Capitulo 20: investigaciones

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Al despedirse de Matías, Minju cerró la puerta con un chasquido leve. Se dirigió al escritorio para comer. Sin prisa, comenzó a sacar las cosas de la bolsa. El olor de la comida era tan bueno que a Minju se le hacía agua la boca; era como si el chef de la familia hubiera preparado la comida. Mientras terminaba de sacar las cosas, algo peculiar captó su atención: una pequeña bolsita de sazonador picante coreano. Sus cejas se fruncieron levemente mientras examinaba la marca. Sabía que ese tipo de sazonador no se exportaba fuera de Corea con facilidad. Recordaba las pocas veces que había disfrutado de ese sabor tan extravagante; todas ellas habían sido gracias a los clientes coreanos de su abuelo, quienes, a petición especial, le traían algunas unidades. La madre de Minju, un Omega dominante, era coreana, y este gesto que su abuelo hacía por él era para que Minju estuviera un poco más cerca de sus raíces maternas.

Después de un momento, abrió el paquete, esparciendo el sazonador sobre el pollo con un toque meticuloso antes de tomar el primer bocado. Mientras masticaba, su mente comenzó a divagar, repasando cómo se había enredado en tantos problemas en tan poco tiempo. No solo él, sino también William, atrapado en ese desafortunado evento. Aunque, si se detenía a pensarlo, había algo positivo: Matías. La relación con él había surgido de manera extraña, pero Matías parecía genuinamente interesado en acercarse. O tal vez no. "¿Podría estar buscando algo más? ¿El proyecto de la fábrica, tal vez?" pensaba.

Minju dejó de comer por un momento, buscando los documentos que su abuelo le había entregado días antes. Los deslizó de su bolso con cuidado y comenzó a leerlos en detalle. No le gustaba precipitarse, prefería entender cada línea a su propio ritmo. Un párrafo en particular detuvo su lectura:

"El presidente de la constructora LIT y Freddy Cardozo se reunieron tan solo dos semanas después de que este anunciara a la prensa que tenían planeado comercializar la patente..."

Minju frunció el ceño, incómodo. Sabía poco del comercio de telas y mucho menos de la importancia de una máquina de costura. Para él, todas parecían iguales, Pero lo que si sabía Minju es como se manejaban las empresas de construcción y es que, al parecer, esta máquina específica tenía un valor crucial en los negocios de LIT y la familia Cardozo. LIT, aparte de ser una empresa de construcción, también tenía otros negocios, aunque guardados bajo otros nombres. Entre ellos estaba una marca de ropa para bebés, una marca de agua embotellada y una agencia de envíos. Toda esta información se manejaba entre susurros, con esto en mente, no se le hacia difícil llegar a la conclusión de que tal vez este proyecto es uno de los negocios encubiertos de la constructora.

Detrás de un contrato, primero deben haber negociaciones iniciales: presentación de propuestas, búsqueda de terrenos, permisos, que los arquitectos presenten modelos físicos y tridimensionales de los planos para la construcción, sumando también las reuniones entre cada paso para la organización. Eso tomaría, más o menos, de dos a tres meses. Y con una constructora como LIT, que es una de las más prestigiosas, tardarían más aún. Minju pensaba que era curioso que solo dos semanas después de que anunciaran la patente, ya tuvieran un contrato con todo resuelto. Además, su abuelo tenía en sus manos una copia de los planos de la fábrica desde hacía una semana, entonces lo más extraño era que no habían comenzado las construcciones, a pesar de que ya habían sido anunciadas.

Minju conocía la mente de su abuelo y sabía que él también había notado ese detalle, llegando a la misma conclusión que él: había problemas con las negociaciones.

La constructora MID aún se encontraba recuperándose de los escándalos pasados, por lo que tenía pocos proyectos en esos momentos. Su abuelo también había ideado un plan de contingencia en estos casos, por eso habían sobrevivido al estilo de vida lujoso que llevaban sin levantar sospechas. Además, gracias al bufete de abogados del papá de William, lograron ganar varios casos de difamación, con pagos bastante elevados. Aunque, en su mayoría, esos ingresos se fueron en sobornos para mantener amistades dentro de la élite. Su abuelo decía que te juzgan por cómo te percibe la gente: si demostraban que estaban bien, entonces serían inocentes de los cargos.

Dinastía: HerederosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora