Capitulo 8: Reloj de arena.

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Después del desafortunado evento en el que Minju debía hacer su debut en la sociedad, todo comenzó a ir cuesta abajo. Su abuelo, afectado por el escándalo, rompió contratos millonarios con aquellos que habían estado presentes en la fiesta. Los rumores señalaban a la constructora MID como responsable de lo sucedido. La presencia de personas infiltradas de la policía junto al gobernador Kheff no pasó desapercibida. El evento, cuyo objetivo era reunir a la élite para obtener conexiones y beneficios, se había convertido en una trampa.

La policía había estado investigando a Kheff durante años debido a sus vínculos con la mafia italiana. Una pista reciente reveló que el gobernador estaba desviando fondos del estado y ocultándolos en cuentas en Italia. El propósito de esos fondos era financiar la construcción de un resort que serviría como base para las conexiones de la mafia en Europa. Kheff, inteligente y bien conectado, sabía que la policía estaba tras su pista. Por esa razón, había planeado huir del país la noche en que fue abatido. Sin embargo, la policía, decidida a evitar su escape, organizó una redada durante el evento.

Para la sociedad, todo apuntaba a que MID estaba involucrada con la policía. De lo contrario, ¿cómo habrían podido infiltrarse los oficiales sin ser detectados? Los inversores que habían cerrado contratos con MID temían ser expuestos y que la policía los investigara, por lo que rompieron sus acuerdos. La constructora perdió millones y sus acciones cayeron en picada. El evento, que debía ser su carta fuerte para atraer inversiones, se convirtió en su verdugo.

Sin embargo, no todos fueron perdedores. La constructora LIT, apenas un mes después del anuncio de la ruptura de contratos con MID, presentó nuevos proyectos y su popularidad creció rápidamente mientras MID se hundía.

Por otro lado, Minju también se vio afectado. A pesar de las precauciones para evitar que se filtraran fotos de su rostro, algunas personas lograron capturarlo en imágenes mientras escapaba en una camioneta. La lluvia de críticas hacia Minju fue intensa. Además, su abuelo recibió amenazas de muerte, lo que lo llevó a decidir continuar la educación de Minju de forma particular. Esto no le agradó a Minju, quien había trabajado arduamente para el evento, pero la suerte no estuvo de su lado; MID, en un intento desesperado por desvincularse del escándalo, rompió relaciones con su bufete de abogados habitual, ya que se descubrió que también estaban vinculados con la policía. En su lugar, estableció un acuerdo con una pequeña firma de abogados, P&P, que ofreció sus servicios en un momento crucial. Sin embargo, la situación se complicó aún más cuando un informante anónimo reveló a los medios que, unos días antes del evento, el gobernador Kheff había visitado el bufete anterior para realizar una transferencia de bienes. Esto hizo que MID pareciera aún más culpable, lo que llevó a la constructora a cortar lazos con ellos definitivamente y estrechar relaciones con P&P, en busca de una oportunidad para limpiar su nombre.
La caída de Kheff no solo sacudió los cimientos del gobierno, sino que desató una tormenta en las altas esferas del poder. El presidente, consciente de que las sombras del escándalo amenazaban con devorar su administración, se apresuró a desvincularse del legado del difunto gobernador. En una rueda de prensa tensa, ofreció disculpas a los votantes, asegurando que las acciones de Kheff no representaban los valores de su partido ni de su gobierno.Pero la crisis no se detuvo ahí. La corona, siempre vigilante ante cualquier amenaza al equilibrio de poder, no pudo ignorar lo sucedido. El rey estaba furioso, y con razón. Su sobrino, el joven duque, había sido alcanzado por una bala perdida en el caos que siguió al asesinato. Aunque la herida en su brazo no ponía en peligro su vida, el incidente se convirtió en un agravio personal para la familia real. Las tensiones entre la monarquía y el gobierno alcanzaron un nuevo punto álgido.

Durante los siguientes cuatro años, nuevos escándalos emergieron, empujando el caso de Kheff lentamente hacia el olvido. Aunque las heridas del pasado comenzaban a cicatrizar, el expediente del gobernador seguía abierto, una sombra persistente en los archivos judiciales. El partido político al que había pertenecido Kheff, para evitar una mayor erosión de su credibilidad, se vio obligado a reformar su gabinete. Se deshicieron de figuras controvertidas, tratando de proyectar una imagen renovada de transparencia.

Dinastía: HerederosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora