Las Gemelas

Capítulo especial 1

Cuando entró en la universidad, Freen no tenía idea qué estudiar. Terminó la escuela secundaria pasando un examen general, pero antes de eso no tenía ninguna clase favorita ni algo que le llamara la atención lo suficiente como para elegir hacer eso una carrera. Lo único que sabía es que le gustaba ayudar a otros. Por sugerencia de los Apasiri, de acuerdo con los Armstrong, entró a la universidad por el programa de Trabajo Social.

Definitivamente, no es lo mío, le comentó a Becky. 

Becky pensó por unos momentos. ¿Y la psicología? Unos días después, Freen hizo el cambio al programa de psicología. 

Faltándole unas 6 clases para terminar sus estudios en psicología, Freen descubrió su pasión por los idiomas. 

¿Otra vez vas a cambiar de carrera, amor?, le preguntó Becky. 

Freen agarró sus manos sonriendo. Esto es lo que de verdad quiero. Ni sabía que se podía estudiar idiomas como carrera, pero mi mamá decía que era muy buena para practicar otros idiomas cuando ella me enseñaba algunas frases por diversión. 

Bueno, si eso te hace feliz, pues adelante. Becky besó su mejilla, luego se le ocurrió una idea. Deberías aprender italiano y llevarme a Italia cuando me gradué. 

¿Algo más, princesa?, dijo Freen bromeando. 

Hm puedes aprender coreano y así me enseñas? Freen se fue caminando con Becky detrás sugiriendo todos los idiomas que se le ocurrían.

Ahora, que estaba estudiando lenguaje en la universidad, se sentía como pez en el agua. Incluso hizo una maestría en lingüística para enseñar idiomas.

Por otro lado, Becky tenía un enfoque diferente. Estudiar derecho no solo era su vocación, sino su forma de intentar cambiar el mundo. Había decidido especializarse en derechos humanos y en una vertiente más particular: derechos de los lobos. Su conexión con el mundo sobrenatural de los licántropos, gracias a su hermana y a su novia, la inspiró a luchar por su integración y protección.

Freen comenzó a dar clases en la misma universidad de donde se graduó. Becky, a pesar de su apretada agenda de estudios, encontraba tiempo para visitarla, llevándole café y compartiendo charlas sobre sus clases y futuros planes.

Una tarde, Freen estaba en su casa corrigiendo unos exámenes cuando Manaow irrumpió en su oficina con una sonrisa traviesa y un juego de llaves en la mano.

¡Sorpresa!, dijo mientras agitaba las llaves frente a Freen.

Freen se giró con una expresión de incredulidad. Manaow... dime qué es lo que creo que es.

Manaow soltó una risita nerviosa y señaló la entrada de la casa. Allí estaba una reluciente motocicleta nueva, con un diseño moderno, pero con detalles que le recordaban a la vieja moto que tenía.

No podía dejar que mi mejor amiga estuviera sin moto.

¿Crees que a Becky le guste? Tuve que regalar la anterior porque me dijo que no es seguro andar en moto, bla-bla-bla. Freen cruzó los brazos, tratando de parecer seria.

Ay, por favor, ¡le va a encantar! Además, sabemos que Becky ama cuando tienes puesta tu chaqueta de cuero.

Freen asintió. Eso es obvio. Me queda espectacular. 

Ya, ya, cálmate. Mejor vamos a dar una vuelta. Manaow le entregó las llaves de la moto y se fueron de paseo.