclamó mi tío Junho con la sonrisa más falsa y comprable del mundo, y si lo entendía, había demasiadas cámaras en el lugar. - Pensé que no te encontraría aquí.

— Lamento no haberle dicho pero soy la representante oficial de la empresa y era obvio que no podía faltar, es más, obtuve la invitación por la misma anfitriona. - Comenté mientras le regalaba una sonrisa triunfante. - Usted, ¿con quién tuvo que colarse para asistir?. 

— Cuida tu boca, bastarda. - Dijo entre dientes dejando notar su verdadera identidad. - 

— Otra vez esa falta de conceptos. - Dije riendo disfrutando de su expresión amarga. - Bastardos son aquellos que nacen fuera del matrimonio, cosa que yo no soy, así que por favor, aprenda un poco y luego hable.

Sonreí y seguido acomode mi cabello para comenzar a caminar, no sin antes dedicarle unas últimas palabras. — Recuerde que soy la representante, y que ningún negocio que haga aquí será válido sino pasa por mi primero. - Dije. - Yo que usted, me evito problemas y desaparezco de esta reunión, en la cual, no tiene asiento en la "mesa redonda"

Con solo eso basto para que se alejara del lugar yéndose por la puerta trasera siendo seguido por mis guardaespaldas. — A veces me pregunto si usted es una persona o una víbora. - Comentó algo divertido Hyun. - Su abuelo la desconocería si se enterara. 

— Solo espero que este orgullo de que no me deje pisotear por su hijo. - Dije y luego solté un suspiro. - Vamos, que estos viejos ya nos esperan. 

Así fue como una vez sentada, aquella fastidiosa reunión comenzó y para sorpresa mía, recién había caído en que esta había sido organizada por la familia de Woo-jin. Como decían los rumores, su familia creo grandes políticos en todas su generaciones y la mayoría de ellos llegaron a ser grandes presidentes, y desde allí, su gran fama y riqueza.

En la actualidad, esa imagen no era tan buena dado que al padre de Woo-jin no le ha estado yendo muy bien en sus campañas y no llegaba a obtener ningún puesto en los que se postulaba. Por lo mismo, estaba perdiendo fama y de la única manera para que resurgiera, era afiliándose con los grandes empresarios.

Por mi parte, no podía opinar más allá de las indicaciones de mi abuelo y estas solo las daba si era sumamente necesario, en caso contrario, callaba y escuchaba. 

— Señorita Choi, es un gusto que haya aceptado mi invitación. - Esa era la madre de Woo-jin quien sonreía ampliamente y se acercaba para darme una "cálido" abrazo. - No estaba tan segura de que si vendría o no, pero al ver su confirmación, juro que salté de alegría.

— Ya veo. - Sonreí. - Y es un gusto haber sido invitada especialmente por usted.

— No es nada. - Comentó manteniendo su sonrisa y dando unos pasos hacia atrás. - Seguro conoces a mi hijo menor, Woo-jin.

𝐉𝐄𝐑𝐀𝐑𝐐𝐔𝐈́𝐀 [𝐛𝐨𝐲'𝐬]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora