Él parece más feliz

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Aurora.

La boda de Sussy era en días y hoy se estaba probando el vestido completo por primera vez, aún tenía que terminar algunos detalles, pero no podía dejar de verla llorar de emoción frente al espejo de la sala.

—Jamás me alcanzaran las palabras para expresarte lo feliz que me hiciste al convertir mi vestido soñado en realidad, Aurora —tenía mis manos entre las suyas y me miraba emotiva—. Lo siento, estoy emocional —me dijo mientras le pasaba un pañuelo y me lo agradecía.

—Amo mi profesión, me hace feliz que ames tu vestido Sussy —se veía realmente hermosa.

—Yo sé que esto es un poco tarde, pero realmente quisiera que te pudieras unir a mi corte de damas de honor. Nadie me ha salvado tanto la vida como tú. También sé que no nos conocemos hace demasiado, pero te siento muy cercana, Aurora.

—Sería un honor para mí, Sussy —le sonreí entusiasmada. Ambas dimos saltitos de emoción con nuestras manos aun juntas.

—Gracias, muchas gracias —me abrazó y se lo correspondí con felicidad.

La ayudé a quitarse el vestido, más tarde terminaría esos detalles y seria todo suyo. Hablamos sobre mi vestido, la única etiqueta era que debía ser color azul cobalto. No podía esperar para comenzarlo.

También tenía su invitación para su despedida de soltera mañana, hace demasiado tiempo no pisaba una discoteca, pero estaba feliz de asistir.

Cuando ella se fue, comencé mi camino al trabajo, antes de llegar entré a una sedería, necesitaba la tela de mi vestido. Luego del trabajo podría comenzar, quería algo sencillo. Al decidir pagué y ahora si llegué al trabajo.

—Buen día —salude a mi jefe, con quien había pasado una extraña noche. Anoche ni uno de los dos pudo decir lo que quería.

—Buen día —me saludó desde la cocina con media sonrisa. Con su café en mano entró a su oficina y estaba lista para no volver a verlo en varias horas.

Después de ese breve intercambio con Archer, me dirigí a mi escritorio, tratando de concentrarme en las tareas que tenía pendientes. Pero la presencia de Archer seguía flotando en el aire, como una tensión no resuelta que se mantenía entre nosotros. El recuerdo de la noche anterior seguía rondando en mi mente, el viaje en su auto, la sensación de estar al borde de decir algo importante y al final, no hacerlo. Era como si cada momento con él estuviera lleno de promesas no dichas, de palabras atrapadas en el aire.

Suspiré y traté de centrarme en el trabajo. La mañana pasó rápidamente entre llamadas, registros y asegurándome de que todo estuviera en orden para los pacientes. Pero mi mente seguía divagando, volviendo a Sussy, su vestido de novia y la invitación para ser una de sus damas de honor. Me había sorprendido su petición, pero a la vez, me había llenado de alegría. Me sentía honrada de poder estar tan cerca de ella en un día tan especial.

Durante la pausa para el almuerzo, tomé un respiro y revisé los bocetos de mi vestido en mi cuaderno. El azul cobalto sería perfecto, fuerte y elegante, pero también quería que fuera cómodo, algo que pudiera llevar con confianza toda la noche. Me dejé llevar por la creatividad, imaginando diferentes estilos, cortes y detalles.

Justo cuando estaba perdida en mis pensamientos, la puerta de la oficina de Archer se abrió. Lo vi salir con una expresión seria, pero algo en su mirada se suavizó cuando nuestros ojos se encontraron. Sentí una pequeña punzada en el pecho, pero la ignoré, intentando no leer demasiado en cada pequeño gesto.

El primer paciente del día llegó y Archer lo acompañó dentro de su oficina.

Cuando la puerta sonó, anunciando la llegada de un nuevo visitante, levanté la vista y me encontré con la pequeña figura de Birdie con su mochila colgada de un hombro y una expresión algo preocupada.

Bajo la AuroraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora