Freen detuvo su motocicleta en un parque cercano, el motor aún zumbando con fuerza. Namo estaba de pie frente a ella, los brazos cruzados y una mirada desafiante en sus ojos. Freen intentó hablar pero ella se negaba a escuchar.
Namo, ¿qué sucede? No me has dicho nada desde que salimos de tu casa.
¿Qué hacías con mi hermana encima de ti? Freen suspiró, apagó la moto y siguió a Namo mientras caminaba por el parque enojada.
Namo, por favor. Logré sacarla de su trance y cayó sobre mí. Eso es todo. Namo la miró fijamente.
¿Por qué siempre eres tú quien rescata a mi hermana? La salvaste de aquella pandilla, la sacas de sus trances. ¿Te gusta Becky o algo así? Freen tomó sus manos en un gesto tranquilizador.
Escucha, Namo. ¿Qué tiene de malo que yo ayude a tu hermana? ¿Estás celosa porque soy yo quien la ayuda? No te das cuenta lo absurdo que suena eso?
No ignores mi pregunta, Sarocha. El problema no es que la rescates. Te lo agradezco infinitamente, pero parece que solo tú puedes hacerlo. Si te gusta Rebecca, solo dímelo y yo me haré a un lado. Sé que aún no hemos... Y eso me hace sentir insegura de nuestra relación porque pienso que me vas a dejar por alguien que sí quiera tener relaciones contigo. Le conté a mi padre de nosotras sin consultarte y no me has dicho nada al respecto tampoco.
Mientras más hablaba Namo, más se alteraba y eso se reflejaba en el clima. El pequeño lago del parque comenzó a burbujear como agua hirviendo en una olla casera y los árboles alrededor de ellas perdieron su frondosidad y comenzaron a morir. El suelo tembló violentamente y una grieta se abrió en el mismo momento en que Freen tomó a Namo en sus brazos y la besó. Namo suspiró, calmándose, y todo volvió a la normalidad.
Namo miró a su alrededor, avergonzada. Lo siento. No quería... Freen la abrazó con fuerza. No sé por qué estoy tan alterada. Lo mismo me pasó con Becky hace un rato. Me alteré por nada. No quiero que pienses que soy posesiva y no quiero que te alejes de mí.
Namo, tú eres mi novia y solo tengo ojos para ti. No me importa si tenemos relaciones sexuales o no. Esperaré hasta que estés lista, sin importar cuánto tiempo pase. No me molesta que le hayas dicho a tu papá lo que tenemos. Juntaron sus frentes en un gesto íntimo.
¿De verdad? Freen asintió y le dio un beso en la nariz.
Sí, de verdad. Nunca haría algo para lastimarte. Y no importa cuántas escenas de celos hagas, siempre estaré aquí contigo. Namo le sonrió y se abrazaron con más fuerza.
Sin embargo, una pregunta aún resonaba en la mente de Freen: '¿Te gusta Becky o algo así?' Apretó a Namo un poco más fuerte, sabiendo la respuesta a esa pregunta pero no quería iniciar una pelea entre las gemelas. No. Tenía que encontrar la manera de superar sus sentimientos por Becky.
Roberto irrumpió en la cocina y encontró a Patricia tirando una gasas ensangrentadas al cubo de basura y guardando el kit de primeros auxilios que uso para curar una pequeña herida que recibió Freen al caer al suelo en la terraza. La luz del sol entraba por las ventanas, iluminando la habitación y dejando ver el brillo metálico de los cuchillos y ollas colgados en las paredes. ¿Y Namo dónde está?, preguntó Roberto, mirando alrededor en busca de su hija menor.
Ella y Sarocha salieron a dar una vuelta, respondió Patricia, con una expresión preocupada en el rostro. Está un poco disgustada.
Roberto suspiró. ¿Se habrá enojado porque me llevé a Becky al sótano para hablar a solas?, preguntó. Patricia negó con la cabeza.
Creo que Namo está celosa de Becky, dijo, incorporándose para acercarse a Roberto. Al escuchar su nombre, Becky se acercó más a la cocina para escuchar la conversación de sus padres. Al parecer no es la primera vez que Sarocha rescata a Becky.
Espero que Sarocha no esté jugando con mis hijas, dijo Roberto, cerrando la mano formando un puño que le dejó los nudillos blancos. No quiero que ellas sufran por culpa de una Chankimha. Patricia lo abrazó, tratando de consolarlo.
No lo creo, amor, dijo ella, tratando de calmarlo. Se nota que Sarocha adora a las dos chicas. Además, vi algo en su mirada que jamás esperé. Tal vez siente culpa por lo que hizo su padre. Es solo una niña y ahora tiene que liderar un clan entero y pagar por errores ajenos.
Ahora eres su fan número uno o qué, Patty?, preguntó Roberto con un tono amargo. Te recuerdo que su familia mató a mi hermana y a mi sobrino. Patricia lo abrazó nuevamente para calmarlo.
Lo siento, dijo ella, mirándolo a los ojos. Sé que es un tema difícil para ti y más ahora con lo de la relación de Namo y Sarocha. Los dos compartieron un momento de silencio antes de continuar hablando.
Creo que deberíamos hablar con papá este fin de semana para saber más sobre Becky. Lo mejor será mantener a las gemelas separadas en caso de que Becky sea...
No pudo terminar la frase ya que en ese momento la puerta se abrió de par en par y entraron los trillizos gritando. ¡JEFE!
Roberto frunció el ceño ante el alboroto y trató de mantener la calma. ¿Qué demonios les pasa? No vuelvan a entrar a mi casa así como si fuera el barrio de donde vienen, soltó enojado, tratando de escuchar lo que decían pero hablaban todos al mismo tiempo.
¡Los lobos atacaron la frontera bajo ordenes de Chankimha!, gritó Heng, el mayor de los trillizos. Roberto inmediatamente se puso alerta. Sabía que si la frontera era derrumbada implicaría el comienzo de una guerra sangrienta entre los lobos, las brujas y los humanos.
Becky, luego de escuchar lo que dijeron, se escabulló por la parte trasera de la casa en busca de Namo y Freen. Roberto agarró su celular con manos firmes y marcó un número urgente. Mientras tanto, Patricia salió velozmente en busca de Becky.
Saint, es hora de poner en marcha la Luna Negra... No me importa si solo ha funcionado con Waraha. Los malditos perros están atacando la frontera y no tenemos tiempo que perder. La voz de Roberto era tensa y urgente mientras hablaba por teléfono. El ñakariy está seguro por el momento. Estamos en código azul a partir de ahora y hasta nuevo aviso. Concluyó la llamada y miró fijamente a los trillizos frente a él. Encuentren a mi hija y tráiganme a Sarocha inmediatamente. Los trillizos salieron corriendo de la casa.
Roberto, no encuentro a Becky por ninguna parte, anunció Patricia con angustia en su voz.
Maldición, maldición, murmuró Roberto frustrado.
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Las Gemelas
FanfictionDos hermanas gemelas atraídas por la misma persona terminan metidas en medio de una rivalidad que las obligara a elegir entre familia y amor. Versión en inglés en el perfil aotg17 :)