En busca de la magia (Jack Frost X Peter Pan)

30. Garfio

✏Dedicación especial a @xXGoldenSnowflake: Bienvenida, espero que no odies este capítulo ya que no es muy Petack/Jacker ♥

La mirada de Jack lucía inquieta, mordió su labio inferior y ocultó sus manos en el bolsillo de su sudadera. Lo conocía lo suficiente para saber que se sentía culpable por lo sucedido, todavía avergonzado por exhibirnos frente a los guardianes.

—Solo seré un estorbo —dijo bajando la mirada.

Me sentí con la suficiente seguridad para tomar su rostro en mis manos, quité parte del cabello húmedo que caía sobre su frente. Jack tenía sus ojos azules fijos en mí, pero no me sentí intimidado por su mirada atenta.

—Nunca eres un estorbo —le aseguré.

Una perezosa sonrisa se dibujó en sus labios dejándome ver, lo que Tooth aseguraba, era la mejor dentadura de la historia. Tuve que reprimir un suspiro y continuar con mi intención inicial, toqué su frente para verificar que su temperatura fuese normal.

El estado de Jack parecía haber mejorado, sin embargo existía la posibilidad de que se sintiera mal durante el vuelo. No teníamos esferas para trasladarnos a Neverland, debíamos llegar volando y podría ser peligroso el transcurso.

—No quisiera arriesgarte, Jack. Deberías quedarte a descansar.

Aparté mis manos de él para poner distancia entre nosotros, pero me tomó desprevenido sentir sus dedos envolver mi muñeca.

—Peter, quiero ir contigo —dijo con convicción, no parecería aceptar una negativa—. Por favor.

Sus ojos parecían suplicar, suspiré a sabiendas de que nadie podría negarse ante esos orbes azules. Envolví la mano que sostenía mi muñeca, sonreí al notar las diferencias de temperatura entre nosotros.

—Está bien —accedí—, pero debes decirme si te sientes mal. No tienes que fingir ser fuerte conmigo.

Asintió con vehemencia, mostrándome la emoción brillar en su rostro. Me soltó para ir por su cayado, quedándose quieto por algunos segundos y haciendo que me preocupara.

—¿Pasa algo? ¿Te sientes mal?

Me apresuré hasta llegar a él, buscando síntomas de malestar en su rostro.

—No —negó con la cabeza—, es sólo que me preguntaba en qué momento intercambiamos papeles.

Sonreí llevándome la mano a la nuca, sus palabras seguían tomándome con la guardia baja.

—Cambiaron cuando tomaste todo ese ponche, pero no te acostumbres porque yo no seré siempre el responsable —le advertí—. Ese es tu trabajo, mi trabajo es ser el adorable.

Intentó ocultar su sonrisa bajando la mirada, volviéndome a mostrar una imagen adorable de Jack Frost.

—Me gusta que cuides de mí —dijo en voz baja.

Me llevé la mano al pecho y cerré los ojos con dramatismo, sintiéndome atacado por sus palabras.

—Lo estás haciendo de nuevo —lo regañé.

—Lo siento, yo no...

Sonreí al escucharlo balbucear, pocas veces podía verlo actuando de esa manera.

—Me gusta que digas lo que realmente piensas, Jack. Además, creo que a ti te sale mejor lo de ser adorable —admití.

El camino a Neverland había sido más largo de lo habitual, la creciente preocupación me hacía no apartar la mirada de Jack. Me preocupaba que en cualquier momento perdiera el control de su vuelo, pero el guardián de la diversión inclusive quiso jugar entre las nubes.