La expresión de Riftan sugería que Maxi acababa de hacer una afirmación ridícula. Ella bajó los ojos. Riftan alargó la mano para levantarle la barbilla y obligarla a mirarle. La miró fijamente por un momento y luego, al ver el descontento en su rostro, soltó una carcajada incrédula.
— Así que eso es lo que piensas de verdad. ¿Qué he hecho yo para merecer semejante reproche? ¿Cuándo te he descuidado?
— T-Tú no has sido más que distante... desde el comienzo de la guerra. — Aunque no era su intención, las palabras salieron de su boca. Con la cara encendida, tartamudeó —. Y-Y aunque la guerra por fin ha terminado... apenas tenemos tiempo para hablar... y casi nunca puedo verte.
— Así que, ¿en lugar del marido al que apenas ves, has estado saliendo con otro hombre? — se burló Riftan.
Enfurecida, Maxi lo fulminó con la mirada.
— ¡C-Cuidado con tu lengua! ¿Te atreves a acusarme de perder el tiempo? ¿A-Acaso no pasaste también... el día con la princesa Agnes?
— ¡Esa mujer es mi superior! ¡Estaba cumpliendo con mi deber como su ayudante principal!
— Y Sir Kuahel escoltaba a los magos. — Maxi lo miró con auténtica perplejidad —. ¿Qu-Qué ridículas sospechas albergas? ¡Él es un clérigo!
— Innumerables bastardos han sido engendrados por clérigos — escupió Riftan con rigidez.
El rostro de Maxi se endureció.
— ¿Tú estás... honestamente cuestionando mi fidelidad?
Su mirada gélida pareció borrar la sonrisa cínica de sus labios. Se echó el pelo hacia atrás y dijo tímidamente.
— No era ésa mi intención. Es que... no soporto verte con otro hombre.
Aunque aquellas palabras normalmente habrían ablandado su corazón, su absurda acusación la había herido enormemente. Le resultaba imposible hablar sin resentimiento.
— ¡É-Él no es un hombre corriente! Y nunca ha mostrado ningún interés por mí. — Mirándole con reproche, añadió —. ¿Cómo puedes tener sospechas tan sórdidas?
— Tal vez sea porque nací de un asunto sórdido — dijo él a la defensiva —. Pido disculpas si he herido su sensibilidad. Está claro que verlos a los dos cuchicheando me dejó impresionado, ya que mi cabeza se llenó de todo tipo de obscenidades cuando supe que estuviste con él todo el día.
Maxi no entendía a qué se refería al principio, pero su rostro se sonrojó cuando se dio cuenta de que se refería a la vez que la había sorprendido espiándolo a él y a la princesa Agnes. La verdad era que no tenía derecho a criticarle.
Su voz se fue apagando a medida que murmuraba,
— C-Como dejé claro entonces... estábamos... simplemente discutiendo algo en privado. No he hecho nada... de lo que avergonzarme.
Por supuesto, ella sabía que sus acciones habían sido vergonzosas. Su torpe respuesta debió de avivar las sospechas de Riftan, que volvió a entrecerrar los ojos.
— ¿Qué podrían tener que discutir ustedes dos?
— M-Me temo que... eso es confidencial.
Riftan la miró con sospecha ante su débil intento de evasiva. Sonrió satisfecho mientras sus ojos se clavaban en el rostro de ella.
— ¿Un secreto que ni siquiera puedes contarle a tu marido? Mi sórdida imaginación vuelve a volar.
Maxi lo fulminó con la mirada.
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Debajo del Roble ~ Libro 09 [Temporada dos]
FanfictionEstos dos van de mal en peor, cada vez se distancian mas y estar en medio de un conflicto velico no ayuda para nada en su relación.