Las Gemelas

Capítulo especial 3

La competencia entre las gemelas Armstrong y los hermanos Chankimha Apasiri se había convertido en una tradición. El "Día de Hermanos", como lo llamaban, surgió de un comentario casual sobre quién era mejor jugando videojuegos, pero con el tiempo evolucionó hasta incluir desafíos anuales que abarcaban desde juegos de mesa hasta actividades físicas. Ese día, o fin de semana, según la actividad, no solo ponía a prueba sus habilidades, sino que también sacaba a relucir lo mejor y lo peor de sus personalidades. 

El primer "Día de Hermanos" fue simple: una tarde de juegos de mesa en el comedor de la casa de Freen y Becky. Uno de los momentos más memorables ocurrió mientras jugaban cartas UNO.

¡Freen! ¡No dijiste "Uno"! Gritó Namo señalando las cartas con indignación. Antes de que Freen pudiera replicar, ya le había devuelto la carta que acababa de tirar y le agregó otra más del bonche.

¡Claro que lo dije! Freen cruzó los brazos con expresión inocente, aunque una sonrisa juguetona asomaba en sus labios. Fue con tanto griterío que no me escuchaste. ¿Verdad, amor?

Becky, que estaba organizando sus cartas en silencio, levantó la mirada. Conocía demasiado bien a su esposa.

Como abogada de la señora Chankimha, exijo pruebas de esa acusación, dijo ajustándose las gafas imaginarias con aire profesional.

Namo lanzó sus cartas sobre la mesa, frustrada.

¡Ay no! Si vas a empezar con eso, Licenciada Adoptada, ya no quiero jugar. Se levantó de golpe, dejando que la silla chirriara contra el suelo. Siempre la defiendes, ¡y siempre hace trampa! Se fue a la cocina, murmurando algo sobre buscar galletas.

Frank, por su parte, estaba completamente perdido en el juego. Tenía tantas cartas en las manos que apenas podía sostenerlas todas.

¿Por qué siempre pierdo? Se lamentó mirando a su hermana.

Freen estalló en carcajadas mientras recogía las cartas de la mesa.

Porque eres pésimo en esto, hermanito. ¡Es casi admirable lo malo que eres! Le dio una palmada en el hombro antes de levantarse y dirigirse a la cocina tras las gemelas.

El segundo año, planearon un día de boliche. Sin embargo, un aguacero torrencial arruinó los planes. Según Frank, aquello fue obra de Namo ya que su técnica de bolos era... cuestionable.

Decidieron quedarse en casa y jugar a Pictionary. Dividieron los equipos: las gemelas contra los hermanos Chankimha-Apasiri.

Todo iba bien hasta que llegó el turno de Becky de dibujar. Al principio, se inclinó sobre el papel con confianza, pero sus trazos eran un enigma.

Rebecca, por Dios! ¿Quién te enseñó a dibujar? ¿En qué mundo eso es un elefante con sombrero?, preguntó Namo, señalando la figura indefinida en el papel.

Becky inclinó la cabeza y miró su dibujo con algo de orgullo.

¿No ves la trompa aquí? Señaló con entusiasmo.

Namo rodó los ojos tan fuerte que casi pudo verse el movimiento desde el otro lado de la mesa.

Eso parece un sapo.

Al otro lado, Freen y Frank chocaron las palmas después de acertar una palabra más.

¡Eso nos da la tercera victoria consecutiva! Anunció Frank con una sonrisa triunfal.

Namo, frustrada, señaló a Becky.

No sabes dibujar, no adivinas bien... La próxima vez, yo juego con Freen.