En busca de la magia (Jack Frost X Peter Pan)

8. Tierras calurosas

Jack Frost:

Después de las buenas noticias sobre el avance de la misión y un poco de diversión insultado a Conejo nos dieron nuestro destino de esa noche. México.

Estábamos en un país muy caluroso así que me sentía un poco sofocado, Norte me había dicho que evitara congelar las cosas porque según él, en México no nevaba pero yo sabía que eso era una gran mentira. Sí nevaba, había visitado algunos lugares pero había ciudades que no sabía ni que existían y al ser Jack Frost no estaba hecho para ese clima.

A decir verdad, comprendía que no se me hiciera conocido el lugar. Nunca había pisado una ciudad así, seguramente no conocían el invierno.

—Trata de no volar durante mucho tiempo, Pan —dije dudoso de separarme de Peter.

El castaño me miró con fastidio, cruzando sus brazos y desviando la mirada en otra dirección. Lo último que quería era actuar de manera sobreprotectora con él, pero no podía evitar preocuparme.

—Sí, sí, ya sé —rodó los ojos.

—Peter...

No pude terminar la frase cuando Peter ya había emprendido el vuelo, alejándose rápidamente de mí. Me quedé observándolo un momento, indeciso sobre la decisión de dejarlo vagar solo por la ciudad.

—Ten cuidado —susurré.

No estaba seguro de separarnos pero él había insistido en que solo así podríamos abarcar más espacio en menos tiempo, necesitábamos encontrar más creyentes pero yo no estaba convencido sobre la condición de Peter. Él podría perder el conocimiento otra vez, estaba más débil de lo que quería admitir.

Suspiré con resignación y comencé a volar, no quería perder más tiempo. Mi búsqueda no estaba teniendo mucho éxito, era temprano pero sin embargo no veía muchas luces encendidas en las habitaciones.

Divisé una tenue luz en una casa, volé hasta la ventana y para mi suerte estaba entreabierta. Eché un vistazo pero las cortinas no me dejaban ver bien, sólo logré captar a alguien en la cama. Estaba cubierto hasta la cabeza y yo necesitaba ver si era un posible creyente.

—Una vez al año un poco de ventisca no hace daño —dije haciendo un movimiento con mi mano.

La temperatura bajó un poco y el viento se esparció a toda la ciudad, el aire movió las cortinas permitiéndome ver mejor. Sin embargo, no le hallaba forma al bulto que estaba en la cama.

—¿Qué rayos? —giré mi cabeza tratando de enfocar mis ojos para ver dentro.

Parecía un hombre, no, una mujer..., ¿con cuatro piernas?

Miré ceñudo al extraño ser, entonces comprendí.

—Joder, están desnudos —dije asqueado.

Volé lo más lejos que pude, cerré los ojos para quitar esa horrible imagen de mi mente.

Asco, asco, asco, asco.

Me detuve de golpe, literalmente, quedé estampado en una pared y caí a un techo.

—Sólo a ti se te ocurre volar con los ojos cerrados, idiota —me regañé a mí mismo.

Bufé y toqué mi nariz para verificar que no hubiera sangre. Estaba sano y salvo, junto con todos mis dientes.

Escuché una delicada risa, me separaban un par de pasos de la ventana de dónde provenía el ruido. Me acerqué un poco temeroso de ver otra asquerosa escena, suspiré aliviado al ver a una linda chica leyendo.
Era preciosa; tenía piel tostada, cabello largo y de un profundo color chocolate que caía en ondas, ojos enormes verdes y un cuerpo voluptuoso.

—Vaya chica —suspiré embelesado.

Calculé que tendría mi edad, lo que me entusiasmó más. No era la primera chica que veía pero estaba acostumbrado a que físicamente fueran diferentes, más parecidas a mí.
Rubias con ojos azules y altas....
Nunca me resultaron atractivas las chicas paliduchas como yo.

Al parecer ella estaba enfrascada leyendo, bufé al leer el título de su libro.

Peter Pan.

Le presté atención al resto de su habitación y noté un enorme póster de una película o serie basada, adivinaron, en Peter Pan.
Vi un pequeño muñeco de peluche en su cama, sí, dieron en el clavo. También era de Peter Pan, su versión de caricatura animada por supuesto.

De todas las chicas que había en el planeta justo ella creía en Peter Pan.

—¿Por qué todo lo bueno le pasa a él? —me quejé mientras golpeaba mi frente en su ventana.

Para mi sorpresa, ella dirigió su mirada a la ventana y me quedé petrificado mirándola. Por un segundo pareció que me miraba a mí, sus ojos verdes parecían brillar de emoción.
Se puso de pie y corrió a abrir de golpe, no me dio tiempo a quitarme así que caí casi inconsciente.

—Demonios, sí que duele —dije con las manos en mi frente.

—¿Peter? —susurró.

No sabía qué dolía más, el golpe de mi frente o mi orgullo. Ella había corrido para abrirle la ventana a Peter Pan no a mí.

Sentía unas ganas inmensas de congelar al mocoso maravilla, por otro lado, también quería hacer una ruidosa pataleta. Claro, no lo hice porque igual nadie podría notarlo.

La preciosa chica de cabello castaño miró el cielo, seguí su mirada y me encontré con sus orbes color esmeralda fijos en la segunda estrella a la derecha. Parecía buscarlo pero al no ver nada, ya que obviamente no me podía ver, regresó a su cama.

—Me voy a odiar por esto —susurré.

Puse mi palma en el vidrio de su ventana, lo empañé para poder dibujar en él. Era lo único que me funcionaba a la hora de intentar comunicarme.
Sonreí al captar su atención, ella parecía sorprendida al ver como su vidrio se cubría de una fina capa de nieve.

Tenía que usar lo que sabía sobre él para lograr representarlo.
Peter era un mocoso presumido, irritante, llorón, salvaje, infantil...

Bien, eso no ayudaba.

—Peter Pan —rodé los ojos ante la obviedad del asunto.

Dibujé una flauta de pan, ella la miró asombrada, había entendido el mensaje de inmediato. Con un movimiento hice que el dibujo se convirtiera en una figura de hielo.

—Peter —susurró temblando.

Rodé los ojos con fastidio y deshice la flauta en una ráfaga de aire para mover sus cortinas, el mensaje estaba más que explícito.

—Una creyente más para Peter Pan —dije con una sonrisa de superioridad.

Emprendí el vuelo para buscarlo de forma aérea, sin tener mucho éxito ya que no lograba verlo por ningún lado. La preocupación y la culpa poco a poco se apoderaba de mí al pensar en la posibilidad de que le hubiese pasado algo.

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Editado: 30/10/2016

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E♡