XIII

176 13 0
                                    

El día siguiente en la unidad de la BAU comenzó con una energía renovada, aunque la tensión seguía palpable. El equipo estaba entusiasmado porque habían conseguido cerrar un interrogatorio con Luca De Marchi, el exnovio de Isabella Solari, cuya implicación en el caso había sido importante desde que un video íntimo con Isabella se filtró en la red. Este incidente había causado una gran conmoción y la influencia de Alessandro Solari había hecho que Luca desapareciera del radar. Ahora que De Marchi había aceptado hablar, el equipo esperaba obtener información valiosa.

Morgan llegó a la unidad visiblemente cansado. La falta de sueño y la agitación interna por la situación con Isabella eran evidentes en su rostro.

Prentiss, al verlo entrar, notó inmediatamente su estado. Conocía bien a Morgan y podía leer su lenguaje corporal con facilidad. Mientras el equipo discutía los detalles del interrogatorio con De Marchi, Emily se acercó a Morgan, su preocupación evidente.

—Hey, Morgan —dijo con un tono suave pero curioso—. Pareces agotado. ¿Qué hiciste anoche?

Morgan la miró, consciente de que no podía ocultar su malestar. Se pasó la mano por el cabello y se apoyó en la mesa.

—Anoche fue... una noche larga —admitió, su voz denotando cansancio—. Estuve pensando en Isabella y en todo esto.

Prentiss frunció el ceño, interesada y preocupada. Sabía que Morgan estaba lidiando con algo más que el estrés habitual del trabajo.

—¿Qué pasa con Isabella? —preguntó, inclinándose ligeramente hacia adelante—. ¿Por qué te afecta tanto?

Morgan se pasó la mano por la cara, claramente frustrado. Se tomó un momento para encontrar las palabras adecuadas.

—La verdad es que... estoy confundido. He estado pensando mucho en ella y no sé por qué me afecta tanto. Es la mujer de un sospechoso, y sé que debería mantenerme enfocado en el caso, pero me está costando.

Prentiss lo miró con comprensión, dándose cuenta de que Morgan no estaba en una profunda batalla interna, sino simplemente enredado en una confusión inesperada.

—Morgan, es natural sentirse confuso cuando tienes que lidiar con alguien que te provoca una reacción, especialmente en una situación complicada como esta. Pero debes recordar que tu prioridad es el caso. No dejes que esto te distraiga.

Morgan asintió, reconociendo el consejo de Prentiss. Se pasó la mano por la cara, tratando de despejar su mente.

—Lo sé, Emily. Solo... no sé cómo gestionar esto. No es que esté enamorado ni nada, pero es complicado cuando empiezas a pensar en alguien fuera del contexto profesional.

Prentiss le dio una palmada en el hombro, tratando de ofrecerle un poco de apoyo sin ser demasiado intrusiva.

—Lo entiendes, y eso es importante. Solo asegúrate de que no dejes que esto afecte tu trabajo. Estamos aquí para mantenerte enfocado.

Morgan asintió, agradecido por el consejo. Sabía que debía encontrar una manera de manejar su confusión sin permitir que interfiriera en su trabajo. Con la información de Luca a la vista, tenía que concentrarse en el caso, a pesar de las distracciones emocionales menores.

Mientras el equipo se preparaba para el interrogatorio de Luca, Morgan hizo un esfuerzo consciente por dejar de lado sus pensamientos sobre Isabella y concentrarse en el trabajo. Aunque la confusión persistía, sabía que debía mantener el enfoque en la investigación.


Luca De Marchi estaba sentado en la mesa del interrogatorio, con una actitud que mezclaba resignación y desafío. Su aspecto desaliñado reflejaba los meses que había pasado fuera del radar. El ambiente estaba cargado de tensión cuando Morgan se dirigió a él.

Mentes Criminales: Solari (Derek Morgan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora