Capítulo 116 ~ Un plan infalible

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Maxi contempló la deslumbrante variedad de vestidos de colores. Todos eran de la mejor calidad, como los que suele llevar la realeza.

— ¿D-Dónde los conseguiste? ¿De Sir Sejuleu? Por favor, no me digas que aceptaste un regalo tan extravagante simplemente porque él te lo ofreció.

— Dios mío. Tanto alboroto por parte de la señora de la tierra más próspera del sur, — bromeó Sidina mientras levantaba un vestido de seda con un profundo escote.

— ¡Sidina! — exclamó Maxi —. ¡¿Qué estabas pensando?! ¡E-Esto va más allá de la cortesía! Cientos de nobles están aquí ahora mismo. ¡Si se corriera la voz... de que acepté un regalo tan suntuoso de un noble extranjero, se armaría un escándalo!

— No te preocupes, no son de Sir Sejuleu — respondió Sidina distraídamente, mientras tomaba otro vestido.

Los ojos de Maxi se abrieron de par en par. ¿Quién más se desviviría por mostrarle tanta amabilidad? ¿Podrían ser de Riftan? Miró el montón de vestidos sobre la cama y sus ojos brillaron de esperanza. Las siguientes palabras de Sidina tomaron a Maxi por sorpresa.

— Vienen de parte del rey de Wedon.

— ¿E-El rey? — dijo Maxi, estupefacta —. ¿P-Por qué haría el rey algo así por mí?

— ¿Si tú no lo sabes, cómo voy a saberlo yo? — replicó Sidina, mirando a Maxi como desconcertada por su pregunta —. Cuando anoche asistí al banquete con la Maestra Elena, se me acercó alguien que dijo ser un asistente de tu rey. Me dijo que el rey Reuben quería darte un regalo como disculpa, y yo sólo accedí a entregártelo. Debía de estar buscando a alguien que lo hiciera, ya que te niegas a asistir a tales funciones.

— ¿U-Una disculpa por qué? —preguntó Maxi, aún desconcertada.

Sidina se encogió de hombros.

— No lo dijo, sólo que debía informarte de que el rey Reuben lleva mucho tiempo queriendo disculparse contigo.

Anette dejó de mirar con desagrado el montón de vestidos relucientes para volverse hacia Maxi.

— ¿Qué podría haberte hecho para justificar una disculpa tan lujosa?

Incapaz de encontrar una respuesta, Maxi puso cara de desconcierto. La historia de sus interacciones con el rey Reuben se limitaba a su breve conversación en las tierras del conde de Loverne. Lo había visto durante las negociaciones, pero sólo de lejos. ¿De dónde venía esta repentina generosidad? La desconfianza se apoderó de ella mientras volvía la vista atrás.

¿Acaso Su Majestad se está disculpando por haber mencionado mi aborto a mi padre durante la mediación de hace tres años?

— ¿Realmente importa por qué? — dijo Sidina, sacando a Maxi de sus pensamientos —. Me alegro. No tenía nada adecuado para esta noche. Ven, ven ¿qué estás esperando? ¡Pruébatelos! Será mejor que nos demos prisa o llegaremos tarde.

Maxi suspiró profundamente.

— Como te he dicho innumerables veces, no tengo intención de asistir...

— ¡Deja de ser tan cabeza dura!

Sidina soltó el vestido que tenía en la mano y lanzó a Maxi una mirada irritada. Maxi se puso rígida cuando la joven levantó el dedo índice y lanzó una diatriba en forma de sermón.

— ¡Ya estoy harta de verte actuar como una babosa sombría que se arrastra durante las lluvias! ¿Crees que suspirando sin parar con esa cara cabizbaja vas a cambiar algo? ¿O que encerrándote en tu habitación a contemplar tristemente las puestas de sol vas a mejorar las cosas?

Debajo del Roble ~ Libro 09 [Temporada dos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora